VALÈNCIA. Més-Compromís, antiguo Bloc y pata mayoritaria de la coalición valencianista, celebrará este fin de semana su noveno congreso con el serio peligro de que el proceso se convierta en una batalla a cara de perro entre las tres candidaturas que planean presentarse. La considerada oficialista, que lidera la actual secretaria general del partido, Amparo Piquer; la denominada Compromís pel País Valencià, encabezada por el exalcalde de Oliva David González, y la llamada Reviscola, capitaneada por la diputada Mònica Álvaro y que cuenta con buena parte del apoyo de la corriente crítica Bloc i País.
Piquer parte como favorita y, según fuentes del partido, ya ha acordado con el portavoz en Les Corts y exdiputado nacional, Joan Baldoví, que se sume a su candidatura para convertirse en el próximo presidente del partido. Un cargo simbólico generalmente reservado a un dirigente histórico que actualmente ostenta el expresidente de Les Corts y senador, Enric Morera. Con esta inminente incorporación, Piquer aspira a conseguir un mayor respaldo entre la militancia del partido, dado que Baldoví -que fue el candidato a la Generalitat en las pasadas elecciones- es uno de los dirigentes más conocidos en Més-Compromís.
Una incorporación para la futura ejecutiva que se une a otras anunciadas en esta misma semana, como son Toni Gisbert (ex secretario general de Acció Cultural); Maria Josep Picó (periodista experta en medio ambiente y profesora de la UV) y Marta Murciano (exdirectora del colegio Ciutat de Cremona).
Ahora bien, pese a estos movimientos, sigue sin existir a día de hoy un acuerdo para que el cónclave no se decida en votaciones. La candidatura Reviscola tendió la mano a la de González días atrás, pero de momento, siguen navegando en solitario. Desde el grupo de Piquer, pese a que confían en tener los apoyos suficientes para vencer en cualquier escenario, admiten la incomodidad que podría suponer una alianza de última hora entre las otras dos candidaturas -o la retirada de alguna de ellas en favor de la otra-; dado que podría generarse una corriente antioficialista con un voto de contestación difícil de calcular.
De hecho, distintas fuentes del partido consultadas por este diario aseguran que aunque Álvaro ya tiene cerrado que Baldoví sea el próximo presidente de Més, existe el deseo por parte del veterano dirigente de que se alcance un consenso antes de llegar a las votaciones, para evitar la situación de ocupar un puesto preferente en la dirección -si finalmente se impone Piquer- a través de un congreso que termine con una fuerte división del partido. Es más, en este sentido, distintas fuentes señalan que el propio Baldoví está ejerciendo un papel de "mediador" para finalmente exista un consenso y se eviten las votaciones.
Tal y como informó este diario, otro de los puntos de desacuerdo entre las candidaturas fue la celebración de un debate. Una iniciativa planteada en primer lugar por Reviscola y después secundada este lunes por González. Desde el entorno de Piquer se mostraban abiertos, aunque recalcaron que la propuesta no se había planteado ante la Comisión Organizadora del Congreso. Un paso que finalmente sí se dio desde Reviscola, pero que, según fuentes consultadas por este diario, no fue aceptada por el citado órgano por la falta de tiempo dado que el congreso empieza este mismo viernes.
El cónclave, que será determinante para el futuro de Compromís dado que Més es la pata mayoritaria de esta formación, se celebra este fin de semana en el polideportivo de Albalat dels Sorells. Una cita para la que se han inscrito 1.670 militantes, que comenzará el sábado con el informe de gestión de la secretaria general y finalizará el domingo con la proclamación de la nueva dirección. El plazo límite para la presentación de candidaturas será a las 20 horas de la primera jornada: de no existir acuerdo entre los diferentes aspirantes, el domingo se procederá a votar a los líderes y los respectivos equipos presentados.