vacALICANTE. Ximo Puig tiene clara su campaña, o precampaña: hablar de su libro. Y su libro son los logros logrados por el Gobierno del Botànic, en un contexto repleto de dificultades durante este segundo mandado: desde la Dana de la Vega Baja hasta la sequía que se avecina pasando por la pandemia o los efectos de la guerra en Ucrania. Admite que hay cosas por hacer, especialmente, en materia de financiación y la mejora de las inversiones territorializadas del Gobierno central, pero defiende los logros del Botànic y los indicadores económico que deja, "todos ellos mejores que en 2015": Puig ha destacado la apuesta por innovación empresarial; las inversiones sanitarias; el éxito del Plan Edificant y la apuesta por la formación y la FP Dual. ¿La vivienda? El president también la presenta como una oportunidad, a raíz de la nueva ley y, por eso ha anunciado, que el Instituto Valenciano de Finanzas ofrecerá una línea para financiar promociones de viviendas de protección o en régimen de alquiler asequible.
En las Conferencias Circulares organizadas por la Cámara Business Club Alicante junto al presidente del organismo cameral, Carlos Baño, y a su vicepresidente, Jesús Navarro, el president ha defendido este elemento de la "paz social" como base para la convivencia y para el desarrollo económico, y ha advertido de que este pilar "sólo parece un factor fundamental cuando se rompe", como parece que ocurre actualmente en Francia.
En su discurso ante una parte del empresariado alicantino y acompañado delconseller Arcadi España, Puig ha admitido que hay que buscar "más puntos de encuentro" en la política española, pero ha apostillado que en la Comunitat Valencia "lo hemos intentado y no ha ido mal".
Ello ha conducido a una "realidad difícilmente cuestionable", en palabras del president, de que el territorio valenciano "está mejor que hace un año, mejor que al inicio de la pandemia y mejor que hace ocho años", como ha dicho que lo atestiguan los índices del PIB, empleo, inversión extranjera, exportaciones, turismo, producción industrial y la confianza empresarial. De esta manera, ha indicado que la hoja ruta valenciana "pasa por resistir, recuperar y reinventar" en un clima de "estabilidad" que despierta "confianza".
Ha recordado que en los últimos años la Comunitat Valenciana ha recibido nuevas inversiones empresariales y asentamiento de empresas, como los dos bancos catalanes, y que sólo en la provincia de Alicante hay 21.000 compañías más que cuando llegó al Consell hace ocho años.
Puig ha incidido en quees consciente de la "desatención histórica con Alicante" en inversiones del Estado, ante lo cual la Generalitat "ha intentado y actuado para compensarlas" triplicando su inversión, de los 182 millones de euros en 2015 a los 610 de este año, un 265 por ciento más.
Se ha propuesto alcanzar la autonomía energética en 2030 para facilitar la competitividad de empresas y el fortalecimiento del Estado del bienestar, y ha abogado por continuar con la progresividad fiscal.
Puig ha abogado por "buscar más puntos de encuentro", algo que considera que es "una de las grandes ausencias de la política española", aunque ha precisado que en la Comunitat Valenciana lo ha intentado y "no ha ido mal".
Por ello, ha resaltado la importancia de la unidad, puesto que cree que "una sociedad no progresa con sus instituciones enfrentadas". "Las instituciones deben ser el reflejo de sus representados, no el espejismo que distorsiona hasta la caricatura", ha expresado. A este respecto, ha defendido el diálogo, puesto que "pactar no es traicionar, sino que es fundamental para una sociedad madura".
El turno de preguntas, a Puig se le interpeló por cuestiones como el modelo Málaga; el puerto seco del Vinalopó; la falta de suelo residencial o la cuestión hídrica. El jefe del Consell defendió tener estrategia para que ese modelo de Málaga también se replique en Alicante; del puerto seco, que podría ir ubicado entre Novelda y Villena, ha afirmado que se decidirá por cuestiones técnicas y sobre la falta de suelo de residencial, ha defendido una acción conjunta entre los empresarios y el sector inmobiliario.
De la cuestión hídrica, Puig ha señalado que "cuando hay sequía obviamente hay menos agua y por tanto hay que articular las medidas antisequía necesarias" y ha añadido que "no es la primera vez de un año en blanco, sin trasvase", ya que ya "pasó con el PP", hace unos ejercicios.
En todo caso, ha continuado, "pensamos que en este momento no se dan estas circunstancias y por lo tanto el trasvase sí es posible con las consideraciones que hay pero siempre basadas en la técnica".
Para el president valenciano, el trasvase del Tajo-Segura es "irrenunciable" para la Comunitat y no debe ser objeto de debate dentro del "espacio del identitarismo ni de confrontación" sino que cuando hay una dificultad hay que afrontarla "técnicamente".
