“El restaurante más lujoso de Valencia”, así es como se anuncia Pilsener. A tomar por culo los complejos.
¿Lo es? Claro que no. Pero lo que sin duda sí es —es una casa de comidas ejemplar, un clásico imprescindible para entender esta Valencia taciturna. Un superviviente (primero en Gran Vía Marqués del Túria y desde el 2004 en el Paseo de la Alameda) de aquella cocina de las grandes casas con tres pilares básicos: producto, servicio de sala y lujo tradicional. Aquí quien manda es el cliente.
Y es que no termino de entender la fama de “careros” que tienen casas como Pilsener, Morgado, Civera o Q´Tomás . La buena materia prima hay que pagarla, es tan sencillo como eso; y el producto en Pilsener es excelente —gamba roja de Gandia, alcachofas de Benicarló (del puesto de Rafa y Mercedes en el Mercado Central) o el fabuloso atún de la pescadería Pepín. Que no se acabe nunca Manolo.