CASTELLÓ. Es evidente que ya no consumimos cine como hace diez años. Si antes únicamente nos acompañábamos del snack o bebida que elegíamos para ver la película que proyectaban en el cine o echaban en nuestro televisor, ahora ni con esas le quitamos el ojo a nuestro smartphone. Una dependencia hacia nuestros dispositivos digitales que la crisis sanitaria por el coronavirus aceleró. En 2021, la media de asistencia a una sala de cine por habitante en la Comunitat Valenciana fue de 0,95. En Castellón se vendieron 374.456 entradas, en Alicante 1.640.980 y en Valencia 2.809.574. Aunque, los datos fueron buenos porque hubo un crecimiento de público, los expertos tienen claro que el espectador está cada vez más habituado a consumir cine de forma individualizada en sus casas a través de las plataformas de streaming. Y aquí aparece el problema, porque como apuntan, está ganando fuerza la "era de la desatención".
¿Qué ocurre cuando nos llega una notificación en el cine? Muy posiblemente no haremos caso, excepto si es una emergencia. Mientras que casa es muy probable que Whatsapp o Instagram se impongan al film que vemos.
"El público está acostumbrándose a ver cine en un entorno doméstico, lleno de distracciones, que altera la forma tradicional de ver las películas. Inmersos como estamos en la era de la desatención, nos parece necesario reivindicar la naturaleza del espectáculo cinematográfico, cuya mirada en la oscuridad de la sala de exhibición es más atenta y centrada que la mirada que promueve el consumo individualizado a través de las pantallas de dispositivos móviles, ordenadores o televisores", señalan los responsables del V Congreso Internacional sobre Análisis Fílmico que tendrá lugar, del 21 al 24 de noviembre, en la Universitat Jaume I de Castelló.
Cinéfilos y profesionales de la comunicación han creído necesario abrir un espacio de reflexión y debate sobre la naturaleza del cine, que aborde todos los cambios que se están viviendo respecto a nuestra manera de comprender, consumir y relacionarnos con las imágenes. Porque, como insisten, al tiempo que las salas de cine han ido perdiendo relevancia, se han producido importantes cambios en la forma de consumir imágenes con la expansión de las grandes plataformas audiovisuales como Netflix, Amazon, HBO o Disney+. Algo que, además, "está dibujando un escenario internacional de concentración y control de la producción, distribución, exhibición y emisión de contenidos de entretenimiento que, inevitablemente, plantea un claro paralelismo con la situación del dominio monopolístico de la industria norteamericana del cine en la era de los estudios de los años 30 y 40, con consecuencias importantes en la construcción de los imaginarios sociales e identidades nacionales".
Durante cuatro días Castelló será así sede del análisis fílmico. Un congreso que presidirá Santos Zunzunegui, referente ineludible del campo de la teoría, historia y análisis del cine y de la imagen. La inauguración contará además con la presencia de la rectora de la UJI, Eva Alcón, y el Presidente del Consejo Audiovisual de la Comunitat Valenciana, José María Vidal.
El encuentro busca, con todo, reivindicar la importancia del cine en el sistema educativo. "En la era de las multipantallas es necesario impulsar la educación mediática", afirman desde la universidad. Uno de los proyectos referentes que se expondrán es 'Platino Educa', una plataforma con la que maestros y profesores pueden enseñar matemática, tecnologías, ciencia o arte a sus alumnos usando películas de España y Latinoamérica. Sus creadores defienden que educar de esta forma favorece desde la "alfabetización audiovisual" hasta el "pensamiento crítico". Otro ejemplo es 'A Bao a Qu', un programa de pedagogía del cine en escuelas e institutos que se inició en 2005 y no solo proyecta films sino que también organiza talleres.
Por otro lado, se expondrán los "límites y márgenes" de un documental, se profundizará en la importancia de saber analizar una película y se pondrá atención en las autoras del cine español contemporáneo. Entre los profesionales que acompañarán estos encuentros está el director de cine y escritor cinematográfico Paulino Viota Cabrero; los catedráticos en Comunicación José Luis Castro de Paz, Pilar Carrera Álvarez o Nancy Berthier, desde la Université de Sorbonne Paris IV.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto