CASTELLÓ. Tan solo un premio se llevó la provincia en los últimos Premios Carles Santos de la Música Valenciana, unos galardones a los que optaba David Moliner por Physical sound, el cual se convirtió en el Mejor disco de clásica contemporánea y experimental. Mientras que a Malparlat, también nominado por Sentimentral como Mejor Disco de Música Urbana, se le escapó el Carles Santos. El cantante de Nules sí logró, en cambio, triunfar en los Premios Ovidi a Mejor disco de hip hop y electrónica, aunque no tuvieron la misma suerte Trobadorets, Aina Parlar y Apologia. Tampoco en los Premios de Artes Escénicas Valencianas el talento local logró un gran reconocimiento. Si bien El Artefacto de El Gatopardo y La Zafirina optaba a cuatro nominaciones, no logró llevarse ninguna estatuilla a casa y el único premio que rascó la provincia fue por L’abraçada dels cucs -una producción de Cactus Teatre, dirigida por el vila-realense Sergio Caballero- que se convirtió en el Mejor Texto gracias al trabajo de Paula Llorens.
¿Por qué a Castellón se le escapan los premios? ¿No hay talento suficiente? ¿O hay una falta de visibilidad? Son múltiples los factores que seguramente hay que tener en cuenta, por eso Castellón Plaza pregunta directamente al sector cultural de la provincia.
Como bien dicen desde la asociación Proart, que representa a diferentes profesionales de las artes escénicas de las comarcas de Castellón, "el tema de los premios es delicado, a veces parece que si no estás de acuerdo o tienes alguna queja, es porque tú no estás presente". Sin embargo, los premios no son un mecanismo de visibilidad más; exponen de golpe aquellos que se supone son los trabajos más destacados del año. "Por comparar un poco (teniendo en cuenta todos los peros del mundo), gracias al feminismo hemos podido darnos cuenta de que la creencia de que la poca representación femenina en muchos premios no era exactamente debida a que las mujeres son menos buenas que los hombres, era totalmente falsa. Porque la cosa no funciona exactamente así. Y en esta poca representación actuaban, y actúan, otros muchos factores. Quizás pasa algo parecida con la territorialidad y los premios aquí en casa nuestra. Que van desde los círculos de complicidad, hasta la capacidad de inversión y comunicación... Y también, incluso, que muchas compañías de fuera de València directamente no sienten que forman parte de esa fiesta de las Artes Escénicas, y parten de la base de que ni siquiera merece la pena presentarse".
Lo cierto es que de los 103 espectáculos que se inscribieron a los V Premios de las Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura, 11 procedían de Castellón, 8 de Alicante y, el resto, 63 de València.
"Hay una falta evidente de representación de compañías que no están situadas en València ciudad y que no han pasado por los teatros de la capital", manifiestan desde Proart, que detectan varios problemáticas. "No es lo mismo ver una obra en vídeo que en directo, y para poder verla en directo (teniendo en cuenta que la mayoría del jurado ve las obras en València), obviamente has tenido que ser programada en València ciudad. Por otro lado, hay que pensar que también actúan los círculos de conocimiento y que por lo tanto se piensan y se tienen más en cuenta aquellas compañías que ya has visto o que conoces y es más complicado tener visibilidad cuando no vives y no estás en los centros culturales. Esto pasa muchísimo también con el tema de la programación", señalan desde la asociación.
Aunque es evidente que en València hay un porcentaje más elevado de compañías y por lo tanto de espectáculos, creen desde Proart que suele haber un pensamiento generalizado de creer que lo que se hace en las capitales, y las ciudades en general, es "mejor, más moderno y se le otorga más valor". "También es importante saber quién es el jurado, de dónde es, qué ha visto y en qué teatros, qué se está premiando y cuáles son los criterios.
A partir de aquí, Proart lanza una propuesta: ¿por qué no abrir los premios a más categorías? "Los premios de las Artes Escénicas Valencianas son muy generales y no dan cabida a propuestas más innovadoras o pequeñas. En otros premios existen categorías que tienen que ver con: gran formato o pequeño formato, revelación, de proximidad, de humor, de escena híbrida, emergentes... que buscan dar cabida a otras tipologías de espectáculos y creadoras. Esto quizás ayudaría a romper un poco la endogamia actual".
En el caso de los Premios Carles Santos de la Música Valenciana, se debería si cabe garantizar más aún la pluralidad, puesto que los grupos y solistas que han resultado finalistas o ganadores obtienen una recompensa mayor a este título, como es participar en el circuito Sonora, que programa conciertos por todo el territorio valenciano para dar a conocer sus trabajos. "Los premios sí tienen repercusión. Yo mismo, como parte de la asociación En Viu, he recibido múltiples llamadas de gente para felicitarme tras el premio de honor que nos dieron. Pero, además, en este caso, recibir un Premi Carles Santos es entrar en el circuito", expresa Luis Óscar García, también responsable de la productora y discográfica castellonense Metrònom.
La música castellonense vivió con sorpresa las nominaciones de la última edición de Carlos Santos, unos finalistas que, además, se dan a conocer en la capital de la Plana dentro de la celebración del Trovam. "Los allí presentes le comentamos a Marga Landete (Directora Adjunta de Música i Cultura Popular del IVC) que nos sorprendían las nominaciones. Pensamos que, por ejemplo, Trobadorets debía estar", señala García, que añade: "Es evidente que existe un centralismo brutal. Este año en Metrònom hemos programado 1068 conciertos y representamos a muchísimos artistas que no han salido nominados. Es como poco extraño. Parece que en las grandes ciudades no se ve del todo la realidad".
Tampoco desde La Seta Azul, productora y sello castellonense, tienen mucha esperanza en los premios. Opina Juanki Tomas que uno de los mayores problemas es que están "teñidos políticamente". "Por este vínculo con la política, no termina de ser una cosa extremadamente popular entre los músicos. Muchos no se presentan. No es una referencia válida de la escena que representa", agrega.
No obstante, más allá de la representación que pueda tener Castellón en unos premios autonómicos, la realidad es que la provincia cuenta con un tejido precario. En cuanto a las artes escénicas, "no existe ningún tipo de subvención a la creación de carácter municipal ni provincial. A València, sí. Aquí tradicionalmente no se ha invertido en esto, ni tampoco en una infraestructura cultural", manifiestan desde Proart. En este sentido, como expone la asociación recibir ayuda pública sería fundamental para crear, producir y distribuir "con más facilidad", desde cualquier parte del territorio.