VALÈNCIA. El debate político de los últimos días en el Ayuntamiento de València no se ha centrado en cuestiones de gestión concreta municipal, ni siquiera sobre las Fallas, que acostumbran a fagocitar la conversación en el Cap i Casal durante el mes de marzo. El grupo municipal de Vox, que conforma con el PP el gobierno local que dirige María José Català, ha sido el que ha marcado la agenda, obligando a sus socios de gobierno, los populares. a posicionarse sobre controversias hasta ahora minoritarias, como la memoria de Guillem Agulló, o como en otras ocasiones, acerca de las políticas feministas.
Así, en plena semana del 8M, el grupo municipal de Vox que encabeza el concejal de Parques y Jardines, Juan Manuel Bádenas, anunció la retirada de las políticas activas de empleo de discriminación positiva en favor de las mujeres de los estatutos de la Fundación Valencia Activa, dependiente del Ayuntamiento y que preside el propio Bádenas. Una decisión aprobada en el Patronato con el voto desfavorable de la oposición y ante la negativa de sindicatos y patronal, también miembros del patronato, y con la ausencia del Partido Popular, que había delegado su voto en su socio de Vox.
La decisión obligó al Partido Popular a salir al paso de inmediato, ante las sonoras críticas de Compromís y PSPV, para desmarcarse de lo aprobado en el patronato y defender la necesidad de "políticas y programas que faciliten el acceso laboral de las mujeres a cualquier nicho de empleo", así como a "reducir las desigualdades entre hombres y mujeres" y eliminar la brecha salarial. Postulados que, sin embargo, el partido mayoritario del gobierno municipal no evitó que se eliminaran de los principios rectores de la Fundación de empleo del Ayuntamiento.
Más allá de que pueda considerarse un movimiento simbólico, la tensión ideológica generada por esta modificación ya había roto el tablero y acabó por ser determinante en el pleno de este jueves, cuando el PP de Catalá llevaba a votación una moción sobre el 8M, como acostumbra a hacerse cada año en estas fechas, y tras haberla trabajado conjuntamente con Compromís y PSPV, que encabezan Papi Robles y Sandra Gómez respectivamente. La moción acabó por no salir adelante.
Además de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la moción impulsada por la edil del PP Rocío Gil acordaba "promover actividades que visibilicen la igualdad efectiva" entre hombres y mujeres, difundir la campaña institucional 'Mujeres en movimiento', crear el foro anual Mujer y Deporte, "continuar impulsando políticas públicas" para "reforzar la igualdad real y efectiva [...], fomentar la conciliación, reducir la brecha salarial, así como rechazar cualquier forma de violencia contra la mujer", desarrollar protocolos de prevención ante situaciones de violencia y discriminación, promover el deporte femenino, o incluso trabajar por un modelo de ciudad que elimine "las causas que obligan a las mujeres a prostituirse".
Sin embargo, la oposición, que en principio era favorable a la moción, acabó por presentar una alternativa para forzar al PP a posicionarse sobre lo ocurrido en la Fundación Valencia Activa, donde había delegado su voto en el Patronato a Vox. De esta manera, Compromís y PSPV presentaron un texto donde incluían también la revocación del acuerdo de la Fundación que eliminó el término 'mujer' en la promoción del empleo, además de solicitar que se mantuviera "el lenguaje inclusivo" en los estatutos del organismo. Roto el consenso, Gil afeó a la oposición su actitud: "Yo trabajé una moción con la oposición, para trabajar en todo lo que nos une y ustedes han traído una alternativa sin hablarla antes", aseguró en el pleno municipal.
Y aunque desde Compromís, Lucía Beamud valoró su "esfuerzo de unidad", le recordó las políticas en favor de las mujeres requieren de "compromiso y hechos": "Lo que pasó ayer es muy grave. Ha sido aceptado por el PP como gobierno". Algo similar a lo que dijo Nuria Llopis (PSPV), que además de agradecer el acuerdo alcanzado en la moción original, señaló a Gil que "la realidad de su gobierno" no es esa e instó al PP a "resarcirse del error, del borrado de a las mujeres en Valencia Activa", "volver a la redacción anterior" y "desmarcarse de sus socios".
Desde la comodidad de quien no iba a apoyar ni una moción ni la alternativa, Bádenas (Vox) aprovechó la controversia generada para ahondar en las diferencias con los populares y reprochó a Gil estar "más de acuerdo con los grupos de la oposición que con su socio de gobierno en este punto" e insistió en que la posición de Vox es la de "los valores y fundamentos constitucionales".
Pero además, Vox también consiguió abrir otro melón inesperado, aprovechando que recientemente habían conseguido el apoyo del PP en Les Corts Valencianes para eliminar los premios Guillem Agulló. Así, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento anunció, justo antes del pleno, su intención de cambiar la denominación de uno de los paseos del Jardín de Viveros que lleva el nombre del militante antifascista, asesinado en 1993. Un anuncio que pilló a traspiés también a los populares, que dijeron desconocer la propuesta del partido voxista y tuvieron que posicionarse poco después para manifestar su desacuerdo.
De este modo, el portavoz del PP y portavoz del gobierno municipal, Juan Carlos Caballero, tuvo que salir al paso para relativizar el impacto de la propuesta, al explicar que es la idea "de un grupo municipal más" que se sustanciará en la Comisión de Cultura, donde cada partido emitirá su voto. Y allí, dijo, el PP no la aceptará porque está "a favor de la convivencia y no del frentismo". Una posición que, junto a la negativa de Compromís y PSPV, hace inviable que salga adelante la pretensión de Bádenas.
Papi Robles (Compromís) aseguró que Agulló "fue una víctima del terrorismo fascista que está alentando Vox" y expresó que, a su juicio, el partido de Bádenas está dando pie a que vuelva "la violencia en las calles por una cuestión totalmente ideológica". Y por su parte, la portavoz del grupo socialista, Sandra Gómez, lamentó la intención de "borrar una parte muy importante" de la historia de los valencianos con la eliminación del paseo dedicado a una persona "que luchó contra el fascismo y el odio y por la libertad y la democracia" e insistió en que se trata de "algo absolutamente sorprendente, que sería irracional, incomprensible, en cualquier país de Europa".
A todo ello se sumó el cambio climático como otro de los ejes del debate donde también Vox fue el protagonista ante la propuesta de la oposición de reprobar al concejal de Devesa-Albufera, José Gosálbez, por haber negado que el cambio climático tiene como origen la acción humana, y haberlo hecho en la apertura de una cumbre sobre humedales celebrada en el marco de la Capitalidad Verde Europea que València ostenta la ciudad este año.
Así, el Partido Popular apoyó a Vox y cerró filas para evitar la reprobación de Gosálbez, si bien nadie de los populares tomó la palabra sino que fue el propio Gosálbez el que se defendió en el pleno para subrayar que a ningún miembro del gobierno municipal "les ha alarmado" su discurso en la cumbre internacional. Así, subrayó que que "no se niega el cambio climático, no se ha negado la evidencia, lo que se ha negado es que el cambio climático sea por la acción del hombre. Negamos que sea por la acción del hombre", se mantuvo Gosálbez, quien negó eso sí la "emergencia climática" porque "no hay evidencia científica" ni "pensamiento único" al respecto.
Así, Robles señaló que era una "buena oportunidad" para que Catalá y el resto del PP se desmarcaran de las palabras de Gosálbez para "cuidar" la "imagen" de València y desligarla de una postura "negacionista que no cree en el cambio climático" y lamentó que sea Vox quien "mande" en el ejecutivo local así como "la imagen" que se está dando de la ciudad. "Calláis y agacháis la cabeza. Os están haciendo pasar por el aro. Os las estáis tragando todas", dijo a los representantes del PP en referencia a sus socios de Vox.
También Elisa Valía, del PSPV, aseguró que quien "marca" la agenda del Ayuntamiento "es Vox", y señaló que "Vox es útil al PP porque hace el trabajo sucio. El PP aparece como moderado pero hace lo mismo". Y aseguró que las "barbaridades" de Gosálbez "contribuyen al descrédito de la ciudad y suponen una traición a la Capitalidad Verde Europea", además de "menoscabar oportunidades" para València y sus empresas.