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TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

¿Qué ocurre con nuestra industria? Hacia un nuevo modelo de desarrollo

30/04/2018 - 

VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana es una región eminentemente industrial, en concreto el segundo territorio en España con más ocupaciones industriales, solo por detrás de Cataluña, alcanzando casi las 380.000 ocupaciones. Asimismo, hemos observado que en el año 2017 se ha mantenido un ritmo de creación de ocupación industrial muy por encima de la media nacional, del 11,43%, frente al 5,3% de la media española. Cifras que además se refuerzan con un dato contundente: casi un tercio del total (28,97%) de ocupación industrial creada en España en el 2017 ha ocurrido en la Comunitat Valenciana.

Pero si afinamos la lupa, otros datos interesantes aparecen. Tal y como se refleja en el Plan Estratégico de la Industria Valenciana (PEIV), presentado formalmente al Observatorio de la Industria en febrero de este año, con apenas un 19% (12,5% en el promedio de España) que representa la ocupación industrial o manufacturera sobre el total de la ocupación en la Comunitat, la industria es capaz de generar el 60% del total de gastos de innovación y alrededor del 80% de las exportaciones (excluyendo frutas y verduras sin procesar, fuente: Datacomex). Dichas cifras reflejan el carácter estratégico del sector industrial en una economía, en sintonía con la realidad de las economías más potentes extranjeras, todas ellas impulsadas y lideradas por fuertes sectores industriales que se complementan con sectores terciarios avanzados (TIC, ingeniería, logística, etc.).

Así, debemos ser especialmente conscientes de la importancia del sector manufacturero y del arrastre que ejerce sobre la economía, presentando, en promedio, los salarios más altos del conjunto de la economía de la Comunitat Valenciana, basándose en una mayor tasa de ocupaciones indefinidas a tiempo completo, con una tasa de más de 3 puntos según la CEOE: por cada euro adicional sobre la demanda final del sector manufacturero, la economía experimenta un aumento sustancial de más de 3 euros.

El PEIV, encargado por el Observatorio de la Industria y acometido por la Universidad Politècnica de València, tiene como propósito posicionar a la industria manufacturera como motor de desarrollo económico y eje de tracción de la economía de la Comunitat. Para tal fin, el PEIV se plantea el objetivo estratégico de mejorar la competitividad de los sectores manufactureros, diseñando una política industrial totalmente operativa y aplicable, orientada a la acción y a la realidad de los diferentes sectores industriales, con la finalidad de generar un tejido productivo sostenible, innovador y de alto valor añadido. Asimismo, el documento contiene la intención de cambiar el modelo productivo, posicionando la industria como el eje principal de desarrollo en la C. Valenciana.

El proceso de elaboración del PEIV contó con más de 500 empresarios y agentes de la industria (sindicatos, responsables de Institutos Tecnológicos, asociaciones empresariales, Centros de Investigación Públicos, etc.), organizados por sectores, clusters y cadenas de valor, dependiendo del caso.

Cadenas de valor

Concretamente, uno de los principales rasgos del enfoque del diseño del PEIV se basó en la consideración de las cadenas de valor como unidades de análisis, auténticos ejes inter-sectoriales de transacciones que, yendo más allá de las limitaciones propias establecidas por los CNAE respectivos (Código Nacional de Actividades Económicas), posibilitan unas unidades de análisis reales que plasman con mayor nitidez y claridad las diferentes fases productivas de la realización de un producto o servicio, al tiempo que permiten capturar las interrelaciones entre los diversos agentes (proveedores, clientes, industria auxiliar, etcétera), tanto productivas como de conocimiento.

El citado diseño ha permitido, además, poder plantear iniciativas y actuaciones de mejoras de la competitividad totalmente adaptadas y enfocadas a las diferentes realidades existentes en la industria valenciana, confeccionar un paquete de medidas que están consensuadas con el tejido productivo y diseñadas para cada realidad sectorial. Asimismo, otro rasgo diferenciador del PEIV ha sido su enfoque bottom-up, de abajo hacia arriba, ya que el diseño y la recogida de datos para la confección del PEIV se basó en un diálogo directo con los auténticos protagonistas sectoriales: empresarios, sindicatos y otros agentes públicos y privados.

De esta manera, el proceso de desarrollo del PEIV ha posibilitado un canal de comunicación abierto entre el tejido productivo y la Administración, con el objeto de conocer de primera mano aquellas medidas o actuaciones más necesarias. Una vez presentados los resultados de las diferentes mesas, las acciones a acometer son elaborar planes sectoriales derivados de las acciones del PEIV más las aportaciones; encajar las acciones con las líneas de actuación que cada Conselleria está desarrollando en la actualidad con los presupuestos adjudicados; analizar lo que se está ejecutando y con qué intensidad, para poder ser recogidos en los presupuestos del año 2019 y siguientes.

Diseño basado en el territorio

Adicionalmente, el diseño de la hoja de ruta de la industria también ha considerado la importancia del territorio, entendido éste como una alta especialización (concentración geográfica) de algunos sectores en diversas poblaciones, aspecto éste que es germen de los clusters industriales (Calzado en el Vinalopó, Cerámica en La Plana de Castellón, Textil en el LAlcoià/Vall d’Albaida, Madera en Horta Sud, Automóvil en Almussafes, etcétera), si bien existen otros sectores no clusterizados que también son objeto de estudio, como por ejemplo el sector metal que constituye, en su agregación, la columna vertebral industrial de la Comunitat.

Por último, el diseño de la hoja de ruta para la mejora competitiva de la industria debe incluir y hacer partícipe al Sistema Valenciano de Innovación (SVI: Institutos Tecnológicos, Centros Públicos de Investigación, Universidades, etcétera) y dar protagonismo a los sectores y sus trabajadores a través de sus respectivas asociaciones, tanto las sectoriales como las intersectoriales.

Tras casi dos años de arduo trabajo conjunto para el diseño del PEIV, y teniendo ya clara la estrategia de desarrollo del mismo, es de vital importancia su dotación presupuestaria para su inmediata ejecución.

Asimismo, entendemos necesario la creación de un órgano de coordinación técnica con participación de las organizaciones empresariales cúpula (CEV, Confeindustria CV), para facilitar la coordinación de las acciones realizadas por los diferentes sectores en el marco del desarrollo del PEIV.


* Jose Luis Hervás Oliver es catedrático de la UPV y director del estudio para la elaboración del PEIV.

* Vicente Lafuente Martínez es presidente de Confeindustria CV y de Femeval, vicepresidente de Confemetal y miembro de la junta directiva de CEOE.

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