Es indudable que los Trenor constituyen uno de los complejos familiares más interesantes que Valencia haya producido. Aunque son muy poco amantes de la prensa rosada, su vinculación con la banca, la empresa, el ejército o la política ofrecen un romántico interés para el lector que apenas se satisface a distancias cortas. Todos conocemos a alguno de los ochocientos Trenor con apellido simple, doble o compuesto y aunque es difícil de precisar qué Trenor es cada uno de los Trenor, y quién se lleva bien con cuál, siempre hay un Trenor en algún sitio haciendo algo.
Uno, con el título de marqués, preside la Asociación Española Contra el Cáncer. Otro invierte en acciones de arroz, pasta o Coca-Cola. Otros en rentables bienes inmobiliarios al abrigo de un extraordinario pago de expropiaciones. Otro idea una escultura planetaria. Otros son propietarios del Monasteri de Sant Jeroni de Cotalba, centro de gran peso en La Safor. Otro es abogado en un importante bufete. Hacen vino. Se emparientan y traban negocios y amistad con otras familias influyentes. También hay Trenor más de andar por casa pero con el mismo marcado genoma irlandés en sus facciones. Han hecho terrones de azúcar, fosfatos, ácido sulfúrico y don Tomás Trénor y Palavicino, recibió el título de Marqués del Turia por la promoción de la Exposición Regional Valenciana de 1909. Los Trenor son la multiplicación de los panes y los peces. Los Trenor son revolucionarios. Los Trenor son la hostia.
Todos, incluyendo a los valencianos, deberíamos tener algo de estos descendientes de irlandeses en nuestras venas en vez de abogar por la burbuja de la “neo-progresía emprendedora centrífuga inmovilista”, que nunca propondría algo rompedor, como que vuelvan los tranvías a nuestras calles por ser una opción más ecológica y económica, sino que pintarían los autobuses que ya existen de verde, pondrán conductores emergentes y organizarán un bus-festival on wheels & food truck, que si en inglés suena bonito, en italiano suena a poesía: Tutto deve cambiare perché tutto resti come prima.
La tarántula de Pablo Carbonell, en Valencia
Pablo Carbonell no tiene título nobiliario que yo sepa, ni le hace falta para tener nobleza y una sensibilidad excepcional con chispas diáfanas de genialidad. Apellidos sí tiene. El primero, Carbonell, es común a algunos parientes médicos andaluces y valencianos. Uno de ellos me trató a mí en las urgencias del tenebroso Centro de Salud Fuente San Luis.
El apellido de su guapísima madre, gaditana pero criada en Valencia, Sánchez-Gijón, se corresponde con su tío Ángel, gran nadador en la desaparecida piscina de Las Arenas e italófilo Licenciado en Letras por la Universidad de Valencia en la que fue profesor en los años 40, de donde surge el serrano nombre de su hija, la gran actriz Aitana Sánchez-Gijón, prima de Pablo. Y ya se sabe que entre prima y primo, más me arrimo.
Pocos artistas están dotados como él con ese vigor y vis cómica que llenan el escenario. Hoy sábado y mañana domingo son los últimos días para disfrutar en el Talía de su espectáculo “el mundo de la tarántula”, basado en su autobiografía y donde se arranca alegremente la piel a tiras como Robbie Williams en su famoso video “Rock DJ”. La familia, la sexualidad, el mundo del arte, encuentros con políticos como el joven Rajoy, actores como Fernando Fernán Gómez o mentores como Javier Krahe o el Gran Wyoming. El estreno mundial fue el jueves pasado y yo volveré a verla porque espero disfrutar con cómo se ha ido esponjado estos días el texto con improvisaciones e idas de pinza.
A la première acudimos gente variopinta a juego con la personalidad de Carbonell: la guapísima Amparo García, del Loco Club, coincidió con Emiliano García de Montaña con quien compartía ducha, aunque no lo crean, cuando ambos estaban en Ananda Dansa; el multiinstrumentista Antonio J. Iglesias; la artista Carmen Calvo; la actriz Alicia Rodríguez y José Troncoso, actor y director de la obra; Alberto, el hermano de su valenciano cámara personal en CQC Juanjo Bañó Marquiegui; el misterioso Pablo Adriá Bañuls y los siempre atentos hermanos Fayos. Gemma Fuster, que fue esposa de Pedro Reyes, temía y anhelaba este estreno porque sabía que, en la historia de Pablo, el que fuera pareja sentimental de ella y artística de él, estaba muy presente en la obra. Así que reímos, lloramos, nos emocionamos y esas cosas que ocurren cuando se habla de la infancia, de los miedos, de las esperanzas y de los golpes, subidas y bajadas de la vida.
Regreso a las cocinas
El señorío de la ciudad de Valencia no se entiende sin el reinado de pueblos que conforman su idiosincrasia y alimento a base de siglos de intercambio de inteligencias y productos fungibles. De hecho, Valencia no es más que un pueblo magnificado por la lupa de su capitalidad, como se puede comprobar en el uso indiscriminado de tracas, procesiones, comportamientos sentimentales regulados por el ojo del vecino y el disfrute de almuerzos que sólo se pueden permitir, bajo un cocotero, los habitantes de remotos lugares en los Trópicos. La cuestión tribal sólo se acentúa en lo gastronómico y estoy seguro que Sergio Adelantado y Cuchita Lluch estarán de acuerdo conmigo en que pocas recetas de nuestras comarcas transcienden hasta llegar a ser populares en el trampolín de la capital.
Nos guardamos en el secreto de nuestros hogares las más deliciosas preparaciones porque el valenciano es de darle poca importancia a lo suyo y agarrar para sí mismo la horrebunda hamburguesa, la práctica pizza o el salmón de supermercado. En el misterio de nuestras cocinas, alejados de turistas y comensales potenciales, como si fuera material radioactivo, queda el arroz con acelgas o amb fesols i naps, la pericana, los figatells, la olleta, les farinetes...
El Putxero Social de L´Alcúdia
En L´Alcúdia, (La Ribera Alta, a media hora por la Autovía del Sur, cuarenta minutos en el metro) tienen un apretado programa de festejos y certámenes que sitúan su nombre en el mapa mucho mejor que nuestro efímero Scalextric de la Fórmula 1.
La semana pasada se celebró en los Salones Siglo XXI (antes discoteca Islam luego llamada La Isla por presiones religiosas) y en el marco de su Feria Gastronómica el “Nové Concurs de Putxero Valencià i Postres de Kaki de La Ribera”, con el mayor número de restaurantes participantes hasta ahora conseguido: dieciocho. Todos ansiosos por tener el mejor punto de cocción del arroz, ligar el caldo, cocer los garbanzos al dente.
“Humilde y anafabeta, pero gourmet”
Queda para mí, en letras de oro, una frase que escuché sin querer y que resume en mucho nuestro modus vivendi culinario español, que deberíamos revisar desde sus orígenes: “Ma agüela era humil i analfabeta, pero gourmet.” Porque muchos de los llamados gourmets mundiales siguen siendo analfabetos, y cada vez menos humildes. Y de la humildad es de donde sale, si no la mejor, al menos la hostelería más apreciada, mucho más que de los conocimientos académicos.
Apunten los nombres de estos restaurantes maravillosos para ir algún día: de Serra (Camp de Túria, allá por la Sierra Calderona, donde los productos del cerdo tienen aroma a monte) los restaurantes Casa Granero y Chaparral. De Riola (Ribera Baixa), la Sala Abraham. De la Platja de Puzol, el Nazaret y de la de Gandía el Chef Amadeo. De Cullera, el Picanterra y La Mar Salá. De Sueca, La Granja. De Barx (La Safor), La Visteta. De Benifaió, el Juan Veintitrés. De Siete Aguas, el Gambrinus. De Meliana, El Racó. Los autóctonos Clàssica Bar y Miguel y Juani. Y los que se presentaban por primera vez, el Tabick, de Llombai (la Vall dels Alcalans), el Llopis (Sueca) y de València capital, L´Albereda y La Fragua.
Ingredientes para hincar el diente
El Putxero Valencià es un plato tan tradicional o más que los Trenor. Y como ellos conlleva siempre a una serie de discusiones siempre en el marco de lo razonable, ya que es una variante de los caldos, cocidos y ollas que se hacen en todas las regiones: l’escudella i carn d’olla de Cataluña, el puchero andaluz, el cocido madrileño, el murciano, etc. Todos llevan legumbres, carne, huesos, verdura y a veces embutidos, según la zona donde se prepara.
El nuestro se caracteriza por llevar la verdura típica de la zona, como la penca de alcachofa, el napicol y hasta bajoca, siendo los ingredientes básicos la garreta de ternera (pantorillas), el tocino, huesos llenos de médula, el blanquet, pollo o gallina, garbanzos, patatas, xirivia, nabo, cardo y pelota de carne hecha con magro de cerdo, pan rallado, manteca de cerdo, perejil, ajo y especias. El caldo sirve tanto para hacer al día siguiente una sopa o para un arroz al horno bien sabroso y la carne, para albóndigas o una ropa vieja, porque de lo bueno antes no se desaprovechaba nada, no como ahora que es todo envoltorio y la gente no sabe siquiera a qué contenedor tirarlo.
Los miembros del jurado
Mientras los restauradores cocinaban, ofrecían a los presentes productos de sus comarcas, como coca de verduras, longaniza y demás delicias rurales. Luego fue el turno de probar sus guisos y los postres de kaki. El jurado estaba compuesto por el cocinero y presidente del certamen Juan Carlos Galbis padre, conocido por ser el chef que consiguió la primera Estrella Michelín en Valencia, cuyos comentarios sobre el punto del caldo o la cocción del garbanzo era como leer uno de sus libros. Fausto Clementehijo, del Grupo Rex. Pere Gómez, encantador propietario del restaurante l´Oncle Pere de l´Alcudia. Alex Aparicio, también de la Asociación Contra el Cáncer como Tomás Trenor y de la sociedad gastronómica “Lo figatell”. Y por último, Pilar Lozano, histórica de la restauración en Valencia al frente del restaurante La Riuà y a la que deberían nombrar Consellera de Educación Gastronómica porque no me he encontrado nunca con una mujer con tanta elegancia, clase y conocimientos culinarios. Veía venir el plato en manos del camarero y ya se hacía una composición de lugar de su procedencia. Lo olía y sacaba los primeros apuntes. Además, probaba todos y cada uno de los dieciocho pucheros para asegurar su juicio: “Per deixar sa casa i vindre, ja tenen punts”. Exijo que hagan expresamente para ella y su familia una carroza de la batalla de flores en su honor y la paseen por las calles de la Comunidad para echarle los merecidos pétalos de flores a su paso.
Resumen de sociedad
Los invitados al acto fueron un resumen de cómo se conforma toda nuestra sociedad valenciana mucho más realísticamente que cualquier un Encontre Vibrant y Qui és Qui de mis compañeros, mejorando los presentes:
Se pasaron, tras asistir a la Campaña de Promoción del Kaki que está saliendo a más de 54 nuevos mercados internacionales, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con corbata granate, y el de la Denominación de Origen del Kaki de la Ribera del Xúquer, Cirilo Arnadís, que saludaron al jurado brevemente y desaparecieron como aves precursoras de primavera.
Con don Andreu Salom Porta, encantador alcalde de L´Alcudia, se quedaron al acto don Francisco Rodríguez Mulero, quien necesita serpentinas en vez de tarjetas de visita ya que es ni más ni menos que el Secretario Autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural y Director de la Agencia Valenciana de Fomento de Garantía Agraria, así como varios regidores del Ayuntamiento, consejeros agrarios, oficiales e intendentes de la Policía Local.
Muchos más probaron arroces y degustaron el menú posterior: el ex alcalde Celio Crespo, Carmen Martínez Briz del grupo de danzas, Manolo Calle de la Cofradía Virgen de la Soledad, varios presidentes de asociaciones musicales, de mayores, de jubilados, de Cáritas, el Club Bonsai... Victoria Soler de CONSUM, José Antonio Rama de la Penya Valencianista de L´Alcudia. María Serrano de Som Visibles, José Fullana del Club de Cazadores “La Terrerola”, Bernardo Trescli de los Fusters de Sant Antonio o Miquel Martínez del Club de Pesca “La Palomina”.
Quizá estos nombres no les digan nada pero para mí son equiparables en esta crónica de sociedad con la Princesa del Pueblo, el Rey de los Presentadores con Pluma, la Marquesa del Implante Dental, la propietaria de la famosa tienda de bolsos, el Conde de la Empresa que engaña a Hacienda, la Duquesa Cimentada en el Senado o la Señora que se casó con un Señor y que salen todos en la televisión y en Ecos de Sociedad. Sin embargo de los invitados de L´Alcudia entresaqué diversos conocimientos muy valiosos: Que los kakis no se ponen duros únicamente si les pones una copita de anís en la nevera, sino al quitarles oxígeno. Que Paco Rodríguez, de Miguel y Juani, ganador del certamen, tiene establecimiento arrocero en Shinjuku y en el Marine & Walk de Yokohama, mis lugares predilectos de Japón. Que hubo un lío porque a Sara Monsalvatje candidata a fallera mayor de Valencia, le preguntaron cómo llevaba el inglés y respondió que “rasuradita”(ya saben, xiqueta rasuraeta, per tú pasaré la mà). Y que mi amiga Pino Díaz sigue siendo la mejor organizadora de eventos y locutora de toda Valencia.
Peluquería unisex 1908
Por cierto que para el cumpleaños de mi madre, que llevaba el pelo como la de Norman Bates tras haber sido desahuciada por los médicos, me acerqué a la peluquería de Lola Garrido que está en ese maravilloso edificio modernista de la calle Cirilo Amorós 29. Sí, la Casa Ferrer, la que tiene la fecha 1908 en lo alto de la fachada y los turistas flipan con ella. Lola tenía la peluquería llena porque se ha asociado con Víctor Alonso, el mejor peluquero del mundo según los Oscars del gremio, los Premios Fígaro. Estaban allí, adquiriendo estilo y arreglos diversos, el impresionante internacional absoluto de la Selección Española de Fútbol Raúl Albiol con su hijo, Mercedes Carreras, Gema Fontestas y Asunción Galea, todos en una impresionante antesala de la belleza, lo internacional y lo absoluto. La original, divertidísima y emocional Lola es capaz de cambiar lo triste en algo moderno y a la vez clásico, como el edificio que la alberga, y ese es un don reservado únicamente a los virtuosos.
Cocina gallega en Valencia
No muy lejos de allí, en la Calle Conde Altea, el empresario gallego afincado en Valencia Jose Paz inauguraba el restaurante O´Pazo, que tiene un logotipo tan hermoso que sería capaz de quedarme con todas sus tarjetas con el pulpo plateado. La ilusión de Jose es lograr que los valencianos disfruten de las tabernas de su infancia llamando a través del grito de María Pita al cocinero orensano especialista en pulpo, Manuel Ferreiro Álvarez.
Como hijo de lucense, yo creo que las tabernas de nuestra infancia donde nos dejaban ponernos hasta la cachas de tazas de Ribeiro con catorce años son difíciles de conseguir. Pero Paz -que tiene un aire británico a lo Austin Powers- es de La Coruña, ciudad que siempre ha tenido un toque inglés y elegante. Ahora es casi imposible hasta para un hipster galaico encontrar una taberna enxebre porque todas se han modernizado. Pero mejor, porque significa que han mejorado sus instalaciones. No soy un fanático de lo que llaman “auténtico”. Habrá alguien que pueda sentirse a gusto entre una decoración de jamones colgantes, una greca de salchichas, un friso compuesto por latas de berenjenas de Almagro o un frontispicio compuesto por botellas, amenizado por guitarristas vagabundos o caricaturistas extemporáneos. Pero nada más contrario a la buena digestión que los “locales típicos” caracterizados por un propietario en mangas de camisa, que huele a vino y fritura y que se seca el sudor con la servilleta destinada a secar los platos. El folklore en estado naciente es, en gastronomía, un grosero engaño.
Para que sea tolerable el “color local” tiene que filtrarse, como en O´Pazo, a través del refinamiento, de una sensibilidad metropolitana. Conseguir ese local justo entre lo moderno y lo de toda la vida. Como sacar de las axilas femeninas de Vicenteta de Favara los olores naturales, derramando esencias aromáticas de los grands boulevards hasta conseguir las Chansons de Bilitis.
En el acto de inauguración donde destacaron los vinos selectos maridados con los productos autóctonos de temporada, coincidieron la rubia interiorista Noemí Carrasco de NDC, el Dr. Mira cirujano que a través de la oto, rino y mamoplastia transforma el alma humana; su nutricionista, Silvia Pardo que sin duda sabe que el pulpo es rico en zinc, un nutriente fundamental en el crecimiento de los órganos sexuales por el aumento de la testosterona; la letrada Paz Sansaloni Plá; la empresaria del mueble, en realidad más de uno, Carmen Romero; Verónica y Vicky Pons Soria dentistas y aficionadas a las joyas de Rafa Torres; y nombres inolvidables como Maca Alegre, María Horrach, Pilu Díez de Rivera, Ronan Rielsen, Marco Motta, Kiko Catalá o Irina Manglano.
Dos estaciones, dos puntos de vista
Y si su buen gusto y presupuesto les permite degustar cocina actual y creativa con toques de norte, donde destaca el producto de temporada y de tanta proximidad como la del Mercado de Ruzafa, vayan al 2 Estaciones en la calle Pintor Salvador Abril, 28. Los artífices son el lucense Iago Castrillón y Alberto Alonso (Patxi) de ese norte de Burgos tan vinculado al Megapaís Vasco. Se conocieron trabajando con Ricard Camarena y son dos discípulos aplicados en todas sus vertientes. Patxi es encantador y Iago parece un gigante de las nieves que en cuanto se deshiela se desvive, como buen gallego, por hacerte la vida agradable. Y como no nunca me pagan por decir esto, pueden hacerme confianza. Bueno, sí, me llevé uno de los deliciosos “bolos” de pan al estilo gallego, esponjoso, compacto, oscuro y, sobre todo, muy sabroso, que confeccionan ellos mismos, pero porque quisieron que lo probara. Y a mí, que normalmente no me gusta el pan, flipé. Es tan esponjoso y fresco que tienes que meterlo dos veces en la tostadora para que se torre. No les digo más.
Academia Nocturna
Paseando por la calle vi una figura elegantemente vestida en vaporoso algodón blanco que venía hacia mí y era la cantante y actriz Mamen García, que me contó que estrenaba el miércoles 19 en el Rialto (plaza del Ayto.) “Academia nocturna” , del escritor ganador del Nobel de Literatura en 2005 Harold Pinter.
Aunque nadie se acuerde, la noche antes del entierro de Pinter (falleció de un cáncer de hígado), se apagaron las luces de las marquesinas de los teatros de Broadway en su homenaje y el 3 de enero de 2009, todo los teatros del West End atenuaron sus luces durante una hora. La laborista Diane Abbott, representando al distrito de Hackney Norte en el Parlamento Británico, propuso apoyar una campaña para restaurar el teatro de cine de Clapton y convertirlo en un monumento para Pinter “en honor a este muchacho de Hackney que se convirtió en gran literario”. Eso es respeto al talento y lo demás cuentos chinos.
La obra de La Pavana, dirigida por Rafa Calatayud, se puede ver con descuentos de hasta un 40% -unos diez euros- y cuenta, además de con Mamen, con el reparto de Juli Disla, Empar Ferrer, Eva Zapico, Bruno Tamarit y Toni Misó. Luego cotilleamos un poco sobre nuestros respectivos encuentros con Joaquín Sabina y Mamen tomó el autobús rumbo a lo desconocido, pero sin miedo, porque el temor a lo desconocido es peor que la propia realidad. Y como nuestra realidad ya la conocen, vayan al teatro a ver qué descubren de sí mismos.