VALÈNCIA. “La responsabilidad social no debe entenderse como un coste para las empresas; las organizaciones son más rentables trabajando con modelos que cuiden el medio ambiente, la parte social y el buen gobierno. Y no solo eso, sino que las compañías sostenibles gozan de una mejor reputación, son más apreciadas por los consumidores, son más sólidas a largo plazo y disponen de mejores herramientas para superar las crisis económicas”, ha subrayado Rafael Juan, consejero delegado de Dulcesol, en el desayuno de trabajo ‘Responsabilidad Social en la empresa familiar: una nueva ventaja competitiva’, organizado por el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA), en colaboración con Ética Sostenibilidad, entidad con la que la multinacional de alimentación valenciana está trabajando la definición e implantación de su estrategia de responsabilidad social corporativa. El encuentro se ha celebrado en el Ateneo de Valencia, en el marco de las actividades organizadas en el Expoforum 2019.
La jornada ha sido inaugurada por el presidente de IVEFA, Francisco Vallejo, quien ha destacado que “desde IVEFA consideramos que tenemos que apoyar la iniciativa Expoforum del Ateneo y también quiero agradecer su apoyo a Caixa Popular, nuestro principal patrocinador, por ayudarnos a llevar a cabo jornadas como la de hoy”. Según ha explicado, “considero que las empresas familiares, para su crecimiento y competitividad, o trabajan dentro de los marcos de la RSC o no seguirán creciendo en el futuro y es importante trasladar esta creencia a todos los socios de IVEFA. Porque la RSC no es solo cumplir las leyes, es buscar que nuestras empresas generen un espacio positivo”.
En este sentido, José Gámiz, socio director de Ética Sostenibilidad, ha detallado que “un modelo de gestión sostenible y responsable contribuye a aumentar el público objetivo de la empresa; incrementar la eficiencia en la gestión de recursos –reduciendo los costes, directos e indirectos, de la organización-; la capacidad de innovación; la protección frente a los riesgos –presentes y futuros-; confiere ventajas en procesos de contratación pública, y propicia una mejora continua integral, en todas las áreas de la organización. Además, las empresas familiares que apuesten por este tipo de estrategias se estarán anticipando al futuro próximo en cuanto a regulación, mejorando su posicionamiento y competitividad”.
El socio director de Ética Sostenibilidad –firma que ofrece servicios de análisis, diseño, implementación, evaluación y auditoría de estrategias y planes de RSC y sostenibilidad- recordó el impacto en el mundo empresarial de los grandes acuerdos internacionales -como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, firmados por 193 países, o el Acuerdo de París-, la evolución de la normativa -europea, nacional y autonómica- y la presión ejercida por un ciudadano cada vez más concienciado.
“Es una tendencia que ha venido para quedarse, porque el cliente ha cambiado; es un consumidor más concienciado, más sensibilizado hacia aspectos como el respeto a los derechos humanos, hacia la protección del medio ambiente, el impacto de las organizaciones en la sociedad y empieza a valorar estos aspectos en las marcas que compra. No entiendo la responsabilidad social como una moda o una tendencia pasajera, sino que es una forma de entender la gestión empresarial que debe integrarse en las estrategias de las organizaciones”, ha apuntado el consejero delegado de Dulcesol.
En cuanto a las ventajas de las estrategias de responsabilidad social en empresas familiares, Gámiz ha mencionado que “inspirar a las nuevas generaciones; reforzar la cultura corporativa de la organización y hacer de ésta y de su modelo de negocio su principal ventaja competitiva; formalizar y definir un sistema de transmisión de valores familiares y empresariales, y no perder oportunidades de negocio, al tiempo que marcar una condición difícilmente imitable por las grandes corporaciones. En definitiva, demostrar que la responsabilidad social no es una cuestión de empresas grandes, sino de empresas que quieren hacer algo grande”.
“Es nuestro deber rendir cuentas de lo económico y de lo social que afecta o puede afectar a empleados, clientes, a las comunidades y, en definitiva, a toda la sociedad. Nuestra premisa es hacer las cosas lo mejor posible para devolver a la sociedad lo que ella nos da y no causarle daños. El espíritu de la RSC ha estado presente en Dulcesol desde su fundación, pero en éstos últimos años es cuando hemos visto la necesidad de identificar y agrupar todas estas actuaciones no sólo para acometer mejor su realización, sino también para presentarlas a nuestra comunidad”, ha destacado Rafael Juan.
Román Ceballos, como representante de la Fundación Ateneo Mercantil de Valencia, ha señalado que “esta jornada se enmarca en la agenda Expoforum Valencia 2019 y de la que IVEFA forma parte. El Ateneo favorece las relaciones mercantiles entre socios, empresarios y siempre ha tenido presente el espíritu mercantil y empresarial”.
Ivefa es una asociación empresarial independiente, con 20 años de trayectoria, que nació para dar servicio a las empresas familiares valencianas. Actualmente, está integrada por más de 170 grupos familiares, que representan a más de 350 empresas familiares.
Grupo Dulcesol, empresa 100% familiar fabricante de productos de alimentación cuenta con una trayectoria de 60 años y una plantilla media en 2018 de más de 2.400 empleados. Está presente en más de 50 países alrededor del mundo. Cerró 2018 con una facturación consolidada de 335 millones de euros.
Con 16 años de trayectoria, Ética fue pionera en el asesoramiento financiero independiente en España y está especializa en Inversión Socialmente Responsable (ISR). Ofrece, también, servicios a firmas que cotizan o quieren cotizar, y análisis, diseño, implementación, evaluación y auditoría de estrategias de RSC.