MADRID. ¿Hay que creer en el rally de Santa Claus? Esta teoría sugiere que las acciones suben en los últimos días del año. Pero, ¿qué nos dicen los datos de los últimos 94 años? Los inversores encontraron su espíritu de Navidad en 2020, a pesar de que la pandemia estaba haciendo estragos. Incluso con la mayor parte de la economía mundial parada a causa del Covid-19, las acciones estadounidenses registraron las mejores rentabilidades mensuales en diciembre en más de una década, con el índice Ibbotson SBBI US Large Cap subiendo un 3,8%.
Fue el segundo año consecutivo en el que las acciones estadounidenses se recuperaron durante la temporada navideña, tras el segundo peor diciembre registrado dos años antes. En diciembre de 2018, las acciones estadounidenses cayeron un -9% en medio de la preocupación por la salud de la economía mundial; quién nos iba a decir que una pandemia catastrófica llegaría poco más de un año después... diciembre de 2018 no fue muy favorable para los inversores, pero sólo fue la séptima vez en los últimos 35 años que el "rally de Santa Claus" no se materializó. De hecho, diciembre sigue siendo uno de los meses más prósperos para las acciones.
¿Qué es el 'rally de Santa Claus'?
Es un supuesto efecto del factor de bienestar navideño, que ayuda a las acciones estadounidenses a registrar rentabilidades positivas a finales de año, aunque muchos inversores experimentados siguen sin estar convencidos. No es prudente sacar conclusiones firmes de la historia del mercado de valores, ya que los resultados pasados no son una guía de los resultados futuros y pueden no repetirse. Pero, en aras de la diversión festiva, analizamos los datos cada año.
¿Qué posibilidades hay de que se produzca un rally de Santa Claus?
Los datos muestran que las acciones estadounidenses han registrado una rentabilidad positiva en el 77,9% de los diciembres desde 1926, con una rentabilidad media del 1,6%, según los datos que se remontan a 1926, analizados por Schroders y facilitados por Morningstar Direct. De los 12 meses del año, diciembre es, con diferencia, el que tiene más probabilidades de generar rentabilidades positivas, lo que quizás añade algo de fundamento al mito del 'rally de Santa Claus'.
¿Por qué las bolsas se han comportado mejor en diciembre?
Se especula mucho sobre las razones del 'efecto diciembre'. Una de las teorías señala directamente a la psicología de los inversores. Quizás haya más alegría en los mercados debido a que las fiestas navideñas ponen a los inversores en un estado de ánimo positivo, lo que impulsa más compras que ventas. Otra opinión es que los gestores de fondos, que representan una parte sustancial de los propietarios de las acciones, rebalancean las carteras antes de final de año. Al vender algunos de los valores más rentables, los gestores pueden permitirse comprar otros que se han quedado atrás, lo que hace subir los precios.
El riesgo de las supersticiones
La dramática caída bursátil de diciembre de 2018 demuestra dos cosas: no se puede confiar en las rentabilidades pasadas y las supersticiones bursátiles solo son ciertas hasta que dejan de serlo. La historia bursátil puede ser fascinante, pero a menudo puede llevar a hacer suposiciones: que los octubres son malos o que hay que vender en septiembre. Pero, intentar cronometrar los mercados es una estrategia cuestionable, ya que es imposible predecir los movimientos a corto plazo del mercado.
Datos y cifras de otros meses
Mientras que la historia sugiere que diciembre es el mes en el que las acciones tienen más probabilidades de obtener una rentabilidad positiva, junio es el mes en el que la rentabilidad histórica ha sido mayor. En junio, las acciones han subido una media del 1,87% desde 1926. En cambio, septiembre ha sido el peor mes para los inversores estadounidenses, ya que las bolsas han obtenido rentabilidades positivas sólo el 51,6% de las veces, descendiendo un -0,69% de media en los últimos 95 años.
¿Por qué las acciones se comportan tan mal en septiembre?
El 'efecto septiembre' se relaciona con las rentabilidades históricamente bajas registradas por el mercado de valores en dicho mes. Se cree que los inversores que regresan de sus vacaciones aseguran sus ganancias y pérdidas fiscales antes de que termine el año, y también venden acciones para ayudar a financiar la educación de sus hijos. Pero, como ocurre con muchos factores de calendario, el efecto de septiembre se considera una rareza histórica de los datos. Tomemos como ejemplo el mes de octubre o 'shocktober'. Octubre ha proporcionado rentabilidades positivas el 60% de las veces, y las acciones han subido una media del 0,59%. Sin embargo, a lo largo de la historia bursátil, octubre ha sido testigo de algunos días nefastos.
El tiempo en el mercado
Por otra parte, nuestros cálculos también mostraron que, si en marzo de 2003 se hubieran invertido 1.000 dólares en el MSCI World y se mantuvieran durante los siguientes 15 años, el valor de esa inversión habría ascendido hasta los 4.211 dólares (sin ajustar a la inflación ni a las comisiones). Sin embargo, si se hubiera tratado de entrar y salir del mercado durante ese periodo y se hubiera perdido los 30 mejores días del índice, la misma inversión valdría ahora 1.268 dólares, es decir, 2.943 dólares menos.
La mejor apuesta de los inversores es ser pacientes y dar tiempo a su inversión para que crezca. La regla general es de cinco años para permitir que los mercados de valores pasen por sus ciclos naturales. Si bien, como ocurre con todas las inversiones, el valor de las mismas y sus ingresos pueden bajar o subir y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente.
David Brett es redactor de inversión de Schroders