VALÈNCIA. (EP). El expresidente de Bankia y exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, ha asegurado que la salida a Bolsa de la entidad en julio de 2011 era la única opción viable que permitía no sobrepasar la línea roja establecida por los propios directivos y que apuntaba a no perder una posición de control con un claro interés "económico", así como ser nacionalizada.
Así lo ha indicado durante su comparecencia en la segunda sesión del juicio por la salida a Bolsa de Bankia, que se reanudó ayer martes en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) y prosigue este miércoles con las preguntas de la fiscal del Ministerio Público Carmen Launa.
Rato ha explicado que otra de las opciones, además de la salida a Bolsa de Bankia, era la de colocar un 20% del capital con derechos de voto. No obstante, el que también fuera exdirector gerente del Fondo Monetario Internacioanl (FMI) y que cumple actualmente una pena de cuatro años y medio en la cárcel de Soto de Real por el caso de las 'tarjetas black', ha negado que recibiera alguna oferta "seria y discutible" para avanzar en esa vía.
"Si hubiera habido una oferta seria y discutible de algún grupo extranjero se podría haber valorado, pero esto no fue así. No había nadie en el mercado que tuviera una mínima solvencia que se acercara a negociar en tomar una posición", ha dicho, añadiendo que no se llegó a valorar "de verdad" otra opción que no fuera la salida a Bolsa, ya que la entrada de un "grupo extraño" cambiaba las reglas.
El expresidente de Bankia ha admitido que durante enero de 2012 se reunió en "muchas" ocasiones con máximos responsables del Banco de España para estudiar la viabilidad de la matriz de la entidad, BFA, o los posibles problemas que pudiera tener Bankia.
Rato, que cumple actualmente una pena de cuatro años y medio en la cárcel de Soto de Real por el caso de las 'tarjetas black', ha asegurado que su capacidad de interlocución era "absoluta y muy fluida" con los que fueran entonces gobernador, subgobernador y director de supervisión del Banco de España. También ha añadido que "alguna vez" se reunió con otras personas, aunque ha dicho que no recuerda exactamente con quién.
Al mismo tiempo, ha negado que se reuniera con los técnicos del Banco de España debido a que sus conversaciones con estos profesionales no hubieran podido "avanzar mucho" dada la complejidad de la informaciones que trataban.
Precisamente, y según ha expuesto la fiscal Carmen Launa, los técnicos del supervisor realizaron en enero de 2012 un informe en el que se apuntaba que el principal problema de la matriz de Bankia era su dificultad para la generación recurrente de capital, que era inferior a sus necesidades.
Es por este aspecto que los expertos del Banco de España calcularon que el banco requería de una inyección de ayudas públicas de 13.000 millones de euros. El documento interno en el que se detallan estas cifras ya había sido citado en anteriores ocasiones por su ex director general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, durante la comisión de investigación de la crisis en el Congreso y en sus declaraciones en el periodo de instrucción de este caso.
En este sentido, Rato, quien también fue director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha asegurado que en sus conversaciones con la cúpula del Banco de España a principios de 2012 nadie le nombró en ningún momento la existencia de este informe realizado por los técnicos.
De hecho, ha subrayado que, si la comisión ejecutiva de la autoridad monetaria nacional hubiera pensado que el grupo o Bankia necesitaba de tal inyección de capital, hubiera sido "muy difícil" que en marzo de ese mismo año le hubiera aceptado los tres planes presentados.
El grupo BFA-Bankia presentó al Banco de España en marzo de 2012 tres planes: un plan de cumplimiento del Real Decreto 2/ 2012 de saneamiento del sector financiero conocido como 'Guindos II', un plan de solución para BFA elaborado por Deloitte que abordaba principalmente el problema de valoración de acciones de Bankia en el balance y un plan de negocio adicional para el banco que se acondicionaba a un nuevo escenario. Los tres recibieron 'luz verde' por parte del supervisor.
Rato ha explicado que durante el segundo semestre de 2011 y el cuarto trimestre de 2012, el sector bancario español vivió el peor momento de su historia. "La situación de la banca cambiaba radicalmente y caía en picado hasta el último trimestre de 2012, que en conjunto perdía más de 53.000 millones de euros", ha dicho.
"Supongo que los informes de los equipos técnicos del Banco de España respondían a cierto nerviosismo por el sector en su conjunto. Las estimaciones cambiaban para todos los bancos, no solamente para Bankia", ha recalcado.
"Los informes debían mostrar esa preocupación, pero no me puedo creer que la comisión ejecutiva del Banco de España me aprobase los planes presentados si dudara sobre la viabilidad o creyera que se necesitaba de una importante ayuda pública", ha precisado. "No se me transmitió en ningún caso las preocupaciones de la inspección", ha añadido.