VALENCIA. 30 de octubre de 2015. El Pleno del Ayuntamiento de Valencia aprueba impulsar la elaboración de un Plan Estratégico de las Fallas “como primer paso para la búsqueda de herramientas útiles para les fiestas donde se evalúen el impacto económico, social o turístico de las Fallas desde el ámbito científico y con la participación de los diferentes agentes festivos de la ciudad”, una iniciativa que se enmarcaba en la lucha por lograr la catalogación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Presentada por el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, la moción empezó a dar sus primeros pasos pronto, sumando dos alianzas de primer nivel antes de que acabara el ejercicio: la Cámara de Comercio de Valencia y la Facultad de Economía de la Universitat de València. Sin embargo, más de un año después, el estudio de impacto económico todavía no ha sido iniciado por ninguna de las partes.
A finales de noviembre tanto Fuset como Pepe Martínez Tormo, secretario general de Junta Central Fallera, se reunieron con el Presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, encuentro en el que se resaltó la importancia de disponer de un estudio de impacto económico que refleje “de manera fidedigna” cuál es el retorno económico de las Fallas a la ciudad y que cuantifique el papel de la fiesta como dinamizador económico y turístico. Con la primera reunión superada, la Cámara se sumaba al barco. El segundo encuentro, también en 2015, llevó a los representantes del consistorio a reunirse con Juan Francisco Martínez y Alejandro Mollá, directores de los departamentos de Dirección de Empresas y de Comercialización de Mercados, respectivamente; y Rosa María Yagüe, vicedecana de participación y cultura de la facultad.
“Es fundamental que desde el Ayuntamiento trabajemos conjuntamente con las universidades, ya que son la cuna del conocimiento y la investigación y tienen mucho que decir en el presente y el futuro de nuestra ciudad […] el plan quiere dar una visión global del impacto y las potencialidades de la fiesta y posee una mayor relevancia teniendo en cuenta que servirá para reforzar la candidatura de las Fallas a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO”, indicó entonces el concejal de Cultura Festiva. Según se planteó en un primer momento, el plan estratégico constaría de dos partes: una de ellas incidirá en indicadores sociales, como la evaluación de las Fallas como elemento de cohesión social, participación ciudadana o sociabilidad; por otra parte estará el informe que se centrará en el retorno económico de la fiesta a la ciudad de Valencia, así como de sus potencialidades como agente dinamizador de la economía y el impacto turístico.
Campanadas de fin de año y bienvenido 2016. Si bien, pocas noticias hubo con respecto al anunciado estudio el pasado año, hasta que apareció en escena otro actor: la Diputación de Valencia. Su presidente, Jorge Rodríguez, planteó en otoño, antes de acudir al congreso sobre arte efímero financiado por la Comisión Europea en Mainz (Alemania), su intención de realizar un estudio de estas características, tras reunirse con colectivos festivos de distintas comarcas. “Aunque parezca increíble nunca se ha llegado a cuantificar detalladamente con un estudio en profundidad sobre el impacto de la fiesta en los distintos sectores a los que llega”, indicó el presidente de la corporación provincial, quien se comprometió así a impulsar dicho estudio de impacto económico, en respuesta a la solicitud de las juntas locales falleras de la provincia. En la dinamización social y en el retorno económico se basó Rodríguez para explicar la necesidad de que las administraciones públicas inviertan en política festiva.
“Más allá de la identidad y la riqueza social que garantizan estas celebraciones, debemos destinar recursos económicos y materiales para desarrollar y difundir una fiesta como las Fallas, que en realidad es una industria que realiza una aportación nada despreciable al Producto Interior Bruto valenciano, con una repercusión directa en sectores como el de la música, la pirotecnia, la indumentaria y la restauración, entre otros”. Con dos informes previstos –aunque no ejecutados- sobre el impacto económico de las Fallas en el ámbito local y social, la cuestión parece que ahora es quién se hace cargo de qué. El concejal de Cultura Festiva confirma que existe una “negociación” entre una administración y otra para poner en marcha el/los estudio/s, que esperan sea asumido por Diputación. Si bien, y a pesar de que la última comunicación entre ambas partes data de la pasada semana, esta cuestión está todavía cogida con pinzas.
Preguntados por Cultur Plaza, desde la Diputación de Valencia confirman la intención de mantener una relación fluida para evitar que los estudios provoquen una duplicidad innecesaria pues se busca que, en todo caso, ambos sean complementarios: un informe de ámbito comarcal y otro referido a la capital. Con respecto a quién asume el coste económico que supone el desarrollo del estudio la cosa no está tan clara todavía, pues las conversaciones siguen en marcha y ninguna de las partes ha dado un paso adelante. Así pues, el estudio de impacto económico sigue en barbecho.