Foto: INMA CABALLERVALÈNCIA. El president de la Generalitat Ximo Puig ha asegurado este jueves que su Consell no abdicará de su responsabilidad, como sí han hecho otras autonomías, y seguirá protegiendo la economía y a los valencianos frente a la crisis y la inflación, y creando un marco más favorable para la inversión.
Durante la sesión de control de Les Corts Valencianes, Puig ha señalado que nunca dejarán de "dar la cara" y de intentar hacer lo que puedan para paliar la crisis, y con ese objetivo, ha dicho, se ha aprobado el Plan Reactiva, "para atajar en la medida de las posibilidades la inflación" y "transitar hacia el cambio que suponen las energías renovables".
Al respecto, ha anunciado que Metrovalencia, el TRAM de Alicante y el TRAM de Castellón serán gratuitos los domingos durante los próximos tres meses para incentivar el transporte público, ayudar a paliar el impacto de la inflación y avanzar en el proceso de transición energética.
Desde la oposición, la síndica del PP, María José Catalá, ha acusado al president de presentar medidas "recicladas, que ya existen o que no se pueden poner en marcha", mientras que la síndica de Ciudadanos, Ruth Merino, ha tildado a los miembros del Consell de "expertos en propaganda".
"Prometemos lo que tenemos la convicción de que podemos hacer realidad, si no, no lo prometemos", ha asegurado Puig, quien ha defendido las medidas y planes de choque puestos en marcha, y ha asegurado que el balance está siendo "positivo" y que han "cumplido ampliamente con muchos sectores".
Ha señalado que los valencianos están "moderadamente satisfechos" con este gobierno, y ha enumerado las inversiones hechas en sanidad, educación, justicia o políticas sociales, así como las medidas implantadas para hacer frente a la pandemia, primero, y a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania y la inflación ahora.
Desde la oposición también han interpelado al jefe del Consell por la tasa turística, una cuestión sobre la que el president no se ha pronunciado, pero sí la síndica de Compromís, quien ha dicho sentirse "orgullosa del trabajo hecho por los grupos del botànic", tras haber escuchado "a todo el sector, y no solo al empresariado".
La síndica de Ciudadanos ha acusado a Puig de haber puesto la salud del Botànic por encima de los intereses valencianos, y haber perdido "grandes oportunidades" para la Comunitat Valenciana como la Copa América o Puerto Mediterráneo, y estar ahora poniendo "obstáculos a la ampliación del Puerto de Valencia".
"Y por si fuera poco ahora quieren imponer una tasa turística en diferido", ha indicado Merino, mientras que María José Catalá le ha pedido que deje de hacer "el trilero" con esta tasa.
La síndica de Unides Podem, Pilar Lima, ha pedido tomar decisiones políticas "con visión de futuro" y con "valores coherentes con la realidad que vinimos", y ha manifestado que el puerto de València "no son solo las grandes navieras", sino también sus trabajadores y los vecinos, a los que ha pedido escuchar.
Pilar Lima ha tenido que interrumpir su intervención varios minutos debido a una interferencia, que ha hecho que se colara una conversación telefónica en el hemiciclo. Lima ha señalado que si los parlamentarios conocieran la lengua de signos hubiera podido seguir con su intervención.
Desde Vox, Ana Vega ha calificado al Consell de "banda organizada que pisotea las líneas rojas de la ética y la estética", y ha considerado que a este paso habrá que llamar a Ximo Puig "Don Corleone".
Puig ha lamentado que Vox esté "mucho más allá que Le Pen", y ha señalado que su única política es "el autoritarismo y el insulto permanente"
