VALÈNCIA (VP). Juan Aparicio está de celebración por partida doble: él va a cumplir 70 años y su empresa, Aparicio Tratamientos cumple 41. Y aunque afirma querer empezar a retirarse y dejar la empresa familiar en manos de su hija Diana, «que está mucho mejor preparada de lo que yo lo estaba para gestionarla y seguir creciendo», lo cierto es que sigue con la misma inquietud que cuando creo la empresa y cuando le preguntas por los proyectos de futuro para la compañía, no deja de enumerar las cosas que quiere poner en marcha antes de irse. Y no son pocas: sustituir la flota de vehículos actuales por vehículos eléctricos, potenciar el servicio de control de calidad del aire en interiores y también introducir las trampas inteligentes (portacebos conectados a wifi, que cuando hay un problema avisan y pueden actuar antes y rápidamente) y «seguir mejorando día a día para dar un mejor servicio a los clientes».
Aparicio Tratamientos nació en 1991, pero Juan llevaba ya más de 15 años trabajando en el sector, un sector donde, cómo él cuenta, empezó de casualidad: «En 1974 yo aprobé unas oposiciones a la Seguridad Social, pero quería ocupar las tardes, me aburría, y fue cuando conocí al director de la empresa Garant (dedicada a la fabricación de pesticidas) que buscaba a una persona que llevará por las tardes la delegación de Valencia. Después de unos años trabajando con ellos, me independicé y monté Comercial Aparicio y, aunque al principio lo combinaba con el trabajo en la Seguridad Social, en 1987 pido una excedencia para dedicarme en exclusiva a Comercial Aparicio y ya en 1991 cree Aparicio Tratamientos», recuerda Juan Aparicio, quien destaca lo que ha cambiado el sector y la visión de sus servicios desde entonces hasta hoy: «no tiene nada que ver, la evolución ha sido muy grande, tanto del sector como en la manera de entender la necesidad de la higiene en la empresa. Antes no había medidas, ni control, ni profesionalidad. Los establecimientos de hostelería, por ejemplo, no estaban obligados a la desinsectación o al control de plagas… eso ahora es impensable, todo está muy regulado, existe mucha normativa al respecto, la higiene es primordial y para trabajar en el sector necesitas una formación muy concreta e ir actualizando conocimientos».
La compañía empezó ofreciendo tratamientos de desinsectación y desrratización, poco a poco han ido aumentado la cartera de servicios de control de plagas urbanas y realizan tratamientos de la madera (termitas y carcoma), tratamientos de calidad aguas (legionela), precloración, desinfecciones y control de plagas, implantación y mantenimiento de APPC y calidad del aire en el interior. «El tratamiento de calidad del aire en el interior empezamos a hacerlo antes de la pandemia, pero no era un servicio que se demandara mucho. Sin embargo, a raíz de la covid-19, se le ha dado mucha importancia a este tema y es un servicio que queremos potenciar, porque es muy importante para eliminar bacterias, virus y demás que pueden estar en los conductos y canalizaciones», afirma Diana Aparicio.
También han apostado por la sostenibilidad. «En el 80-90% de nuestros tratamientos utilizamos productos ecológicos, porque este puede ser un sector muy agresivo, no solo con el medio ambiente, también con la salud de las personas. Había que evolucionar, por eso hemos buscado productos que combinen eficacia con sostenibilidad», explica Juan Aparicio. Además, cuentan con un sistema de reciclado y retirada de envases plásticos y en 2020 obtuvieron la ISO 9001 (calidad) y la ISO 14001 (medio ambiente), «ha sido un proceso de adaptación muy arduo a las exigencias de las normativas, pero los beneficios para la empresa son muy grandes, además de tenerlo todo documentado y estructurado, tener estas certificaciones respaldan nuestra política y aporta confianza a los clientes», señala Diana Aparicio.
Unos clientes que prácticamente proceden de todos los sectores. Empresas de alimentación, industria de cualquier sector, hostelería, industria alimentaria, comunidades de vecinos, centros deportivos, barcos, colegios e institutos, hospitales y centros de salud, mercados o viviendas particulares son algunos de los sectores con los que trabajan. «Siempre ofreciendo un trato personalizado, profesionalidad, experiencia y rapidez, Somos capaces de atender un aviso o una urgencia en 24-48 horas, eso da confianza de los clientes, es una de las cosas que más valoran. De hecho, tenemos clientes que llevan más de veinte años con nosotros», resalta Juan Aparicio.
A ello se suman dos factores más, la aplicación de la tecnología «está todo completamente digitalizado para una mayor agilidad y precisión», y el equipo humano compuesto por once personas, «tenemos unos grandes profesionales, tanto técnicos aplicadores como el personal administrativo que hacen una labor magnífica. Además están muy bien formados y constantemente están actualizando sus conocimientos y cuentan con mucha experiencia, algo que es difícil de encontrar hoy en día, por ello valoramos mucho a las personas que trabajan con nosotros», aseguran.
Así Juan Aparicio puede presumir no solo de haber creado una de las primeras empresas de control de plagas urbanas en Valencia, también de ser una de las más longevas y que además, como él apunta, está saneada y sin deudas. Sin duda, le deja puesto el listón muy alto a la siguiente generación, aunque él no tiene dudas de qué su hija continuará su «dando a los clientes un servicio basado en la calidad, la experiencia y la eficacia y trabajará para seguir mejorando y creciendo».