VALÈNCIA (EFE). El Plan de Reforma Interior de Vivienda Renhata 2023 se pone en marcha este miércoles con un presupuesto inicial de seis millones, ampliable en otros cinco millones, con el objetivo de ayudar a más familias a poder tener una vivienda digna.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, junto al vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Héctor Illueca, ha presentado este plan, cuyas ayudas se podrán solicitar desde este miércoles y hasta el próximo 2 de mayo.
Podrá beneficiarse de estas subvenciones cualquier persona física, que sea propietaria, usufructuaria o arrendataria de una vivienda situada en la Comunitat Valenciana, y las obras podrán estar en curso, a punto de empezar o ya acabadas.
En este último caso, las obras deberán haberse terminado como máximo, en el plazo de seis meses contados a partir del día siguiente de la fecha de publicación en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) de la resolución de concesión de las ayudas.
Desde la puesta en marcha de plan, en 2017, esta línea de ayudas ha beneficiado a más de 7.000 familias, con una inversión, incluyendo la convocatoria de 2023, de más de 24 millones de euros.
El president de la Generalitat ha destacado que este plan va dirigido "a la mejora de la vida de las personas", pero también favorece la recuperación de un sector económico que se han encontrado con serias dificultades "en estos años pandémicos y de crisis".
"Es un plan que incentiva la vida y la economía", ha asegurado Puig, quien ha defendido que con estas ayudas se mejora la vida cotidiana de las personas y se avanza en el objetivo de consolidar el derecho de las personas a disponer de una vivienda digna.
Puig ha recordado que este año se cumplen 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y ha destacado que uno de los derechos "absolutamente fundamental es el derecho a la vivienda digna", con el que desde el Consell están plenamente comprometidos.
El Plan Renhata está destinado a la reforma de cuartos húmedos (cocinas y baños); a la adaptación de la vivienda para facilitar el uso a personas con diversidad funcional y movilidad reducida, o la instalación de sistemas integrados de domótica para personas con diversidad funcional y movilidad reducida.
Se podrán subvencionar obras de hasta 12.000 euros, y la vivienda en la que se actúa deberá ser la residencia habitual y permanente y tener más de 20 años de antigüedad.
El vicepresidente segundo de Consell ha señalado que el año pasado se recibieron 2.255 solicitudes de ayudas del plan, casi un 50 % más que en la convocatoria anterior, y que este año, con la dotación inicial de 6 millones de euros, se podrá ayudar a más familias.
Ha destacado que ahora que van a dejar de ser obligatorias las mascarillas en el transporte público, dentro de poco olvidaremos lo vivido en la pandemia, "con el peligro de olvidar también algunas lecciones que aprendimos colectivamente en aquellos momentos tan duros".
En todo caso, confía en que no se olvide lo insostenibles que se hicieron las carencias de algunas viviendas o cómo subieron las facturas de la luz y el gas.
"Garantizar una vivienda digna es una prioridad", ha asegurado Illueca, quien ha explicado que se dará prioridad a las solicitudes que tengan en cuenta la calidad constructiva o el grado de discapacidad de la persona ocupante o empadronada.
También se tendrán en cuenta criterios de sostenibilidad, como la colocación de puertas o mobiliario de cocina realizados empleando madera de gestión forestal sostenible.