MADRID (EP).El Plan Renove 2020 acumula más de 110.000 operaciones desde su puesta en marcha el pasado 15 de junio, según datos presentados este jueves por la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), que prevé que este año el mercado automovilístico español caiga un 32%.
Con esta evolución, Faconauto estima que hasta finales de 2020 el nuevo plan de ayudas a la compra de vehículos superará las 210.000 unidades, lo que permitirá achatarrar esa cantidad de coches de más de diez años.
Según la organización, el Plan Renove está jugando un papel "importante" en la dinamización del mercado automovilístico español, que se está produciendo antes de lo esperado y con cifras que se acercan a las del ejercicio pasado.
En concreto, calcula que el Plan ha generado una demanda añadida (compradores que no pensaban cambiar de vehículo, pero que lo han hecho animados por los incentivos oficiales) de unas 28.000 matriculaciones, que superarán las 56.000 hasta final de año. De esta manera, la eficiencia del Renove se sitúa en el 25%, cinco puntos más que la obtenida por el Plan PIVE, el último de similares características.
Por todo ello, Faconauto prevé que el ejercicio cierre con una caída del 32%, con 853.000 unidades. Una bajada que se hubiese acercado al 40% sin la influencia positiva del Renove. De cara a 2021, la organización asegura que el mercado rebotará un 24%.
"La puesta en marcha ha sido vital para recuperar un mercado que había desaparecido y que ahora casi ha vuelto a las cifras del año pasado. Además, hay otros dos aspectos que están influyendo positivamente: por un lado, el buen trabajo que están haciendo marcas y concesionarios, y por otro, el hecho de que el vehículo privado es posesión vuelve a ser prioritario para los españoles", ha subrayado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
Entre otros datos, Faconauto espera que los vehículos matriculados este año tendrán unas emisiones medias de 113 gramos de dióxido de carbono (CO2), lo que supondrá un descenso de cinco puntos con respecto a 2019.
"Las marcas están trasladando la responsabilidad de cumplir la normativa a los concesionarios, que están automatriculando coches que no tienen suficiente demanda en la actualidad. Me refiero sobre todo a los vehículos eléctricos, que se están matriculando pero que en gran medida se acumulan en nuestras campas. Los fabricantes han tenido desde 2010 para cumplir con los objetivos europeos, y ahora no vamos a permitir que los concesionarios soporten esa presión", ha indicado Pérez.