los afines del exministro esperan algún tipo de restitución y amagan con rebelarse

PSPV València: el 'abalismo' pierde su botón nuclear y Gómez mejora su posición  

15/07/2021 - 

VALÈNCIA. El relevo del valenciano José Luis Ábalos al frente del Ministerio de Transporte y como secretario de Organización del PSOE puede tener consecuencias en el distintos ámbitos institucionales pero también en la federación de la Comunitat. Mucho se ha escrito de los posibles cambios que puede traer la abrupta salida del carismático dirigente para sus afines cuyos nombramientos dependieron de los tentáculos del ministro, así como del escenario en el que queda la reelección del actual líder del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

No obstante, también cobra relevancia el futuro en la cuna del 'abalismo': València ciudad, donde la familia política del exministro ha sido la potente alternativa de la actual líder y vicealcaldesa, Sandra Gómez, quien venció en las primarias de 2018 a la concejal Maite Girau, apoyada por el citado sector opositor. De hecho, llegó a denunciarse desde la dirección del PSPV la inclusión de 169 afiliados que se aceptaron desde Ferraz.

Pese a este triunfo, la mejoría de Gómez en las elecciones (dos concejales) no fue suficiente para desbancar al alcalde Joan Ribó, de Compromís, lo que ha traído desde entonces que la líder socialista se encuentre cuestionada de forma permanente: no sólo por parte del 'abalismo', sino también por parte de dirigentes de peso del entorno del presidente Puig.

Ahora bien, el desplazamiento de Ábalos en el tablero político mejora la posición política de Gómez, quien además había apuntalado sus apoyos en el partido en los últimos tiempos en previsión a otro posible congreso a cara de perro. No en vano, recientemente incorporó como presidente del PSPV local a Luis Lozano, ex secretario general e histórico líder de la FeSP-UGT, sindicato que atesora un porcentaje de la militancia socialista en el Cap i Casal.

¿Significa esto que el 'abalismo' ha perdido toda capacidad de reacción? Aarón Cano, uno de los concejales más próximos al exministro, escribía este martes en su cuenta de Twitter un mensaje que corrió como la pólvora en las filas socialistas: "El 14 de julio de 1789 fue el día que más caro estuvo el pan en París en todo el siglo XVIII. Si te lo quitan todo te atreves con todo". Un post que desde el entorno próximo a Puig se interpretó como una amenaza velada y que, precisamente, fue respondido por el exlíder de la FeSP-UGT Luis Lozano con un expresivo: "Mare meua!".



Cabe recordar que tanto Aarón Cano como Elisa Valía, que ocuparon respectivamente el puesto sexto y quinto de la candidatura al Ayuntamiento que encabezó Gómez en 2019, pertenecen al sector 'abalista' y lograron ocupar puestos de salida en la lista merced al acuerdo que alcanzó la dirigente próxima a Puig con el ministro.  

No obstante, esa negociación estaba condicionada en aquel momento a una circunstancia que ahora ha cambiado: Ábalos era el secretario de Organización y las candidaturas deben ser aprobadas desde la dirección federal. Un botón nuclear de poder por el que Ferraz siempre tiene la posibilidad de negociar bajo la amenaza de modificar las listas si no se produce un diálogo o un consenso en cuanto al contenido de una candidatura. Una situación, que con la salida del exministro, al margen de la pérdida de poder e influencia general, también resulta relevante a la hora de las concesiones a realizar a las puertas de los procesos electorales.

Ante esta situación, el malestar es patente. Algunos afines al exministro piden explicaciones en las redes sociales mientras otros creen que la última palabra todavía no está dicho. En este sentido, se aferran -y no es una posibilidad descartable- que pueda producirse algún tipo de restauración al ministro que ofrezca cierto crédito y, de alguna manera, devuelva una parte de equilibrio a la posición de esta familia política.

De no ser así, la posición orgánica de Gómez quedaría notablemente apuntalada, por lo que su relevo como candidata a la Alcaldía debería llegar, en todo caso, desde Presidencia de la Generalitat -su 'jefe', Ximo Puig-; directamente desde La Moncloa -Pedro Sánchez-, o de un acuerdo entre ambos.


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