escapadas hedonistas

¿Qué hay de nuevo en Madrid?

Hacemos un repaso de lo último y más bueno que ha abierto en la capital

| 31/05/2024 | 5 min, 38 seg

Madrid en esta época es un gozada. El calor todavía no es sofocante, las rosaledas están en plena ebullición... Igual que las terrazas, en las que no cabe un alfiler de todos aquellos que salen a celebrar, que por fin, ha llegado el buen tiempo. Así que no resulta extraño que cada día, más y más gente quiera venir a visitarla. Porque de venir a vivir, tal y como están los precios, ya hablamos otro día si eso, je.

Lo cierto es que la ciudad lleva ya mucho tiempo en la cresta de la ola, atrayendo a nuevos inversores y negocios, que ven que si triunfas aquí, como cantaba Frank Sinatra respecto a Nueva York, puedes hacerlo en cualquier sitio. Ojo, no es fácil y capear esta ciudad que te engulle y si no le caes bien te devuelve, es ardua tarea. No obstante, muchos siguen intentándolo y triunfando y eso siempre es una gozada, para los que habitamos esta urbe. El salir y encontrar algo siempre nuevo, sin la posibilidad de aburrirse jamás. Así que, ¿qué hay de nuevo en Madrid? Mucho y muy bueno.

De lo más interesante, la nueva barra japo de la que todos hablan. Se llama Sen Omakase y es el proyecto del itamae chino Steven Wu. La experiencia es como estar en Japón y salirte, por una rato, de la agitada ciudad. El menú lo sirven en cuatro estancias diferenciadas, donde vas deleitándote con el factor sorpresa de cada una de ellas. Propone un menú de nada menos que 42 pases, entre los que se incluyen platos de cocina kaiseki y sushi, que se presentan ante 12 afortunados por servicio. ¿El punto final? Una auténtica ceremonia del té nipona y una carta de coctelería firmada por Angelita, en el cuarto de sus espacios.


Precisamente, la proliferación de los wine bar y las coctelerías, también ha sido próspera en estos últimos meses. Hemos celebrado el regreso de Angelita, de los hermanos Villalón, que se ha reformado y alcanzado la madurez, con un wine bar y su comedor, para seguir deleitándonos con eso que solo ellos saben hacer. La Alquimia se ha mudado a un espacio más grande, donde triunfan los vinos naturales y los bocaditos (gildas o un tremendo sándwich de queso) para acompañarlos. También hay propuestas de lo más originales, como la de Persimmon's, un georgiano que es mitad coctelería, mitad restaurante. Preparan cócteles con chacha, un licor del país y platos típicos como el khachapuri o una versión del bikini, preparada con cochinillo a la brasa, zanahoria y repollo.

De vuelta a los restaurantes, hay que ir a Manifesto 13, local divertido y cool donde los haya, en el que preparan unos agnolotti de piña, parmesano de 24 meses de curación y un toque de salvia, que son de matrícula de honor. También a dejarse mimar por el buen hacer de Óscar Velasco y Montse Abellà, ex Sant Celoni ambos, que tienen, en su nuevo espacio Velasco Abellà, un sueño cumplido. Y visitarles es la excusa para disfrutar de la elegancia de la cocina de Velasco y por qué no, volver a probar un clásico de la desaparecida casa, el ravioli de ricotta ahumado con caviar Paris 1925.


Fantástico es también el Tragabuches de Dani García, con el que recupera aquel lugar que le valió en Ronda su primera estrella. Aquí vuelve a cocinar su tierra, a mostrar la cultura andaluza y sus productos y a elevarlos en la mesa, apostando por una materia prima de kilómetro 0. Una fantástica tortilla con zurrapa, un salpicón y el mítico milhojas de foie y queso de cabra de Ronda con manzana caramelizada, justifican la visita.

Otra vuelta ha sido la de Andy Borman, del que fuese el exitoso thai El Flaco. Ahora se ha puesto al frente de la última novedad del Grupo La Mucca, Ultramarines del Coso, en plena Malasaña. Lo ha hecho de cine, con una carta de platos reconocibles, a los que da un twist altamente adictivo, como en la ensaladilla rusa a la que añade ahumados, haciéndola tan madrileña como nórdica. No le queda detrás el saam de oreja, con un aliño tailandés de chile picante y marisco o una hamburguesa que, por fin, no es de carne, sino de pescado, aderezada con jalapeños y mayonesa de kimchi.

Rafa Zafra estrena Casa de Comidas en el Eurobuilding, que iba a quedarse huérfano en cuanto DiverXO se marche a La Finca. Mucho chup chup y un Bikini Bar, tan de moda, con una propuesta para comer con las manos y entre pan, donde no faltan un pan de coca con mortadela trufada, mostaza y pistacho, un mollete de solomillo de ternera, jamón y pimiento o el clásico bikini de toda la vida.


Muchos de los que venís a Madrid, lo hacéis buscando ese tipo de restaurante que une cena, copas y baile, los famosos Dinner Show. Y de esos tenemos a montones y algunos muy nuevos, como Pabblo, que en un espacio de más de 2000 metros cuadrados a los pies de la Torre Picasso, ha conquistado la ciudad. Y lo ha hecho porque detrás se encuentra el Grupo Carbón, con mucho saber hacer en esto de la gastronomía. Aquí en manos de Óscar Horcajo, se come de cine, apostando por clásicos como los blinis de salmón y caviar, el lenguado meuniere, arroces o el escalope por excelencia, el schnitzel. A buena comida, se unen espectáculos en directo de lunes a domingo, con una banda de música y artistas de diferentes talentos.


Y otros quizás lo hagáis en busca del famoseo. Un lugar para encontrarlo es el nuevo restaurante de Íñigo Onieva, sí el del nanosegundo en el metaverso. Se llama Casa Salesas y ya es un place to be. Lo interesante para nosotros, es que la cocina la firma Juan Antonio Medina, con dilatada trayectoria en Zalacaín en su día y ahora con el grupo Mabel Hospitaluty. La tortilla de patata merece la pena, así como las croquetas o el risotto Tatel.

De moda, con ambiente, que se come de cine... ¡En Madrid hay de todo!

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