Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Decidir quién paga la tasa de basuras, el arrendador o el arrendatario, no es una cuestión menor, ya que se trata de un impuesto obligatorio para todos los inmuebles.
Aunque la responsabilidad recae inicialmente en el propietario, en el caso de los alquileres existe la posibilidad de repercutir este gasto en el inquilino, incluyendo una cláusula específica en el contrato de alquiler.
Pero, ¿cómo hacerlo de manera transparente?, ¿pueden negarse los inquilinos?, ¿qué ocurre con las estancias cortas?, y por último, ¿quién paga la tasa de basuras en un alquiler turístico?
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La tasa de basuras es un impuesto municipal que sirve para financiar la recogida y gestión de residuos sólidos.
Recae sobre las propiedades inmobiliarias y, normalmente, lo paga el titular del inmueble, es decir, el propietario.
¿Por qué?, porque el propietario es el sujeto pasivo a quien grava directamente la ley.
Por otra parte, el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) observa que los gastos generales que no sean susceptibles de individualización debe asumirlos el propietario.
El artículo 20 de la LAU también dispone que «Las partes podrán pactar que los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, tributos, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de individualización y que correspondan a la vivienda arrendada o a sus accesorios, sean a cargo del arrendatario».
Esto quiere decir que, de haberlo pactado previamente, el inquilino es quien pagará la tasa de basuras en un alquiler.
Como seguro que ya sabes, los Ayuntamientos que aún no tienen tasa de basuras tendrán que implantarla antes de mayo de 2025 y de manera totalmente separada del IBI. Respecto a los Ayuntamientos que ya la tienen, tendrán que revisar su modo de cálculo, lo que previsiblemente supondrá un incremento de la misma.
La “nueva” tasa de basuras ha generado controversia porque la recomendación a partir de ahora es que la asuma el productor de los residuos.
Según la Ley de Haciendas Locales, el sujeto pasivo de la tasa es quien resulta beneficiado del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos, su tratamiento y eliminación, es decir, el ocupante de la vivienda o local. Aun así, siempre conviene pactar específicamente quién asume este impuesto.
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Un contrato de arrendamiento o contrato de alquiler, es un documento legal que firman el dueño del inmueble y la persona que desea rentar la propiedad para especificar los derechos y obligaciones que ambas partes asumen.
En un contrato de alquiler se incluye información general, como el periodo de vigencia del contrato, las causas de su rescisión, la renta mensual a pagar o el depósito de garantías.
Este tipo de documento de carácter privado también puede incluir cláusulas específicas, vinculadas a gastos por el uso de la vivienda, como quién asume los gastos de comunidad o quién paga la tasa de basuras, el arrendador o el arrendatario.
En un principio, y como ya hemos explicado, la tasa de basuras se considera un gasto general y no individualizable, porque hasta ahora es un impuesto que se aplica sobre la vivienda en su conjunto y no sobre los consumos específicos de cada inquilino. Por lo tanto, la obligación de pagarlo recae sobre el propietario. Sin embargo, si ambas partes lo manifiestan, se puede acordar lo contrario.
En este caso, es muy importante que la cláusula sobre quién paga la tasa de basuras que se añada en el contrato de alquiler sea clara y precisa, y que refleje de manera inequívoca y sin ambigüedades que corresponde al inquilino asumir dicha responsabilidad.
Además, para que esta cláusula tenga validez, debe constar cuál es el precio de la tasa de basuras en el año en que se firmó el contrato. Si el contrato de alquiler no indica quién debe asumir la tasa de basuras o no se incluye esta cláusula específica, se aplicará la legislación local vigente.
No pagar el impuesto de recogida de basuras puede acarrear sanciones económicas por parte de las autoridades municipales y, en casos graves, incluso el embargo de bienes para cubrir la deuda.
Además, si la cláusula especificando quién paga la tasa de basuras se ha añadido al contrato de manera correcta y el inquilino no la asume, el arrendador puede interponer una demanda de desahucio o rescindir la relación contractual de manera unilateral.
El pago de la tasa de basuras en viviendas o locales alquilados depende de circunstancias específicas como tipo de inmueble, contrato de alquiler, normativa local, etc.
Y esto, nos lleva a la siguiente cuestión: ¿Quién paga la tasa de basuras en un alquiler vacacional?
Puesto que los alquileres turísticos son una modalidad de arrendamiento diferente, en la que el uso del inmueble es temporal y asimilable a una estancia en un establecimiento hotelero, la responsabilidad de pagar la tasa de basuras debería recaer sobre el inquilino.
Aun así, las condiciones y obligaciones de los alquileres turísticos están reguladas por normativas específicas locales, y conviene informarse sobre su fiscalidad.
En todo caso, los inquilinos siempre pueden negociar con el propietario para que asuma el costo de la tasa de basuras como parte del precio total del alquiler o lo repercuta directamente en este.
Y para terminar, otra cuestión importante: independientemente de quién paga la tasa basuras, arrendador o arrendatario, es responsabilidad de ambas partes colaborar en el correcto cumplimiento de las normas municipales en materia de recogida y gestión de residuos usando adecuadamente los contenedores, separando los residuos y respetando los horarios de recogida.
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