¿Qué pasará con las exposiciones que nos estamos perdiendo?

VALÈNCIA. Las oleadas de eventos culturales cancelados a partir del Estado de Alarma es tan solo uno de los pilares de hasta qué punto el coronavirus trastocará la agenda cultural de 2020. Los grandes centros culturales, más allá de las actividades puntuales o eventuales, también tienen un calendario expositivo que cumplir y que ya de por sí es un auténtico puzzle. El confinamiento y la obligación de estar cerrados trastoca fechas de montaje, exposición y desmontaje que había previstas. Las piezas, cuando se mueven, son dificilísimas de volver a encajar. En este sentido, la idiosincrasia de cada una de las instituciones les lleva a actuar de una manera o de otra. Por ahora, seguro hay un punto en común: todas están trabajando ya en la reprogramación de esta temporada y la siguiente para dar respuesta a este tiempo (cultural) congelado.

Es el caso del IVAM, que ya tuvo una reunión la semana pasada bien centrada en ver qué criterios y posibilidades había sobre la mesa. La situación de museo es una de las más complicadas, ya que sus grandes exposiciones habitualmente cuentan con un peso muy importante de cesiones de obras de otros museos. Por ejemplo, la muestra Where is our place?, que consisitía en 15 instalaciones de gran formato, contaba con 12 cesiones de la Colección Maxxi de Roma. Desde Italia, un país también bien sacudido por la crisis del coronavirus, no han dado fecha para retomara las gestiones necesarias. La idea del museo valenciano, según fuentes internas, es la de reprogramar y dejar que exposiciones como la de Orientalismos o Contracultura se puedan ver la cantidad de días previstos, pero sobre todo en el primer caso, es complicado: "Es una cuestión de que la obra, si de aquí iba a viajar a otra cesión, el segundo centro también modifique su calendario; también de unos seguros, que se contratan para unas fechas concretas... Hay mucho trabajo por delante".

Algo similar ocurriría con la Fundación Bancaja. El mismo viernes en el que la Conselleria de Cultura se decretó el cierre de los centros artísticos, estaba prevista la inauguración de Sorolla. Cazando impresiones, una de sus grandes apuestas de la temporada, que estaba prevista hasta el 26 de julio. "Es seguro que la actual situación de emergencia sanitaria supondrá ajustes en la programación. La incertidumbre actual sobre el momento en que se pueda volver a la normalidad, y también sobre las condiciones en las que se producirá esa vuelta a la normalidad, hace difícil propuestas concretas y cerradas sobre cambios o ajustes en la programación, si los hubiera", explican desde el centro. Y añaden: "El objetivo va a ser mantener la programación prevista y anunciada con los ajustes imprescindibles que se tuvieran que producir en los calendarios. Conscientes de que la cultura no debe parar, trabajamos para mantener todos los proyectos previstos con exposiciones muy relevantes de artistas como Sorolla o Antonio López, entre otros".

Desde Bombas Gens, a pesar de intentar mantener la acción cultural a través de internet, también se está estudiando esta reprogramación. En su fortaleza, la cantidad de exposiciones que, o se nutren de su colección, o se acuerdan directamente con el artista. Es el caso de la exposición de Inma Femenía, que estaba prevista también para el mismo viernes en la que se decretó el cierre temporal de las instalaciones. Nuria Enguita, directora del centro de arte, comenta que "la idea es alargar todo lo que haga falta las exposiciones actuales y ya se ha empezado a hablar con las personas responsables de las futuras exposiciones para paralizar el ritmo de preparación, porque seguramente se pospongan para dejar espacio a las actuales". Algo similar ocurre en el Museo de Bellas Artes, según apuntan fuentes del mismo: "Las exposiciones futuras previstas para este año continúan en marcha pero se retrasarán en función del tiempo que dure la emergencia sanitaria. Algunas de estas exposiciones se nutren con  fondos propios del museo, lo que supone una ventaja en el proceso de producción de la exposición".

En el Centre del Carme ocurre una situación similar, como las muestras no suelen ser cesiones, sino hechas ad hoc, el margen de maniobra es mayor. "De momento no hay una reprogramación hecha a la espera de saber la duración de la crisis y cuando se podrán reabrir los museos y centros de arte", explican desde el Consorci de Museus. En el Centre del Carme, las exposiciones y actividades son mucho más itinerantes, así que está reprogramación afecta a no pocas muestras: se acababa de presentar nueva programación, con exposiciones como la de Escif, Qué pasa con los insectos después de la guerra y la de Art al Quadrat seleccionada dentro de la onvocatoria Escletxes de producción y apoyo a la investigación, De coros, danzas y desmemoria que apenas llevaban dos semanas abiertas. Sólo unos días más llevaba abierta la muestra resultante de la convocatoria de comisariado V.O., Between debris and things. La exposición dedicada a Carlos Pérez Viaje a Corfú. Carlos Pérez, el hombre-museo estaba abierta desde hacía un mes; tres días antes del cierre se presentó la exposición Fallas experimentales. Historia de una disidencia y los claustros mostraban las dos instalaciones artísticas vinculadas a las Fallas, Efluenow de Raquel Rodrigo y Les jouets voyeurs de Milimbo. El mismo día 13 de marzo en que se acordó el cierre de los centros de arte el Centre del Carme tenía previsto inaugurar la exposición Maribel Domènech. Acciones cotidianas que permanece ya, acabada de montar, en la Sala Ferreres y cuya presentación se ha pospuesto hasta la reapertura de los espacios culturales.