Ximo Puig y Mónica Oltra. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Las ayudas directas reservadas en el Presupuesto de la Generalitat para la Presidencia que lidera el socialista Ximo Puig siguen siendo foco de polémica medio año después de que los partidos firmantes del Botànic I aprobaran en Les Corts las cuentas del presente ejercicio.
La Conselleria de Hacienda que dirige Vicent Soler (PSPV) aprobó el pasado 1 de agosto una transferencia de crédito de 225.000 euros para aumentar los fondos de la línea presupuestaria "promoción y fomento de actividades de interés público, socio-cultural, económico o humanitario de la Comunitat Valenciana". Esta partida permite al jefe del Consell conceder subvenciones directas -es decir, sin concurrencia competitiva, o lo que es lo mismo: a dedo- a los colectivos que considere.
Un movimiento contable que cobra especial relevancia si se tiene en cuenta la coyuntura actual. Mientras el jefe del Consell pide a Hacienda transferencias de crédito a su línea de subvenciones directas para disponer de más fondos que le permitan conceder ayudas de forma discrecional a distintas entidades, a su vez solicita al resto de consellerias que se "aprieten el cinturón" ante la falta de Gobierno en Madrid y de Presupuestos Generales del Estado.
Ahora bien, ésta no es la primera vez que el departamento de Soler aprueba una modificación presupuestaria así. También lo hizo el pasado mes de marzo para aumentar esta línea nominativa en 500.000 euros.
Este incremento de ayudas directas en pleno año electoral ha permitido a Presidencia de la Generalitat casi duplicar la partida que tenía prevista en enero. De los 750.000 euros que estaban al principio en las cuentas aprobadas por el Parlamento para este ejercicio, Puig cuenta ya con 1.475.000 euros para repartir entre las entidades que estime conveniente y a las que únicamente se les exige la entrega de una memoria justificativa.
La última subvención concedida bajo este paraguas se realizó este mismo jueves y fue de 30.000 euros al Comité de Entidades Representantes de Minusválidos de la Comunitat Valenciana, CERMI-CV. Una entidad sin ánimo de lucro en la que se integran las 14 federaciones más representativas del sector de la discapacidad, entre ellas Cocemfe. Su presidente en Castellón y vicepresidente autonómico hasta el pasado mes de marzo era Carlos Laguna, quien en la actualidad es diputado socialista en Les Corts.
La maniobra realizada en pleno agosto aún resulta más rocambolesca si se atiende al origen de esos 225.000 euros añadidos ahora a la partida de ayudas nominativas de Puig. Hacienda resta esta cuantía de la línea "El Nadal es valencià", dotada con 250.000 euros y destinada a "promocionar los productos valencianos y actividades vinculadas a las fiestas navideñas", por lo que, prácticamente, la vacía de fondos.
El quid de la cuestión, sin embargo, no es ese -el vaciado de financiación para este cometido-, sino que parte de estos 250.000 euros -los que se han pasado ahora en Presidencia- vuelven a su punto de partida. Es decir, durante la negociación de los Presupuestos de la Generalitat de 2019, Podem anunció tras una Ejecutiva del partido que presentaría enmiendas a las subvenciones directas que, otro año más, el Ejecutivo valenciano había introducido en el departamento de Puig.
En concreto, Hacienda había reservado 1 millón para repartir a libre albedrío como ya había hecho durante los años anteriores: 1,6 millones en 2016, 1 millón en 2017, y 1 millón en 2018. Junto al millón y medio con el que cuenta ahora mismo, serían más de 5 millones en apenas cuatro años.
Ante esto, la formación morada terminó presentando enmiendas a esta línea nominativa de las cuentas. Aunque en un principio barajaron restar la totalidad del millón de ayudas directas contemplado en el Presupuesto, finalmente decidieron no hacerlo por completo, pues a algunos diputados de Podem les parecía bien que el Ejecutivo "tuviera una pequeña partida en las cuentas para cosas que no se presupuestaron", mientras otros consideraban que no tenían que 'zancadillearse' a sí mismos si tenían intención de entrar a formar parte del futuro Consell.
Con esta conclusión, el partido que lidera Antonio Estañ presentó dos enmiendas: en una pedían que 150.000 se destinaran al desarrollo de la Ley de Plurilingüismo, y en otra que 250.000 euros fueran a la campaña de "El Nadal es valencià" que realiza anualmente Presidencia de la Generalitat para promocionar "los productos valencianos y actividades vinculadas a las fiestas navideñas" y así poder "ayudar" a industrias valencianas cuya producción es muy estacional como pueden ser el turrón de Xixona o la uva del Vinalopó.
La suma de PSPV, Compromís y Podem permitió que se aprobara la enmienda navideña, pero no la otra, en la que socialistas se unieron a PP y Ciudadanos para evitar que se le restaran fondos a Presidencia. Llegados a este punto, aparentemente al jefe del Consell se le habían "restado" 250.000 euros, pero ni siquiera eso. Las ayudas al "Nadal es valencià" se conceden todos los años, precisamente, del millón de subvenciones directas, por lo que Puig mantenía la totalidad de su partida.
La única diferencia respecto a años anteriores sería que dejaría de repartir de manera directa esta cuantía destinada a la desestacionalización en la venta de productos navideños y pasaría a hacerlo por concurrencia competitiva. El destino, no obstante, sería idéntico.
Ahora, la resolución aprobada por el conseller de Hacienda publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana en pleno mes de agosto, devuelve prácticamente la totalidad de ese dinero donde se había previsto en un principio para que se reparta a dedo; solo 25.000 euros se distribuirán por concurrencia competitiva. No es de extrañar que haya ahora quien se pregunte en Podem para qué sirven las enmiendas a los Presupuestos si luego pueden sortearse de esta manera.
La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal
