El PSPV-PSOE ha gobernado la Comunitat Valenciana casi la mitad de los 40 años de autogobierno parcialmente recuperado en dos periodos temporales; Inicialmente el PSPV en solitario con Joan Lerma como President lideró nuestra autonomía entre 1982 a 1996 y en un segundo ciclo desde el año 2015 hasta la actualidad, Ximo Puig ha presidido un Consell autoproclamado “valencianista” en coalición con otras fuerzas políticas. El PSOE que en los años de la restauración y la 2ª república no era el partido progresista más destacado en tierras valencianas -lo fueron los seguidores de Blasco Ibáñez, y los republicanos federales con sus diferentes marcas ( Sorianistas, …)- se constituyó como el partido de izquierdas más relevante, en especial a partir de las elecciones generales de 1979 con la absorción del PSPV de Vicent Soler y Alfons Cucó. Desde ese momento en el seno del socialismo valenciano se ha padecido un cierto cesarismo de los gobiernos de Madrid asociado a la disciplina de partido en pulsión intermitente con el alma valencianista.
El domingo 17 de octubre, concluyó el 40 Congreso del PSOE en la Fira de Valencia, con un sabor marcadamente agridulce para los defensores de la autonomía valenciana por encima de siglas partidistas, ya que frente al mantra de la defensa de la España diversa se rechazó una enmienda a la ponencia propuesta por el PSPV de la provincia de Castelló que reclamaba junto a la elaboración de un nuevo Código Civil para la sociedad del siglo XXI, y la defensa de los derechos civiles forales o autonómicas, la restitución del Derecho Civil Valenciano, una reivindicación transversal de la sociedad civil valenciana, apoyada por el municipalismo y una amplia mayoría del parlamentarismo valenciano, lo que requiere una reforma constitucional que espera en el Congreso de los Diputados desde hace 20 meses y que sólo pretende la inclusión de una nuevo párrafo en la Disposición Adicional Segunda de la Constitución.
Este rechazo a la petición de la provincia del President de la Generalitat Ximo Puig es la última decepción que el PSOE, el estatal, el partido que dice respetar la diversidad territorial, nos da a los valencianos en la materia del Derecho Foral-
Este vía crucis se inició con el planteamiento del recurso de inconstitucionalidad por parte del Presidente Felipe González contra la Ley de Arrendamientos Históricos de 1986 aprobada por el Consell de Joan Lerma, y que con la STC 121/1992 tumbó los previsibles desarrollos normativos de la capacidad legislativa civil, que otras CC.AA. con menos justificación histórica que los valencianos estiraron con la connivencia de los gobiernos de Felipe González y José María Aznar.
Con posterioridad, la reforma del Estatuto acaecida en 2006, que configuró el Derecho Civil como eje de la nacionalidad histórica valenciana, fruto del acuerdo del PP de Camps y del PSPV capitaneado por Plà, respaldado en el Congreso y Senado por los diputados de Zapatero y Rajoy, fue la gran cita que parecía zanjar esta discriminación contra la que muchos valencianos han combatido desde la batalla de Almansa, hace más de 300 años.
Pero inexplicablemente, el presidente Rodríguez Zapatero planteo un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Régimen Económico Matrimonial de 2007, la primera de las leyes de familia que les Corts aprobaban en ejercicio de la competencia prevista en el preámbulo y 7 artículos de nuestro Estatuto tras la reforma del 2006.
Gracias a un Auto del TC que discrepó de la petición de Zapatero para impedir su vigencia, se aplicó la Ley de Régimen Económico Matrimonial Valenciano durante 8 años -entre el 1 de julio de 2008 al 31 de mayo de 2016 se estableció la separación de bienes como régimen económico supletorio a falta de capitulaciones matrimoniales- pero finalmente el alto Tribunal en 2016, en el annus horribilis del autogobierno valenciano en el primer año de mandato del Botànic, declaró inconstitucional la totalidad de esa Ley valenciana y también convirtió en inservible la capacidad legislativa civil que otras 6 CC. AA. aplican en beneficio de sus ciudadanos para hacer leyes cercanas y sociales en ejercicio de su autogobierno en materias como el derecho sucesorio, por ejemplo, limitando las legítimas, posibilitando la desheredación de parientes ingratos o favoreciendo la supervivencia de explotaciones agrarias o negocios familiares con normas sucesorias inteligentes.
Desde hace muchos años creo que los presidentes González y Rodríguez Zapatero, y por supuesto también Rajoy, deben disculparse con los valencianos por su ataque a previsiones estatutarias, que ellos mismos aprobaron en el año 1982 y 2006. No me gusta que el MH President Puig reciba a estos expresidentes que durante su mandato atacaron nuestro autogobierno en el Palau de la Generalitat, el símbolo arquitectónico foral por excelencia.
Como vemos el PSOE no ha tratado al autogobierno de los valencianos como a catalanes, vascos, andaluces, …., pero fue muy grave y triste lo sucedido el pasado en nuestra propia casa, en la Feria de Valencia, ya que pocos días después del 9 d´octubre el PSOE no sólo ha vuelto a traicionar al PSPV de Castelló, lo ha vuelto a hacer con la gran mayoría del pueblo valenciano rechazando una enmienda justa, respaldada por la voluntad de los concejales del PSPV de 532 municipios valencianos de completar esta parte tan importante de nuestra autoestima.
¿Cabe solución a este despropósito MH President? Como San Pedro, ha vuelto a negar ante sus jefes el autogobierno que usted encarna. Lo único que puede hacer, como presidente de la comunidad autónoma más importante que gobiernan los socialistas es conseguir de una vez por todas que se inicie la tramitación en el Congreso de los Diputados de la Proposición de Reforma Constitucional para la recuperación efectiva del Derecho Civil Valenciano, y por supuesto garantizar que se apruebe esta legislatura como firmó en el punto 6-7 del Pacte del Botànic 2 a Compromís y Unides Podem.
Un inmediato primer paso sería recordar al flamante nuevo secretario del PSOE para la “Reforma Constitucional” Félix Bolaños, además ministro competente del tema, que los valencianos le hemos adelantado trabajo planteando una modificación constitucional no para conseguir más autogobierno, sino para recuperar el nominalmente concedido hace 40 años con el Estatuto Valenciano de 1982, que preveía la competencia en el artículo 31-2, y que todavía resulta aplicable a 300.000 valencianos que constituyeron relaciones jurídicas al amparo de las leyes civiles valencianas, que el TC anuló sin efecto retroactivo en 2016.
En mi opinión el MH President PUIG es el responsable de que podamos celebrar el 40 aniversario del Estatuto con una autonomía plena caso de que consiga que se apruebe esta minúscula reforma de carácter técnico que le reclaman sus concejales y la mayoría social valenciana.
Sólo quedan 8 meses para que se cumpla el XL aniversario de la recuperación del autogobierno, que se aprobó el 1 de julio de 1982 y entró en vigor el 10, por lo que ruego al President Puig que finalmente se implique personalmente para exigir lealtad institucional y solucionar las consecuencias de esta segunda batalla de Almansa; es hora de recuperar el Derecho Civil Valenciano que nos volvió a arrebatar Zapatero y por cuya culpa desde hace 5 años y medio padecemos un autogobierno recortado respecto al diseñado por les Corts y el Congreso en 2006.
¡No nos estropee la fiesta a los valencianistas, President!
José-Ramón Chirivella, president de l´Associació de Juristes Valencians.