BRUSELAS. "Hay margen hasta octubre". Es el mensaje que subrayó este martes el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tras reunirse con el responsable de la Comisaría de Transporte de la Comisión Europea Alessandro Carano para abordar la "discriminación" a la Comunitat Valenciana en la distribución de los corredores ferroviarios prioritarios.
El encuentro, en el que también participó el Secretario Autonómico de Relaciones con Europa, Joan Calabuig, se produjo de urgencia tras trascender el pasado viernes que dos importantes conexiones ferroviarias para València que debían formar parte del plan financiero plurianual de la UE 2021-2027 habían sido descartadas por Bruselas en su mapa de prioridades.
"Hay margen para intervenir, y lo vamos a intentar porque el Gobierno de España tiene predisposición de escuchar a la Comunitat Valenciana", dijo Puig sobre las conexiones ferroviarias entre Madrid y València del Corredor Atlántico-Mediterráneo (la que debe conectar los puertos de Sines y València), y entre Zaragoza y València del Corredor Cantábrico-Mediterráneo.
El presidente valenciano lamentó, tras confirmarlo en la reunión con Carano, que el anterior Gobierno de España, con el ministro Íñigo de la Serna al frente de Fomento, "nunca situó como prioridad el tramo Madrid-Valencia de mercancías ni hizo lo suficiente por que se incluyera el de Zaragoza-Valencia".
No obstante, destacó que la Generalitat "va a trabajar con los eurodiputados españoles y el nuevo Gobierno de España para corregir esta situación". El objetivo es lograrlo antes del mes de octubre, cuando quedará fijado, según Puig, el mapa definitivo. De hecho está previsto un encuentro con el nuevo ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos.
La principal consecuencia para los tramos 'desaparecidos' a día de hoy es que las redes que sí han sido incluídas, concentradas en la zona del Atlántico, tendrán una financiación europea que puede alcanzar el 75% del proyecto, mientras que las no prioritarias solo pueden llegar hasta el 15%.
La cita celebrada este martes, según explicaron fuentes de Presidencia, no pudo ser con la propia comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, por cuestiones de agenda.