VALÈNCIA / BARCELONA (EP). Lo que desde la madrugada del miércoles y durante toda la mañana del jueves era un rumor ha acabado cristalizando con el anuncio de la convocatoria de elecciones en Cataluña. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, va a comparecer en rueda de prensa para fijar la jornada electoral el próximo 20 de diciembre.
Según han explicado a Europa Press varias fuentes soberanistas, se baraja como una posible fecha para los comicios el 20 de diciembre, cuando se cumplen los 54 días que fija la ley para convocar elecciones.
Puigdemont anunciará elecciones tras haberlo trasladado antes a sus consellers y a los diputados de JxSí en una reunión en el Palau de la Generalitat que ha durado más de dos horas, y también tras una reunión el día anterior de siete horas que duró hasta la madrugada.
La estrategia del Govern para frenar la aplicación del artículo 155 ha ido cambiando a medida que se agotaba el tiempo para presentar alegaciones antes de que el Senado autorice al Ejecutivo a aplicar duras medidas con el fin de recuperar el control de la autonomía de Cataluña. Tras siete horas de reunión esta noche y numerosos encuentros, además de la mediación del nacionalismo vasco, con el lehendakari Iñigo Urkullu a la cabeza, y del líder del PSC, Miquel Iceta, las deciciones de Puigdemont han tomado un nuevo rumbo.
Según el diario catalanista Ara, la cumbre en el Palau terminó con lágrimas y algunos miembros de Junts pel Sí expresaban con pesar que todo había acabado: "S'ha acabat tot".
El malestar por este volantazo entre los socios independentistas ha provocado que la CUP haya mostrado su oposición a la salida hallada por Puigdemont. En los pasillos del Parlament, el diputado cupista Carles Riera llegaba incluso a hablar de "deslealtad" por parte de Junts pel Sí (JxSí). Las calles también van a ser reflejo de este descontento, ya que los cachorros anticapitalistas están promoviendo movilizaciones para defender la proclamación de la república catalana. La ANC y Òmnium Cultural se han sumado a esta participación con la proclama de que la unión de los convocados será lo que permita que "no pasen ni vuelvan a pasar", arengó Marcel Mauri a los estudiantes.
Incluso el vicepresidente Oriol Junqueras, según fuentes independentistas, habría deplorado esta medida para frenar el 155, aunque reconoció que es una competencia del presidente. Tras el anuncio de la fecha de las elecciones, se disolverá la cámara autonómica y, por lo tanto, se caerá de la agenda la celebración del Pleno convocado para esta misma tarde.
El diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha aprovechado las redes sociales para mostrar su profundo rechazo a la estrategia del presidente Puigdemont, a quien ha llamado 'Judas' en su cuenta de Twitter: "155 monedas de plata", en referencia al pasaje bíblico en el que se describe el pago que recibió Judas por traicionar a Jesús.
El que fuera cabeza de lista de la CUP en las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2015 Antonio Baños también ha puesto al presidente catalán en el disparadero de las redes sociales. Para alentar las movilizaciones, el exdiputado ha señalado que si los catalanes se quedan en casa tras los últimos acontecimientos, "ganan Mas y Puigdemont". En su cuenta de Twitter, el exlíder anticapitalista ha cambiado la imagen, que lucía a Felipe VI boca abajo por una de Puigdemont en idéntica postura, un remedo del cuadro que recuerda a Felipe V, el primer rey Borbón que ordenó incendiar la ciudad de Xàtiva por su resistencia durante la Guerra de Sucesión.
El impacto de la decisión ha provocado las primeras dimisiones en un bloque que se mantiene unido de forma precaria. Jordi Cuminal, diputado de Junts Pel Sí ha renunciado a su acta de diputado y se ha dado de baja del PDeCAT. Al igual que su compañero de filas y alcalde de La Seu d'Urgell Albert Batalla, que ha presentado su dimisión.
Destacados miembros del PSC como su líder, Miquel Iceta; el expresidente socialista José Montilla y la número dos del partido y alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Núria Marín, están mediando entre los gobiernos central y catalán para evitar una declaración unilateral de independencia.
Según han explicado a Europa Press fuentes cercanas, en los últimos días han intensificado sus contactos para mediar y evitar tanto una declaración unilateral de independencia como el artículo 155 de la Constitución.
Iceta ha mantenido contacto directo con Puigdemont en los últimos días -trascendió una reunión el pasado viernes- y ha sido un "puente esencial" con el Gobierno central y el PSOE, partidario de convocar elecciones y de no activar el 155.
Puigdemont también se reunió el miércoles en la Generalitat con Montilla, que le pidió que evitara el 155 con unas elecciones como mejor salida a la situación actual.
Anunciada la intención de Puigdemont de convocar elecciones, los socialistas están centrados en evitar la intervención del autogobierno catalán mediante el artículo 155, que se votará definitivamente en el Senado este viernes.