El trío valenciano actúa mañana por la noche dentro del festival Deleste, compartiendo cartel con Quique González, Xoel López y una veintena de bandas más
VALENCIA. Desde que Aullido Atómico aparecieran en el panorama musical en el año 2011, rara vez han perdonado un fin de semana sin echarse a la carretera. Son –salvando décadas y distancias- una especie de estajanovistas del rock and roll; siempre con el nervio puesto, siempre produciendo. Hablan rápido, componen sin parar, y andan todo el tiempo con algo nuevo entre manos. Su último disco no se titula “Todo y ahora” por casualidad.
El trío valenciano, en cuya música confluye la adoración por el alma rasgada de los primeros cantantes negros de blues, el folk oscuro y la energía del punk 77, son además unos personajes de cuidado. Don Rogelio J (guitarrista, cantante y compositor a su vez en Tumba Swing, Desguace y los ya desaparecidos Tracahombres), compagina la música con su triple faceta de ilustrador, dibujante de cómics y tatuador. Últimamente también se ha introducido en la experiencia teatral, con la que ha podido exorcizar los demonios de su corazón contestatario. Pone música y presencia escénica en la obra “El mercado es más libre que tú”, un espectáculo de la compañía A Tiro Hecho contra la TTIP y los tratados de libre comercio.
Este grupo de viejos conocidos de la escena musical valenciana se completa con el baterista Quique Gallo “Medianoche” (Midnight Shots) –que alterna las baquetas con una tienda de ropa vintage que abrió junto a su novia en el centro histórico de Valencia- y el bajista Jussi Folch, a quien se conoce también como miembro de Ratolines y Retraseres) y por sus trabajos de ilustración y serigrafía en el taller que regenta en el barrio de Ruzafa.
Apenas un fin de semana después de actuar en el Funtastic Drácula Carnival de Benidorm, estos tres lobos aullarán mañana durante la primera jornada del Deleste Festival, compartiendo cartel con Quique González, Xoel López, Bigott y Delorean y casi una veintena de bandas más. Aprovechamos la ocasión para proponerles un test de reconocimiento en diez asaltos: preguntas rápidas, respuestas más rápidas todavía. Crudas, subterráneas y sin editar. Como sus canciones.
Rogelio: No me acuerdo de ninguno de los dos (aunque el último me lo compré ayer en el Funtastic Festival).
Quique: El primero no lo recuerdo bien, pero cuando empecé a comprar discos pillaba siempre de rollo jamaicano y punk 77 británico… así que seguramente sería algo de los Clash o algún recopilatorio de rocksteady. El último me lo compré el otro día en el rastro y es un recopilatorio de música francesa de los años veinte.
Rogelio: Obviamente una mezcla entre Screamin' Jay Hawkins, Joe Strummer y Tina Turner.
Quique: El puto Little Richard.
(Todos, al unísono) El Magazine Club. Eso es así.
Rogelio: No es el mejor, pero somos parroquianos: el Pikos.
Quique: Soy un fanático del Alhambra.
Rogelio: Yo mismo.
Jussí: Él mismo.
Quique: He-Man desde que voy al gimnasio.
Rogelio: Uhhhh que polémica… A mí personalmente me gustan las ciudades pequeñas. No te puedo concretar más.
Quique: Las últimas veces que he ido a Galicia he flipado.
Rogelio: Me gustan mucho Gabinete Caligari y una de mis películas preferidas es "Siete novias para siete hermanos" ¿Me he expuesto suficientemente?
Quique: Soy fanático de “La Nave de la Moda”, el blog personal de Carmen Porter, la copresentadora de “Cuarto Milenio”.
Jussi: Yo soy fan de la salsa clásica. Henry Fiol es el que más me mola. Un macarra con mucha clase.
Rogelio: Últimamente "El rey cloaca", porque habla de la gente que dedica el 100% de su tiempo a la creación, así que cuando la tocamos los aludidos lo agradecen mucho, se vuelven locos y bailan “a full”.
Quique: Puede que sea “Aún preguntas por qué”. Creo que es un tema con mucho rollazo.
Rogelio: Rómulo, el rinoceronte que andaba en círculos en el viejo zoo de los Viveros. Es más, en el próximo disco tiene una canción.
Quique: Don Rogelio J. y Jussi Folch.
Rogelio: La basura a la que siempre volvemos una y otra vez.
Quique: Lo primero, el Deleste, al que vamos con muchas ganazas. Lo siguiente, ¡grabar el nuevo nuevo disco!