Primera toma de contacto entre Cultura y Diputació para desatascar las obras del Teatro Principal

VALÈNCIA. Que el Teatro Principal de València, propiedad de la Diputació y cogestionado con el Institut Valencià de Cultura (IVC), necesita una rehabilitación no es ningún secreto. Las acciones a acometer, relativas a cuestiones de accesibilidad o a la mejora del patio de butacas, están reflejadas en un plan director que desde la legislatura pasada está sobre la mesa, un informe que también señala qué asuntos son más urgentes. Tampoco es un secreto que la actual corporación provincial ha descartado un cierre total de la sala y opta por cierres parciales, aprovechando los meses de menor actividad, para llevar a cabo las obras. Son muchas las preguntas que han ido encontrando respuesta en este tiempo, pero todavía queda por resolver la más importante: esto quién lo paga.

Para poner esta cuestión sobre la mesa se reunieron este jueves ambas instituciones, un encuentro impulsado desde la corporación provincial que, entre otros, contó con la participación de la Secretaria Autonómica de Cultura y Deporte, Paula Añó; la vicepresidenta segunda de la Diputació, Reme Mazzolari, y la diputada delegada de Teatros, Rocío Gil. “De esta reunión tenemos que salir con una partida presupuestaria conjunta […] En los últimos años, la relación o el desarrollo del convenio [para cogestionar el Principal] no ha sido el que esperábamos. Hay que poner fin a esta situación”. Estas palabras las firmaba Rocío Gil hace apenas unas semanas durante un desayuno informativo con medios, en el que ponía negro sobre blanco la necesidad de un cambio en la relación con la Conselleria de Cultura. El cambio parece haber empezado, aunque todavía está por concretar los términos.

Este jueves se reunieron por primera vez unos y otros para tratar de desatascar la situación del Teatro Principal, una primera toma de contacto que parece encauzar la necesaria rehabilitación del centro aunque todavía no se han aterrizado las bases de una nueva relación que aclare las responsabilidades por lo que respecta al mantenimiento e inversiones en el edificio. Cabe destacar que ha sido la propia Diputació la que ha convocado la reunión y la que, en sus Presupuestos de 2024, ha creado una partida “residual” de 60.000 euros para los trabajos, una cantidad muy inferior a la necesaria pero sujeta a modificaciones a la espera de ver quién paga qué. 

La coordinación por lo que respecta al inmueble es una cosa, pero también está sobre la mesa la cuestión artística. Cabe recordar que desde hace años la Diputació y el IVC se reparten las semanas de uso, una división que ha quedado marcada tanto en contenido como a nivel de marca y que ahora se quiere reencauzar. “La idea es que exista una programación conjunta. Lo importante es dejar esas diferencias, que parece ser que existían hasta ahora, para que exista una programación del Principal”, reflejó la diputada hace algunas semanas. 

En este sentido, hay dos factores clave, por un lado el hecho de que el Teatre Escalante continúa sin sede estable a la espera de la construcción de su nuevo espacio y, por otro, el cambio de gestión del área de Artes Escénicas en el IVC, tras el cese de Roberto García como director adjunto, al que hace unos días se sumó el cese de Abel Guarinos como director general del IVC. Será María José Mora, directora de Dansa València, quien ocupe próximamente la plaza de dirección adjunta, tras ser propuesta por el comité de selección.