Puig sigue viviendo al margen de Sánchez: no irá a la Escuela de Buen Gobierno por las Fallas

VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no cruzarán sus caminos en los próximos días según se desprende de las agendas de ambos dirigentes de cara a la presente semana, pese a que estas siempre habían sido fechas propicias para un encuentro dado que València celebra su fiesta fallera.

Así, en 2015 y 2016 el dirigente madrileño visitó el Cap i Casal en esta época del año. Paseo fallero, mascletà, paellas... Sánchez hizo el recorrido clásico acompañado de Ximo Puig en aquella última visita cuando todavía era secretario general del PSOE. Meses después, se veía obligado a dimitir tras la pérdida de respaldo en el Comité Federal de, entre otros, el propio líder del PSPV para, posteriormente, recuperar su cetro frente a Susana Díaz y Patxi López.

Desde aquel momento, los tímidos intentos para la normalización de las relaciones entre Puig y Sánchez parecen haberse quedado en mera escenografía. No parece que el líder de los socialistas valencianos y el máximo responsable federal vayan a comer sopas juntos ni ahora ni en un futuro inmediato. Prueba de ello es el poco interés mutuo que se aprecia por coincidir en las distintas citas señaladas que aparecen en el calendario.

De esta manera, fuentes socialistas confirmaron este lunes que el presidente de la Generalitat no estará en la Escuela de Buen Gobierno que ha preparado Sánchez entre el 15 y el 18 de marzo. En esta ocasión, las fechas elegidas merecen en gran medida la excusada ausencia de Puig: la agenda del jefe del Consell se centra en los distintos actos falleros. Bien es cierto que el líder valenciano quizá hubiera podido hacer un pequeño paréntesis durante el día 17 (cuando estaba previsto que participara en una mesa), pero desde su entorno han insistido en las complicaciones de agenda en jornadas tan señaladas.

La historia se repite. A principios de febrero, Puig no acudió a una asamblea abierta a la militancia en Castellón a la que iba Sánchez por tener cerrada su presencia en el congreso comarcal de La Safor-Valldigna y, pocos días después, también excusaba su presencia en el Comité Federal del PSOE que debía aprobar los reglamentos de primarias por tener fijada desde tiempo atrás una jornada de trabajo en Morella con los cinco rectores de las universidades públicas.

Unas justificaciones más válidas que otras que invitan a pensar que el líder del PSPV y su homólogo federal apuntan a verse las caras para cumplir unos objetivos mínimos. O dicho de otra manera, el deshielo en el que ambos parecían participar inicialmente se ha quedado en un estado de descongelación superficial que sigue dejando a estos dos referentes en un lugar, sino opuesto, muy lejano en el tablero.