MADRID (EP/VP). En verano cambia la rutina y con ella los hábitos que se adquieren durante el resto del año, pues se come a deshora (incluso a veces no se hace de forma saludable), se atrasa la hora de despertarse, se trasnocha y, en ocasiones, se disminuye la actividad física.
Todo ello hace que varíen también los ritmos intestinales y se sufra de estreñinimiento, pesadez y malestar en general, una situación que puede estropear las vacaciones y hacer que no se disfrute de ellas como es debido después de estar todo el año esperándolas.
Por ello, la nutricionista de Fuca, Gemma Martínez, ha elaborado una serie de consejos para ayudar a prevenir y combatir este problema y así conseguir una regularidad intestinal en la época estival.
1. Consumir abundante fibra. La mayor fuente de fibra está en la fruta y la verdura, pero también en las legumbres, los frutos secos y los cereales. Lo más recomendable es tomar cinco piezas de fruta y verdura al día, así como legumbres, ya que aportan una gran cantidad de fibra, y ayuda a mantener en buen estado nuestra flora intestinal.
2. Beber agua. Es importante acompañar el consumo de fibra con agua, y se recomienda tomar entre 1,5 y 2 litros al día. Agua, infusiones, caldos de verduras o zumos. "La hidratación es fundamental en verano para evitar problemas de salud y básica para favorecer las digestiones y la evacuación", ha explicado Martínez.
3. Reducir el consumo de grasas saturadas, moderando el consumo de carne a la semana, y aumentando el de pescado, especialmente el azul.
4. Evitar alimentos prohibidos y astringentes. Al organismo le cuesta procesar un buen número como harinas refinadas, precocinados o dulces. Además, hay que decantarse por tomar alimentos que favorezcan el tránsito intestinal, como la ciruela o el kiwi, y evitar el exceso de algunos otros como la patata o la zanahoria.
5. Elegir las versiones integrales de los alimentos. Contienen un alto índice de fibra que favorece el tránsito y la salud de la flora intestinal. Además, de saciar y tener menor necesidad de comer entre horas.
6. Comer despacio, masticando bien los alimentos, porque la digestión empieza en la boca con la salivación y la masticación.
7. Practicar ejercicio físico. Aunque se esté de vacaciones hay que intentar mantener un mínimo de actividad física diaria. Así como realizar ejercicios que trabajen la zona abdominal.
8. Eliminar hábitos como el consumo de alcohol y tabaco. Afectan a la salud de la flora intestinal, por lo que es recomendable limitar todo lo posible su consumo.
9. Establecer horarios y rutinas regulares. Aunque no se tengan preocupaciones, conviene educar al intestino y fijar, en la medida de lo posible, los horarios tanto para comer como para ir al baño, así el cuerpo se acostumbrará a una cierta regularidad.
10. Ayudarse con complementos alimenticios con activos naturales que consigan una flora intestinal saludable y a regularizar la función intestinal.