VALÈNCIA. La interminable espiral inflacionista que define el escenario macroeconómico general desde finales del pasado ejercicio sigue teniendo una cara positiva, al menos para las arcas del Estado. El incremento constante de los precios y la revisión al alza (en menor medida) de los salarios, junto con la recuperación de la actividad en los sectores afectados por la pandemia, ha disparado la recaudación tributaria en toda España, y también en la provincia de Valencia.
Según el último informe mensual de recaudación publicado por la Agencia Tributaria (Aeat), relativo al mes de junio, los ingresos de Hacienda en la provincia en el primer semestre del año alcanzaron los 4.877 millones de euros, un 14,5% más que en el mismo periodo de 2021 (4.260 millones). Un incremento inferior al global de las delegaciones territoriales de Hacienda, pero superior a la media autonómica, que se queda en el 13%.
Dentro del comportamiento general, destaca el de la recaudación por IRPF, el impuesto que grava las nóminas y las pensiones contributivas de los ciudadanos de la provincia. En este concepto, los ingresos de Hacienda en la provincia crecen de forma notable aunque por debajo del incremento global del resto de tributos (con menor peso específico). Así, la recaudación por el impuesto de la renta aumenta un 11,9% en el primer semestre, hasta los 2.094,5 millones, frente al 15,2% que crece en el resto de España.
En cuanto al IVA, que grava directamente las transacciones comerciales (y que, por tanto, es mucho más sensible al comportamiento de la inflación), el incremento es algo más acusado, tanto en comparación con el resto de tributos de la provincia como con el resto de delegaciones. Los ingresos de Hacienda por este concepto se elevan a 2.040,2 millones de euros en el periodo, un 18,3% más que en 2021. En el total de las delegaciones, el incremento es del 20,6%.
Al margen de estos dos grandes impuestos, que son los principales motores de la recaudación, Hacienda ha ingresado entre enero y junio 279,5 millones por el impuesto de Sociedades (un 3% menos); 19,2 millones por la renta de los no residentes (un 1,5% menos); 130 millones por impuestos especiales (un 25% más); 271 millones de euros por el tráfico exterior (33% más); y 30 millones por el Capítulo III (un 3% más).
En este escenario, las medidas que ha adoptado el Gobierno para contener la inflación han sido fundamentalmente de regulación de precios y de concesión de ayudas directas (como la bonificación del precio del combustible o la reducción temporal del IVA de la luz), pero por el momento no contempla la deflactación del IRPF que piden algunos expertos o la oposición, para compensar la pérdida de poder adquisitivo.