El prolapso genital es una dolencia muy vinculada a la edad.
Se calcula que alrededor de un 20% de las mujeres que han llegado a la menopausia experimentan este desplazamiento de los órganos pélvicos (útero, vagina, vejiga urinaria, uretra o recto), desde su posición normal y a través de la vagina, hacia los órganos genitales externos (la vulva).
La causa «física» del prolapso genital es que los músculos que sostienen los órganos de la pelvis se debilitan y los órganos mencionados anteriormente empiezan a abultarse dentro o fuera de la vagina.
Aunque no es potencialmente mortal, el prolapso genital puede ser muy doloroso e incómodo, siendo necesario, en ocasiones, aplicar tratamientos de control como el láser o la radiofrecuencia (como preventivo o en casos leves/moderados).
En los casos más graves, se recomendará a la paciente una intervención quirúrgica mínimamente invasiva (normalmente, cirugía a través de la vagina o por laparoscopia).
Según detalla el Dr. Víctor Martín, jefe de cirugía ginecológica de Hospital Quirónsalud Valencia y Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón, el prolapso genital podría definirse, de manera muy sencilla, como «una herniación o salida a través del orificio vaginal de órganos que habitualmente no deberían estar ahí, como la vejiga, la vagina, el recto o el útero, bien aisladamente o en combinación de varios de ellos».
Sobre sus causas, el Dr. Martín asegura que son multifactoriales, aunque incide en su relación con todas aquellas situaciones que pueden provocar una disminución en la tensión de los tejidos del suelo pélvico y un aumento en la presión intraabdominal.
«El prolapso puede asociarse de manera directa con la edad (menopausia), el embarazo y el parto, y con cirugías previas en la zona, siendo también otras causas habituales del mismo la obesidad, el estreñimiento crónico, la tos crónica o el sedentarismo».
En este sentido, tendrán más posibilidades de sufrir esta dolencia todas aquellas mujeres «que puedan presentar como antecedentes las causas que hemos mencionado como favorecedoras».
Algunos de los síntomas generales que pueden relacionarse con el prolapso genital son:
Dolor en la zona genital y abdominal.
Sensación de bulto o masa en la vagina.
Incontinencia urinaria y/o fecal.
Retención urinaria.
Infecciones vaginales y urinarias frecuentes.
Sangrado genital.
Molestia o entumecimiento durante el coito.
Por otra parte, es importante destacar que, aunque el prolapso genial no es una enfermedad como tal, es un problema de salud grave que, por sus síntomas (dolores, trastornos urinarios o de defecación, dificultades para mantener relaciones sexuales, molestias al caminar, etc.), interfiere considerablemente en la calidad de la vida de las mujeres, pudiendo ser causa de aislamiento social, pérdida de autoestima e incluso depresión.
El tratamiento del prolapso genital suele estar relacionado con su sintomatología.
De hecho, en clínicas como Quirónsalud Valencia, únicamente se interviene a mujeres cuyas molestias interfieren negativamente en su calidad de vida.
«El tratamiento también depende de la gravedad del caso», añade el jefe de cirugía ginecológica de Hospital Quirónsalud Valencia y Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón.
«En los casos leves, puede ser suficiente con la práctica de ejercicios fortalecedores de la musculatura pélvica, combinados con el fortalecimiento de dichos tejidos mediante la utilización de tratamientos como el láser vaginal o la radiofrecuencia. De esta forma se pueden conseguir mejorías bastante evidentes», explica el Dr. Víctor Martín.
«En los casos graves, la única solución es la cirugía. Normalmente, la cirugía de prolapso genital se realiza vía vaginal, sin incisiones abdominales, o bien mediante cirugía laparoscópica mínimamente invasiva (con mínimas cicatrices abdominales). Las técnicas a utilizar van desde la reposición de los órganos implicados mediante cirugía reconstructiva con/sin mallas, hasta la extirpación del útero combinada con la reposición de vejiga y/o recto, dependiendo de la situación de la paciente», concluye.
Aunque el debilitamiento de los músculos pélvicos es inevitable en situaciones como el embarazo y el parto, otras de sus causas pueden prevenirse.
«Prevenir el prolapso genital es posible reduciendo los riesgos asociados al estilo de vida, como la obesidad, el sedentarismo o el estreñimiento y la tos crónica. En las embarazadas, los expertos en ginecología debemos cuidar al máximo el periné en el momento del expulsivo en los partos. También es posible prevenir esta dolencia mejorando el tono muscular del suelo pélvico con ejercicio físico o con técnicas no invasivas (láser o radiofrecuencia) después de embarazos o de cirugías ginecológicas».
Si los síntomas del prolapso uterino te molestan e impiden realizar tus actividades cotidianas, debes consultar con un médico especialista.
Estos son algunas situaciones que hacen que las pacientes vengan a nuestro servicio de cirugía ginecológica por este motivo:
Tienen sensación constante de tirón en la pelvis.
Sienten que la vejiga no se vacía del todo cuando van al baño.
Sienten que están sentadas sobre «una pelota pequeña».
Sienten que la ropa roza con el tejido vaginal.
Notan presión en la pelvis o en la zona lumbar.
Al mantener relaciones sexuales, tienen la sensación de que el tejido vaginal está suelto.
Solicita más información en el servicio de ginecología de Quirónsalud Valencia