VALÈNCIA. Quienes visitan el stand de Porsche en la feria Retro Classics de Stuttgart siempre se embarcan en un viaje en el tiempo. Este año, del 25 al 28 de abril, el fabricante de automóviles deportivos mostrará la exposición "Beyond Performance - 50 years of Porsche Turbo" (Más allá del rendimiento: 50 años del Porsche Turbo) para conmemorar el cincuentenario del 911 Turbo.
Retro Classics atrae a Stuttgart a muchos aficionados a los coches clásicos y entusiastas de los deportivos de todo el mundo. Para Porsche, la feria no es solo un partido en casa, sino también una fecha fija en el calendario de eventos. De jueves a domingo, del 25 al 28 de abril de 2024, el fabricante de automóviles deportivos estará allí representado con una selección especial de vehículos. "Este año celebramos los 50 años del Turbo en Retro Classics. Ningún otro modelo refleja tanto la fuerza innovadora de la empresa como los Turbo", afirma Achim Stejskal, Director de Museo y Patrimonio de Porsche.
En 1974, el fabricante de automóviles deportivos presentó el primer 911 Turbo de producción en el Salón del Automóvil de París. Al estilo típico de Porsche, esta tecnología se trasladó de la competición a la producción en serie.
El sábado 27 de abril a las 14:00 horas, Thomas Krickelberg, Director de la Gama 911/718, y Frank Jung, Director de Archivos Corporativos, hablarán con el piloto monegasco y ganador de Le Mans Stéphane Ortelli sobre el Turbo. A continuación, Ortelli, que ganó las 24 Horas con el Porsche 911 GT1 junto con sus compañeros de equipo Laurent Aïello y Allan McNish en 1998, estará disponible para firmar autógrafos. Además de la charla sobre Turbo, los asistentes también podrán disfrutar de visitas guiadas diarias sobre el tema de los 50 años del Turbo.
En la zona A74 del pabellón 1, la empresa expondrá el primer 911 Turbo, con el que Porsche inauguró una nueva era. El modelo expuesto, el primero de su clase, es también único, ya que se trata del Porsche 911 Turbo "Nº 1" que Louise Piëch recibió por su 70º cumpleaños, en el verano de 1974.
A diferencia de las versiones Turbo ofrecidas por el fabricante a partir de la primavera de 1975, el regalo de Piëch presentaba la carrocería estrecha del 911 Carrera. El capó del motor del deportivo de 240 CV (176 kW) llevaba la palabra "Carrera" en lugar de "Turbo".
La hija de Ferdinand Porsche decidió no tintar el parabrisas para poder ver el pintoresco paisaje montañoso austriaco en sus verdaderos colores. Una placa en la guantera lleva las iniciales LP y la inscripción "Turbo-Porsche Nº 1, Stuttgart-Zuffenhausen, 29 Aug. 1974".
La siguiente pieza expuesta en el stand será un 911 Turbo 3.0 Coupé de 1975. El Porsche en verde plata diamante es uno de los 30 primeros Turbo fabricados. Sus retrovisores procedían del Carrera y estaban pintados en el color de la carrocería. Las prolongaciones de las aletas todavía se soldaban a mano.
Otra atracción en el área de más de 500 metros cuadrados será un 911 GT2 con un gran alerón y tomas de aire adicionales. Unas aberturas laterales en ese alerón suministraban aire al motor. Para no añadir peso innecesario, se limitó al mínimo el equipamiento del deportivo de 1996. Las puertas y el capó eran de aluminio; las ventanillas traseras y laterales, de vidrio fino; se prescindió por completo de material aislante. En comparación con la versión de serie, el motor biturbo entregaba 20 CV más.
Con el 911 GT1 '98, Porsche presentará en el recinto ferial un "peso ligero": tan solo 970 kilogramos. A diferencia de sus predecesores, que tenían la parte frontal del chasis de chapa de acero, su monocasco estaba hecho con fibra de carbono. El motor de seis cilindros y 3.2 litros refrigerado por agua con dos turbocompresores alcanzaba unos 550 CV (404 kW). Gracias a la innovadora electrónica del motor, el consumo de combustible resultaba muy bajo, una ventaja decisiva en las carreras de Le Mans. Este ejemplar sirvió como vehículo de pruebas y, más tarde, para sesiones fotográficas.
El 911 Turbo S que se mostrará es uno de los 435 ejemplares construidos por Porsche Exclusive. Con 450 CV (331 kW), el motor bóxer biturbo refrigerado por aire fue uno de los más potentes de la generación 993 del 911. El chasis del deportivo se rebajó 15 milímetros y la carrocería estaba dotada de un paquete aerodinámico con alerones delantero y trasero. Las cuatro salidas de escape llamaban mucho la atención. Los visitantes del salón que se asomen al interior verán casi todas las piezas de plástico recubiertas de cuero.
Hay una historia especial en el stand detrás del último Turbo. El 911 Turbo S "Duet" de 2020 es el resultado de una colaboración entre Porsche y el fabricante de aviones Embraer. Quienes optaron en su día por el avión de negocios Phenom 300E pudieron adquirir un 911 Turbo S personalizado en un acabado de pintura bicolor plateada. El deportivo de 650 CV tiene muchos detalles que se inspiran en la aviación. Por ejemplo, las tomas de aire laterales y las molduras de las ventanillas en cromo brillante recuerdan a los motores a reacción. La matrícula individual del reactor correspondiente se encuentra en la parte inferior del alerón trasero y en la llave del vehículo, que está limitado a diez unidades. Basándose en la rotulación de las alas de los aviones, los paneles de los embellecedores de los umbrales de las puertas llevan la inscripción "No step".
Además de emocionantes modelos de la era turbo, Porsche también mostrará a los visitantes dos motores. Uno de 1988 representa la segunda generación del Turbo, mientras que el otro es de la séptima generación. Hay 26 años y 220 CV de diferencia entre los dos, el primero de ellos conocido internamente como 930 y el segundo como 991.
Porsche expondrá en una vitrina varias piezas de sus archivos, entre ellas un dibujo de la rotulación del Turbo de 1974, publicidad y la ficha de equipamiento del primer Turbo. La tienda del museo integrada en el stand ofrecerá a los visitantes productos seleccionados relacionados con Porsche, así como una colección creada especialmente para el aniversario del Turbo.