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También facilita la transición energética hacia un modelo más sostenible

Un proyecto de la UPV da una segunda vida a las baterías de litio para abaratar la factura de la luz

3/12/2022 - 

VALÈNCIA (EP). Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), perteneciente al Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC), ha desarrollado el proyecto ECO-PILOT para dar una segunda vida a las baterías de litio -utilizadas en teléfonos, ordenadores portátiles o vehículos eléctricos- y así abaratar la factura de la luz y facilitar la transición energética hacia un modelo más sostenible.

En el marco de esta iniciativa, la UPV ha validado una línea piloto experimental capaz de procesar módulos usados de baterías de litio, descomponerlos en sus celdas individuales, testear dichas celdas eléctricamente y dejarlas listas para su posterior utilización en la fabricación de baterías estacionarias de segunda vida.

El investigador del NTC y coordinador del proyecto, Guillermo Sánchez, ha señalado que "hay dos desafíos que impulsan el mercado de las baterías para almacenamiento de energía en España: por un lado, las necesidades de abaratar la factura de la luz y, por otro, la transición energética hacia un modelo más sostenible".

"En ambas, las baterías de litio son la tecnología preferida con casi un único inconveniente, el precio, que es todavía relativamente elevado con respecto a otros sistemas de almacenamiento", ha indicado el investigador, según ha informado la universidad en un comunicado.

Foto: E. PARRA/EP

En este sentido, ha destacado que las baterías de litio de segunda vida, gracias a su menor coste, "pueden resolver este problema y contribuir así a reducir la factura y facilitar esa transición hacia energías más limpias".

Desde la UPV, han apuntado que "muchos comercios y hogares disponen de paneles solares para generar electricidad, pero en casa por la tarde, que es cuando más consumo hay, no hay casi sol, y solo si se almacenara la energía que se produce al mediodía se podrían cubrir todas las necesidades con el sol".

"Las baterías de litio son la solución más limpia y más directa para almacenar esta energía, pero se tarda más de diez años en amortizar la inversión", han destacado, al tiempo que han agregado que con las baterías de segunda vida "se pueden llegar a amortizar en dos o tres años, ya que el coste es sensiblemente menor".

"Llave maestra" del sistema energético

En el entorno de la transición energética, el proceso que se lleva a cabo actualmente en España hacia fuentes de energía limpias "va a implicar grandes inversiones en soluciones de almacenamiento".

Foto: ALBERTO ORTEGA/EP

De hecho, España está comprometida con la transición energética hacia un modelo descarbonizado en el que las fuentes de energía sean cada vez más renovables, hasta llegar a suponer un 74 por ciento en 2030, tal como se recoge en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-20303. Es por ello que se prevé una sustitución progresiva de las centrales nucleares y de carbón por plantas eólicas y energías fotovoltaicas.

No obstante, por su propia naturaleza, estas fuentes de energía limpias dependen de las condiciones climatológicas, y por ello su producción no puede aumentarse o reducirse a voluntad en función de la demanda. Es decir, si se quieren cubrir las necesidades de suministro con este tipo de fuentes, será necesario dotar al sistema de capacidad de almacenamiento, que permita acumular los excedentes y utilizarlos cuando sea necesario.

Esta será la "llave maestra" del nuevo sistema energético, ya que sin almacenamiento de energía la transición energética es "francamente difícil".

"En este contexto, las baterías de litio son una de las tecnologías preferidas para dar solución a esta necesidad, ya que se trata de una tecnología madura y libre de emisiones", ha incidido Sánchez.

Vehículos eléctricos

Paralelamente, Europa avanza hacia un modelo de movilidad también descarbonizado, de la mano de los vehículos eléctricos. Esto implica que el parque de baterías usadas "va a crecer", y que las baterías de segunda vida "no solo van a contar con un inmenso inventario de baterías usadas, sino que son una solución al potencial problema de residuos que esto supone, ofreciendo una solución sostenible basada en la economía circular".

"Por lo tanto, las baterías de segunda vida irrumpen como una gran oportunidad, ya que por un lado tienen el potencial de ser sensiblemente más baratas, y por otro van a estar disponibles en gran volumen, provenientes del sector de la movilidad eléctrica", ha concluido el investigador.

El proyecto ha sido coordinado por el clúster Secpho, formado por más de 170 empresas, centros tecnológicos y grupos de investigación expertos en innovación tecnológica.

También ha contado con la participación de las empresas Moldmec y Capital Energy, y ha sido financiado por la Unión Europea-Next Generation EU y el proyecto en apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en la convocatoria 2021, que tiene como objeto digitalizar la industria.

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