VALÈNCIA, (EFE). El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado una Ley Valenciana de Haciendas Locales para dotar de un marco financiero "estable" a los ayuntamientos desde la fiscalidad y garantizar que el Fondo de Cooperación Municipal sea una realidad "gobierne quien gobierne".
En la clausura de la XIV asamblea extraordinaria de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), Puig ha mostrado su voluntad de pactar la norma con esta entidad y los ayuntamientos y ha explicado que será "una de las primeras leyes de este tipo hechas desde el ámbito autonómico" y contribuirá a un fortalecimiento institucional de las corporaciones municipales.
"Además de la Ley de Hacienda, que tiene desarrollar y modificar el Congreso de los Diputados, nosotros tenemos competencias en materia de administración local", ha advertido.
Estas competencias se ejercerán con la Ley Valenciana de Haciendas Locales, texto en el que se incluirá el Fondo de Cooperación Municipal para que "sea siempre una realidad, gobierne quien gobierne", ha indicado.
Igualmente, el jefe del Ejecutivo valenciano ha reclamado a los ayuntamientos colaboración para impulsar la Agencia Tributaria Valenciana y lograr una lucha contra el fraude fiscal "más efectiva y homogénea".
Además, les ha pedido que se sumen a la derogación o "profunda transformación" de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, ya que "niega la autonomía local", y ha solicitado la revisión del actual techo de gasto, así como de las restricciones a la inversión del superávit municipal.
En este sentido, ha apuntado que entre 2013 y 2016, en los municipios y diputaciones se han generado superávit de cerca de 1.400 millones de euros, que no han podido utilizar y "han ido destinados a mejorar las cuentas del Estado central".
Ante este escenario, Puig ha abogado por avanzar hacia un modelo en el que "no haya una Administración central que manda con respecto a las otras" en una posible reforma de la Constitución que, ha dicho, "más pronto que tarde habrá que hacer".
En esa línea, ha propuesto establecer una "arquitectura horizontal" entre el Gobierno central, las autonomías y las administraciones locales.
Ha insistido en la importancia de que exista cooperación entre las distintas instituciones y ha afirmado que las administraciones "no han nacido para discutir, sino que tienen su legitimidad en la resolución de problemas" y ha instado a "buscar espacios de codecisión" para mejorar la gestión de los servicios públicos.
Puig ha recordado las políticas del Consell para colaborar con ayuntamientos, diputaciones y la FVMP, como el Fondo Valenciano de Cooperación Municipal, dotado inicialmente con 130 millones de euros, que permitirá reducir los desequilibrios territoriales y proporcionar a los ayuntamientos una financiación incondicional.
"Es importante la alianza efectiva que existe entre la Generalitat y los ayuntamientos también sea una alianza con la FVMP por lo que representa de unidad del municipalismo", ha indicado
El president ha asegurado que el Gobierno valenciano se siente "profundamente municipalista" porque "esa es la mejor manera de implementar las políticas en favor de las personas, las empresas y la Comunitat Valenciana".
Además de destacar el "gran esfuerzo" de los ayuntamientos en los "peores años de la crisis", ha criticado que, a la hora de repartir los objetivos de déficit, entre 2010 y 2016, el Gobierno se ha reservado el 64 % del déficit total, mientras que las comunidades autónomas han recibido el 20 % y los ayuntamientos el 2 %.