VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, reiteró este miércoles su voluntad férrea de comparecer en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado para abordar el problema de financiación que sufre la Comunitat Valenciana e insistir en la reforma de un sistema que lleva caducado desde hace más de tres años. El jefe del Consell lo hizo, además, en Madrid y precisamente tras pisar la Cámara Alta con motivo de su intervención en la clausura del VII Foro de las Autonomías, donde pronunció una conferencia sobre su propuesta de reforma de la Constitución.
El mensaje del líder de los socialistas valencianos no es baladí en tanto que este martes llegó por parte de su propio partido una cortapisa a su intención de ser el segundo presidente autonómico -el primero y único hasta ahora fue el catalán José Montilla en 2010- en comparecer en la citada comisión. Así, el portavoz del PSOE en la Cámara Alta, Ander Gil, arrinconó la intención de Puig al condicionarla a que el Gobierno de Mariano Rajoy presentara su propuesta para un nuevo sistema de financiación. "No tendría mucha para debatir a fecha de hoy", comentó el parlamentario socialista, para añadir: "Lo primero es que el Ejecutivo cumpla con su obligación y su compromiso. A partir de ahí, el resto", sentenció.
Unas palabras que no cayeron especialmente bien en Presidencia de la Generalitat, si bien desde el inicio se construyó la siempre socorrida versión de que las manifestaciones de Gil podrían haber sido, en cierta medida, sacadas de contexto. Pocas horas después, reaccionó el senador valenciano y ex presidente de la Generalitat Joan Lerma, para defender la posición de Puig.
Una tarea de la que se ocupó él mismo este miércoles en Madrid, donde aseguró que comparecerá en el Senado para hablar sobre su propuesta cuando le citen desde la institución para puntualizar además que poder o acudir o no dependerá de la mayoría que ostenta el PP. "El PSOE no puede bloquear nada", recalcó.
Puig, en esta línea, afirmó que había conversado sobre este asunto con el presidente del Senado, Pío García Escudero, y también con el propio Ander Gil, con quien se reunió ayer después del impacto producido por sus palabras en los medios valencianos. "Ha sido una malinterpretación", comentó el jefe del Consell, tratando de poner fin a la polémica.
"Lo lógico, lo democrático y lo normal es que se facilite a las comunidades el debate en el Senado, es de una lógica aplastante y además genera una pedagogía positiva", subrayó Puig en un intento de sofocar un nuevo conato de incendio entre la dirección federal del PSOE y la cúpula valenciana.
En este sentido, cabe recordar que las relaciones entre Pedro Sánchez y el líder del PSPV no son especialmente fluidas y, por lo visto en esta cuestión, podrían también ser divergentes respecto a la estrategia sobre un asunto tan vital para los socialistas valencianos como la reforma del sistema de financiación. Mientras parece que el PSOE no quiere avivar una pelea entre autonomías que, aunque también perjudicaría al PP, podría también evidenciar debilidades de Sánchez, Puig necesita seguir avanzando en sus reivindicaciones sobre el caducado modelo dado que el Gobierno valenciano sigue sin tener los recursos suficientes para cubrir las competencias que tiene asignadas su ejecutivo.