VALÈNCIA. El debate interno existe desde hace años, pero ha alcanzado su punto culminante en los más recientes. ¿Tiene que visibilizarse el PPCV en las reivindicaciones del Orgullo LGTBI? La pregunta resulta controvertida desde todos los puntos de vista por los que se analice dentro de un partido de espectro ideológico amplio entre la vertiente más liberal y la más conservadora, en el que algunos posicionamientos políticos públicos se han ido adaptando con el paso del tiempo con no poca discusión.
Las diferencias, que siguen existiendo, se han percibido en diferentes momentos. El exdiputado autonómico y exasesor de Eduardo Zaplana cuando era presidente de la Generalitat Felipe del Baño fue noticia en 2005 por ser el primer parlamentario popular en reconocer su homosexualidad. El momento era importante, puesto que lo hizo en plena tramitación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo impulsada por Zapatero y en la que el PP votó en contra, además de con algunos alcaldes y concejales de su partido anticipando que no oficiarían enlaces. Posteriormente, pidió a su formación que retirara el recurso de inconstitucionalidad.
Diez años después, en uno de los momentos mediáticos que más se recuerdan por su trascendencia política, Mariano Rajoy, junto a gran parte de la cúpula del PP, acudió a la boda gay del vicesecretario general de Sectorial del PP, Javier Maroto, en lo que supuso la apertura oficial del melón de este asunto pese a las contradicciones internas.
"El tema de la homosexualidad está superado internamente, pero no es tan reciente. Sobre todo durante los últimos cuatro años ha habido un avance muy importante", señalan fuentes de los populares valencianos. De hecho, algunas de las leyes impulsadas por el Botànic en Les Corts generaron un importante debate. Dos ejemplos fueron la conocida como 'ley Trans', aprobada en 2017 con el voto en contra del PP, y la 'ley LGTBI', que el Parlamento autonómico sacó adelante, pero esta vez con la abstención de los populares. En el discurso de ese pleno, aseguraron que era una "abstención muy positiva" porque no era la que ellos habrían redactado, pero no se oponían a ella.
"Tenemos que mantener nuestros principios y nuestra raíz, pero adaptarlos a la realidad cambiante", indican desde la formación. La estrategia pasa por ir un paso más allá que hasta ahora: aumentar la presencia en los actos oficiales del Día del Orgullo. "Asumimos con normalidad que si estamos en una jornada de reivindicación, estamos en el 8-M o estamos en la reclamación de la igualdad salarial, podemos acudir altos cargos del partido a la marcha del Orgullo", señalan. Una mayor visibilidad que, admiten, son conscientes de que puede provocar el rechazo de otros partidos y colectivos (e, incluso, de gente del suyo propio) que les echen en cara posicionamientos como que votaran en contra de la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo o no apoyaran la ley del divorcio.
"No pretendemos sobreactuar ni escenificar en exceso porque no se trata de puros intereses electoralistas, pero sí estar", afirman. Una decisión en la que, sin embargo, resulta obvio que pesa la estrategia política. Con un Ciudadanos hundido y ante un Vox que se posiciona frontalmente en contra de todo lo relacionado con el Orgullo, el PPCV se marca como objetivo ocupar lo que denominan el centro social, un ámbito en el que habitualmente se mueve mucho mejor la izquierda.
Así, de hecho, lo expresan en la ponencia política que llevarán al congreso del próximo fin de semana y que encumbrará a Carlos Mazón como nuevo líder. Precisamente él, junto con otros cargos populares como la presidenta en València, María José Catalá, y su homólogo en la provincia, Vicente Mompó, acudieron hace pocos días a un acto en Paterna con motivo de la Semana del Orgullo que ya pretendía ser simbólico en este sentido. En él recordó que el PP sacó adelante la primera Ley de Parejas de Hecho de España.
"Con Mazón hay un salto porque tiene pocos reparos. Catalá se encuentra también en sintonía. Y a ello se une que se ha incorporado mucha gente joven que ha puesto la reivindicación encima de la mesa. Piden a los dirigentes que en sus discursos mencionen la libertad en todos los sentidos. Esto no es incompatible con principios y valores del PP, es una realidad social y del partido. Si pedimos libertad para todo no podemos no pedir para esto", remarcan fuentes populares.
El movimiento dentro de Nuevas Generaciones resulta evidente. Pese a que no ha ocurrido lo mismo que en partidos como Compromís, donde integraron al asociacionismo LGTBI en la propia coalición, el activismo de las 'juventudes' del PP ha cogido fuerza en los últimos tiempos. Las redes sociales son una buena muestra de ello, con reivindicaciones constantes. El camino por recorrer, aun así, todavía es largo en un partido en el que existen personas que prefieren no significarse como homosexuales.
En este sentido, hay quien en el seno de las Nuevas Generaciones celebra que el partido camine en esta senda, en la de coger banderas que tradicionalmente han quedado abandonadas y patrimonializadas por la izquierda. "Los últimos actos han sido de los más explícitos del partido" en cuanto a la defensa de los derechos LGTBI, señalan fuentes de NNGG, quienes lamentan que hasta ahora no se hubiera 'salido del armario' en esta cuestión. Máxime teniendo en cuenta el gran peso que dentro de la organización juvenil tiene la presencia de miembros LGTBI.
De hecho, el debate sobre la presencia de los jóvenes del PP en los actos del Orgullo no es nuevo. En otras ocasiones se ha planteado la posibilidad de asistir como organización a algún acto pero finalmente sólo han acudido miembros a título individual. De manera que la visibilidad del partido en esta cuestión ha quedado totalmente velada.
Pero poco a poco, esta suerte de tabú va desapareciendo y cada vez es mayor la postura de quienes opinan que la fuerza popular ha de estar presente en estas reivindicaciones y se celebra que el partido vaya dando pasos en este sentido aunque exista cierto temor de que algunos pactos electorales con Vox puedan suponer cierto retroceso en derechos y libertades ya conquistados.
Con todo, esto se da por hecho que no ocurrirá, pese al anuncio de la Comunidad de Madrid de buscar una revisión de las leyes LGTBI autonómicas. Estos cambios se entienden como matizaciones que en ningún caso darán lugar a recortes importantes para las personas homosexuales, bisexuales y transexuales. Con todo, el debate interno continúa y el PP valenciano se debate entre la mayor visibilidad y la atención a su ala más conservadora en este sentido.