El jefe del Consell insta a todas las administraciones públicas a hacer sus deberes dentro de marco competencial para resolver los 'inputs' negativos hoy convertidos en "tormenta perfecta" para la industria cerámica.
BOLONIA (Enviado Especial). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, entiende que, de no resolverse asuntos como los altos costes energéticos, las prácticas especulativas que vienen acompañando al mercado de emisiones de CO2, el encarecimiento de las materias primas, etcétera, lo que suponen un importante lastre para la rentabilidad de las empresas cerámicas, la situación corre ya el riesgo que afectar al empleo, "que es siempre el eslabón más débil de la cadena".
Estas palabras las ha expresado el jefe del Consell este martes durante la visita que ha realizado a la feria Cersaie que hasta este viernes congrega a casi 140 empresas españolas del ámbito de la cerámica y el baño, así como de sectores afines, y que proceden principalmente de la provincia de Castellón. A lo largo de la visita, Puig ha podido conocer de primera mano la fuerte inquietud que atenaza a las empresas de un sector que, si bien siguen creciendo en cuanto a producción y ventas, los altos costes de fabricación adelgazan los balances de una manera importante, con lo que puede afectar al empleo o a la inversión, como así le señalaron, con menor o mayor vehemencia, responsables de las compañías presentes en BolognaFiere.
Según ha explicado Puig, "las empresas cerámicas están creciendo pero lo están haciendo en un entorno muy difícil", a lo que añadió que "estamos viendo cómo aumentan las exportaciones y la producción, pero tenemos grandes problemas de costes, especialmente por los elevados precios energéticos que están afectando de manera clara a la propia estabilidad de las empresas". El president recordó que "también tenemos problemas derivados del mercado de emisiones de CO2 que está atrapado por la especulación. En definitiva, tenemos problemas en muchos ámbitos que tienen que ver con las materias primas". "Por tanto -argumentó Puig- de lo que se trata es de converger para evitar que esta industria muera de éxito, porque hemos sido capaces de remontar las peores situaciones, pero ahora parece que en algunos ámbitos se ha creado una tormenta perfecta de inputs negativos. Y eso es lo que tenemos que combatir todos los gobiernos y todos tenemos que concienciarnos", manifestó, acompañado por los máximos responsables de las patronales cerámicas Ascer y Anffecc, Vicente Nomdedeu y Joaquín Font de Mora.
En este contexto, Puig anunció este martes nuevas ofensivas políticas en Europa de la mano del gobierno de la región italiana de Emilia Romaña, "que es una comunidad paralela a la nuestra, con gran tradición azulejera y muy potente". Así, explicó que en el ámbito europeo vamos a intentar que se conciencie la Comisión de que no puede existir una Europa de futuro sin una industria potente y que la transición ecológica, que es absolutamente imprescindible, debe hacerse de una manera justa y adecuada, generando la mayor seguridad posible a sectores como es el sector de la cerámica y al empleo".
Por otra parte, también anunció que seguirán trabajando conjuntamente con el Gobierno de España con el fin de establecer todas la alianzas posibles "para conseguir que lo que esté en manos del Ejecutivo español lo haga; como nosotros lo haremos en el caso de la Comunitat Valenciana, a través de la Mesa de la Cerámica, donde vamos a continuar viendo qué podemos hacer para mejorar a corto y estructuralmente el sector".
En cuanto a las licencias en las extracciones mineras, Puig señaló que agilizarán al máximo los permisos para que finalmente podamos asegurar las materias primas necesarias para el sector.
Sobre los tiempos para poner en marcha soluciones que alivien la solución en la industria cerámica, Puig anunció que "si el clúster quiere respuestas, nosotros se las vamos a dar reforzando los contactos con el Gobierno de España, concretando la visita a Bruselas acompañados por el presidente de la región de Emilia Romaña… queremos establecer contactos con países productores de gas como es el caso de Argelia para ver la posibilidad de participar en una solución".
Ante la posibilidad de que esta situación pueda afectar de manera negativa al empleo, Puig reconoció que "si no hay soluciones para la sostenibilidad de las empresas, si éstas caen en su rentabilidad o en una dificultad de solvencia de futuro, el empleo se resentirá porque éste suele ser el eslabón más débil de la cadena, por eso es tan importante que se revierta esta situación". El presidente de la Generalitat señaló al respecto que "la historia de la industria cerámica es una historia de éxito; es más, ahora, de hecho, siguen aumentando la producción y las exportaciones. Por tanto el problema no es de posicionamiento en el mercado, que es muy alto, sino de rentabilidad, que baja y mucho por esos problemas que ya conocemos a los que estamos obligados a darles una solución", sentenció.
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