VALÈNCIA. El PSPV celebrará este fin de semana el XIII Congreso Nacional del partido en el que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, saldrá oficilamente reelegido como líder de los socialistas valencianos tras haber conseguido una victoria trabajada en las primarias por un 56,7% a 42,3% frente al aspirante rival, Rafa García, alcalde de Burjassot y candidato del llamado sector 'sanchista'.
Ahora bien, durante el proceso de elección de delegados y examen de la gestión del secretario general realizada a lo largo y ancho de las agrupaciones también ha existido, tal y como informó este diario, una ardua tarea desde ambos sectores por lograr distintos objetivos. Así, y si bien desde los dos bandos se acordó a priori en que el número de delegados coincidiera con el porcentaje logrado por los candidatos en las primarias, se ha producido un incremento de ventaja a favor de Puig.
De esta manera, según los datos facilitados por el partido, tras las asambleas el actual líder recogió 313 delegados (70,5%) de los 444 en juego mientras que García amasó 131 representantes (29,5%). El motivo de esta diferencia a priori se sitúa en las pequeñas agrupaciones donde hay dos delegados en juego, por lo que quien obtiene mayoría se lleva todos los representantes en liza. Así, en este proceso de elección de delegados se ha ratificado el mayor poderío de Puig en Castellón; donde se ha llevado 39 delegados (76%) por los 12 (24%) de Rafa García.
En Alicante y Valencia el balance ha sido similar: Puig ha aglutinado 96 representantes (69%) en la citada primera provincia por 43 de García (31%), mientras que en la segunda el presidente ha conseguido 159 (68%) por los 74 del alcalde de Burjassot. Mención especial merece Joves Socialistes, donde el jefe del Consell acumula 19 delegados de su cuerda (90%) por los dos de García (10%).
Pese a que en las listas de delegados para el cónclave el acuerdo por porcentaje de los candidatos -tal y como ocurrió en el proceso federal- fue generalizado; sí hubo contestación a la hora de aprobar la gestión de la actual dirección que lidera Puig. Así, según fuentes del partido consultadas por este diario subrayaron que Puig consiguió el respaldo a su labor en el 73% de las agrupaciones. Es decir, que un 27% de las mismas consideraron que la Ejecutiva que ha conducido el PSPV desde 2012 no merecía el aprobado.
Un examen que Puig deberá volver a pasar en la cita programa en Elche, donde serán los delegados quienes, uno a uno en el plenario, decidan si el actual secretario general merece que su gestión al frente de la federación valenciana en estos cinco años debe ser o no respaldada. Desde el entorno del presidente no contemplan un apoyo inferior al 70% de los miembros con acceso a voto en la congreso.