VALÈNCIA (EP). El hospital Quirónsalud Valencia ha incorporado un servicio de Intervención Asistida con Perros Sanitarios en su área de hospitalización pediátrica con el objetivo "de ayudar a los niños a superar el estrés y la ansiedad que puede llegar a producir la estancia hospitalaria e intentar convertir la experiencia en el hospital del niño y su familia en una vivencia más positiva".
Estas intervenciones se realizan de manera gratuita, bajo demanda de los pacientes y en su propia habitación, según ha informado el centro en un comunicado, en el que destaca que diversos estudios han evidenciado los cambios fisiológicos que se producen en los niños derivados del contacto directo con los perros como son la regulación cardiaca, disminución de la presión arterial y la liberación de hormonas que ayudan a la relajación.
"Desde el punto de vista psicológico pueden ayudar a los niños a disminuir la sensación de ansiedad que provoca la hospitalización y obtener una percepción positiva de situaciones que pueden llegar a ser estresantes, principalmente en los más pequeños", ha explicado el especialista del centro, el doctor Gonzalo Pin.
Este servicio se realiza de la mano de la Asociación You Can, experta en Intervenciones Asistidas con Animales. Sus perros están acreditados como 'Perro de Asistencia' por la Generalitat Valenciana y cumplen con todas las obligaciones higiénico-sanitarias requeridas por la normativa vigente.
Según el centro, esta acción "evidencia el compromiso del hospital QuirónsaludValencia con la humanización de la asistencia sanitaria, especialmente en el servicio de Pediatría donde se han implantado diferentes medidas como el traslado a quirófano en coches teledirigidos o las gafas de visión tridimensional para evitar la ansiedad en determinados procedimientos con el objetivo de mejorar, en lo posible, la experiencia de los niños y sus familias durante su contacto con el hospital".
Como detalla el doctor Gonzalo Pin, los perros sanitarios ayudan a generar aspectos positivos como el cuidado en un entorno donde el niño o su familia espera ser atendido y cuidado; el hecho de cuidar de otro ser hace que éste se sienta responsable y necesario, además facilita la normalización de aspectos que posteriormente le sucederán a él; la compenetración pues los perros establecen una comunicación emocionalmente segura entre el ambiente hospitalario y el usuario; la aceptación ya que los canes nos aceptan sin calificar ni discriminar y el aspecto lúdico porque promueve entretenimiento.
Además, contribuye a la socialización porque relaja el ambiente, incrementa las sonrisas, el estado anímico de la persona, la socialización en el grupo y la interacción entre padres e hijos; a la sensación de control; al contacto físico porque, a menudo, en los hospitales, conlleva dolor, mientras que con el animal evoca sensaciones agradables y de confianza y a la relajación.