VALÈNCIA. La que iba a ser una dulce celebración del sexto aniversario de la promotora musical Pita Sound Prom, se ha acabado convirtiendo en una despedida con tono agridulce. Agria por los recuerdos que se quedan atrás. Dulce por exactamente lo mismo. El desencadenante de todo ha sido un problema con uno de los dos bolos que se organizaban, y que ha acabado siendo cancelado por unas razones que aún están por explicar por parte de la sala. Si hacer de promotora en un concierto es trabajo difícil, cabe suponer que la solución no era hacer dos.
Pero María Carbonell, la mente y las manos detrás de la marca Pita Sound y sobretodo, el oído con el que ha querido fichar a las mejores bandas del indie valenciano, si es que a caso existe eso. Si bien uno de los dos bolos ha podido trasladarlo al Amster Art (20 de septiembre, con Lázaro o Nomembers), el segundo, en el que estaban previstas las actuaciones de Los Invaders y Wi Bouz, no se ha podido reubicar.
Con todo esto, y en las mismas palabras de María Carbonell: "hay dinámicas que hacen daño, y ya cuesta lo suficiente montar estos conciertos como para además tener que lidiar con esta situación", explica, y añade durante la conversación que si bien esto ha sido la gota que colma el vaso, tenía una situación de cansancio desde hacía meses, más con el cierre de una de sus sedes sentimentales, el dELUXE Pop Club.
De esta manera, y con el cierre de otros establecimientos, a Carbonell se le queda la sensación de una València que está sufriendo cambios musicales muy frenéticos. "Se cierran establecimientos, pero se están abriendo algunos nuevos, no es un problema de número de ventanas, porque las sigue habiendo. Se trata de que las ventanas habituales de Pita Sound ya no funcionan".
La promotora fue lanzada por la misma Carbonell, con la colaboración de la periodista Amalia Yusta, hace seis años, cuando la primera vivía en Almería y un grupo valenciano le pidió montar un bolo en la ciudad en la que trabajaba. Desde entonces, el puente no se ha roto, uno de ida y vuelta, en el que los grupos de aquí podían acceder a hacer casi una minigira, y la presentación en València de proyectos de la capital andaluza.
Esta semana que viene, este puente se cerrará. Mientras tanto, y tal como viene siendo habitual en los conciertos en los que está María Carbonell -como promotora, como fotógrafa o como espectadora-, solo queda bailar y pasarlo bien. Que la música quede por delante.