El Consell no hará los recortes que le ha exigido el ministro de Hacienda en su carta y busca el apoyo de otras comunidades autónomas, a riesgo de comprometer el FLA
VALENCIA. El Ejecutivo que preside Ximo Puig se planta ante el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y no hará recortes. Esta es la respuesta que prepara a la carta que el ministro envió el pasado miércoles a 12 comunidades autónomas, entre ellas la valenciana, en la que exige que en el plazo de 15 días aprueben "la no disponibilidad de créditos que garantice el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria establecido", el 0,3% para 2016.
Esto implicaría, en el caso valenciano, un ajuste de entre de entre 980 y 1.300 millones de euros, según la conselleria de Hacienda, basándose en los cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Una cuantía "equivalente a suprimir la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas", explicó la vicepresidenta, Mónica Oltra. Algo que el Ejecutivo no está dispuesto a asumir.
El Consell ya ha anunciado en anteriores ocasiones por activa y por pasiva que no realizará recortes, que no "sacará a los enfermos de los hospitales ni a los niños de los colegios" y que, con el sistema de financiación actual, el objetivo de déficit que impone el Estado no puede cumplirse.
La vicepresidenta indicó que se está trabajando en una respuesta a la carta de Montoro, "que sabe que no podemos cumplir el déficit", y en una propuesta alternativa a los recortes que pide Montoro -aunque no hace mención explícita a ellos- en la misiva.
La réplica se abordará este sábado en una reunión en el Palau de la Generalitat. El president Puig mantendrá un encuentro con el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y las secretarias autonómicas de Hacienda, Clara Ferrando, y de Modelo Económico, Ángeles Cuenca. En ella no sólo se planteará la forma en la que se comunicará la negativa al Ministerio, sino la posibilidad de formar una alianza con otras comunidades para hacer frente a Montoro.
Puig y su equipo consideran que ya basta y esta vez el Ejecutivo irá más allá. Fuentes de Hacienda dejaron caer esta idea, que ratificó la vicepresidenta el viernes: el Consell busca articular un frente común con otras comunidades autónomas para plantarse ante Montoro por el déficit y el sistema de financiación. Desde el Ejecutivo reconocieron una toma de contacto entre autonomías como Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Baleares y Aragón para establecer alianzas con el objetivo de reclamar un cambio en el sistema de financiación autonómica.
Además, según fuentes de Hacienda, se busca integrar a todas las comunidades autónomas en este frente, también a las gobernadas por el PP que sufren la infrafinanciación, como Murcia -la peor financiada del territorio español junto a la Comunitat Valenciana- y Castilla y León, cuya consejera ya manifestó la pasada semana que no aceptaban la explicación de Montoro en la que culpa a las autonomías en exclusiva del incumplimiento del déficit.
Los contactos entre las comunidades aún están en una primera fase, pero algunas autonomías ya se muestran favorables a este encuentro. Es el caso de Cataluña, cuyo president, Carles Puigdemont, también ha realizado una ronda de llamadas a las regiones que han recibido la carta de Montoro para transmitirles su apoyo y colaboración frente a la "norma injusta" de reducción del déficit.
Fuentes de la Generalitat manifestaron este viernes a Valencia Plaza que “es imposible” cumplir las exigencias del ministro –un recorte de entre 980 y 1.380 millones de euros– porque eso supondría, como mínimo, “suprimir todo lo que se ha hecho desde julio en materia de vivienda social, sanidad, educación y servicios sociales”.
Según las mismas fuentes, la postura en público de Montoro contrasta con las negociaciones que estaba manteniendo el Ministerio con la Conselleria de Hacienda para buscar una fórmula que permitiera aprobar el Plan de Ajuste del FLA (Fondo de Liquidez Autonómico). Este Plan de Ajuste, presentado hace varias semanas por la Generalitat y que es necesario para poder recibir el FLA, fue rechazado por el Ministerio porque contemplaba los 1.325 millones de euros de ingresos ficticios que se incluyeron en el Presupuesto de 2016 para cuadrarlo.
Fue en medio de estas conversaciones y después de que Montoro mostrara a Ximo Puig su disponibilidad a buscar fórmulas para asegurar la liquidez a la Generalitat, cuando se envió la carta con la exigencia de un nuevo ajuste en 15 días que ha soliviantado no sólo a los dirigentes valencianos, sino a los de otras comunidades autónomas, incluidas algunas gobernadas por el PP.
Con esta negativa que prepara el gobierno de Puig, la Generalitat se arriesga a sufrir nuevas medidas coercitivas por parte del Ministerio que podrían llegar a lo que se considera intervención de las cuentas. Además, si no supera el Plan de Ajuste, no podría pedir el FLA extraordinario derivado del déficit de 2015 –unos 1.800 millones en diciembre, que se solicitó que fueran anticipado mensualmente– ni el FLA ordinario de este año, de unos 320 millones, que ya tenía calendario.