VALENCIA, (EP). La exconcejala del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Valencia María Jesús Puchalt y el exedil Francisco Lledó han cerrado la jornada de comparacencias ante la Guardia Civil de decenas de representantes y asesores del PP, que han sido citados en relacion a aportaciones dinerarias realizadas al partido.
Desde primera hora de esta mañana, concejales y antiguos concejales, así como asesores y extrabajadores han ido desfilando por las instalaciones de la Comandancia de la Guardia Civil en Patraix. En un principio, y en el marco del caso Imelsa y la Operación Taula, quedó imputado el portavoz de esta formación en el consistorio y presidente del PP en la ciudad, Alfonso Novo, quien acudirá el próximo miércoles a declarar ante el juez por un presunto blanqueo de capitales, y el asesor Luis Salom.
Asimismo, fueron detenidas otras personas relacionadas con la corporación municipal, como la exconcejala de Cultura María José Alcón; su asesor, Pedro Aracil; y la secretaria del grupo, María del Carmen García Fuster.
Ahora, además, la Guardia Civil ha citado en calidad a decenas de ediles y asesores del PP. Entre las personas que han prestado declaración a lo largo del día figuran la portavoz adjunta Maria Àngels Ramon-Llin y los concejales Félix Crespo, Lourdes Bernal, Vicente Igual, Beatriz Simón, Cristóbal Grau y Alberto Mendoza.
La operación contra la presunta trama corrupta trata de dirimir si hubo financiación irregular y blanqueo de capitales. Exasesores del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valencia han revelado que fueron objeto de presiones para que, en el ámbito temporal de la campaña de 2015, realizaran donaciones de 1.000 euros que les serían devueltos al día siguiente en efectivo, en billetes de 500. Al menos cuatro trabajadores rechazaron esta propuesta.
Las fuentes consultadas apuntan a la secretaria del grupo popular, María del Carmen García Fuster --detenida en la Operación Taula y ya cesada-- aunque no siempre era ella personalmente quien realizaba las llamadas y proposiciones.
La situación vivida en los últimos días, desde que el pasado martes estallara la Operación Taula, ha llevado al PPCV --con el respaldo de Génova-- a disolver la dirección de la agrupación en la ciudad de Valencia, que va a quedar en manos próximamente de una junta rectora, que se nombrará próximamente y "con tranquilidad".
Por su parte, el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia ha asegurado, en un comunicado, que sus miembros "jamás" han cometido "ningún acto ilícito", a la vez que han afirmado que "siempre" han actuado "con total y absoluta honradez y honorabilidad".