VALÈNCIA. El conocido como Pacte del Batà ha saltado por los aires. El anuncio lo ha hecho público este jueves Compromís per Paterna, que rompe el gobierno de coalición en la ciudad con el PSPV tras la aprobación "unilateral" del alcalde, Juan Antonio Sagredo, de un decreto que activa el proyecto para la construcción del macrocentro comercial y de ocio Puerto Mediterráneo en la localidad.
Según explica a Valencia Plaza el portavoz de Compromís per Paterna, Juanma Ramón, el motivo concreto por el que la formación abandona el gobierno ha sido la aprobación de "un decreto por parte de Sagredo por el que se arroga las competencias de Urbanismo", las cuales ostentaba Compromís, "para dar el pistoletazo de salida al nuevo proyecto, que implicará la recalificación de una gran superficie rústica" para albergar el complejo que promueve la firma Intu-Eurofund Investment.
El desarrollo de este gran complejo ha enfrentado a ambas formaciones desde el primer minuto de la presente legislatura, si bien ambos partidos decidieron sellar un pacto al margen de esta circunstancia para lograr un gobierno de izquierdas en la ciudad. En paralelo, las gestiones de Sagredo con el objetivo de rescatar la inciativa, que había sido tumbada por Compromís a nivel autonómico en la conselleria de Medio Ambiente, tensaban la relación entre ambos socios.
El argumento esencial con el que el entonces secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, rubricó el no a puerto Mediterráneo, fue que no guardaba la preceptiva distancia con la carretera CV-35, un aspecto que los promotores corrigieron en su último planteamiento, presentado hace unos meses.
En cualquier caso, Compromís per Paterna se mantenía en contra del proyecto por suponer, a su juicio, una recalificación injustificada a favor de una empresa de suelo rústico, del que además destacan que se trata de un área de interés forestal.
El PSPV, por contra, está del lado del desarrollo de la iniciativa, que aspira a convertirse en el mayor centro comercial y de ocio de toda Europa, hasta el punto que el alcalde Sagredo ha decidido dar un paso adelante al margen de los que hasta este jueves eran sus socios de gobierno.
El movimiento traslada la patata caliente de Puerto Mediterráneo a la Generalitat. La tramitación del proyecto acabará de nuevo en la conselleria de Medio Ambiente, pero ahora con la distancia que se exigía junto a la CV-35. De llegar a la Evaluación Ambiental en la presente legislatura la gestión de este asunto recaerá sobre un nuevo secretario autonómico tras la destitución del mencionado Álvaro, que fue uno de los grandes detractores del proyecto. Está por ver si en este nuevo contexto el macrocentro comercial sí logra superar este escollo.