Hoy es 9 de octubre
VALÈNCIA. La Red Española de Investigación en Estrés ha celebrado esta mañana en València su primera reunión, con el fin sentar las bases de una estructura de investigación cooperativa de los diferentes equipos investigadores existentes en nuestro país en este ámbito y combatir el impacto del estrés en nuestra sociedad.
En la reunión han participado 23 investigadores e investigadoras de toda España, que han planteado posibles vías de colaboración entre los diversos equipos de los que forman parte, así como nuevas líneas de investigación para avanzar en el conocimiento del estrés y sus efectos adversos en el organismo, especialmente en el cerebro y el sistema nervioso (como, por ejemplo, en la memoria o en la predisposición a padecer ansiedad u otras enfermedades psiquiátricas como la depresión).
La reunión, que ha tenido lugar en la Facultad de Psicología, ha sido organizada por la Unidad de Neuroplasticidad del Instituto de Biotecnología y Biomedicina de la Universitat de València (UV), el G23 de CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental), del Instituto de Salud Carlos III, y el Grupo de Investigación en Psiquiatría y Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de València.
La Red Española de Investigación en Estrés, creada a comienzos de este mes, es una estructura de investigación cooperativa y multidisciplinar financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que está integrada por 13 grupos de investigación básicos y clínicos, muchos de ellos pertenecientes a CIBERSAM y dos de la UV.
“La creación de esta red responde al reto de avanzar en el conocimiento del estrés y combatir sus efectos negativos sobre la salud y de la necesidad de crear, para ello, una estructura de investigación cooperativa, dada la gran cantidad y diversidad disciplinar de equipos en nuestro país. A través de la red queremos crear sinergias, potenciar la colaboración para profundizar y difundir la investigación sobre el estrés y buscar financiación conjunta a nivel nacional y europeo”, ha explicado el doctor Juan Nácher, coordinador de esta red e investigador del citado grupo de INCLIVA, CIBERSAM y UV.
El estrés es el proceso que se pone en marcha cuando se percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante. Se sabe que los acontecimientos traumáticos o el estrés prolongado son factores de predisposición a distintas enfermedades y que el estrés puede desempeñar un papel importante en el origen de la enfermedad de Alzheimer y otras patologías neurodegenerativas.
“El modo de vida actual es una fuente constante de estresores que tienen un impacto negativo en diferentes aspectos de la salud, como los riesgos metabólico y cardiovascular o los relacionados con trastornos mentales o afectación cognitiva. De hecho, el estrés es el principal factor no genético que incrementa la vulnerabilidad a la psicopatología”, ha advertido el investigador Juan Nácher. “Es por ello que se hace necesario el desarrollo de estrategias basadas en evidencia científica para entender y combatir sus efectos negativos”, ha añadido.
El doctor Nácher ha afirmado que “el estrés no sólo afecta a los individuos adultos, sino a las madres gestantes, a la población infantil y los adolescentes, especialmente en situaciones de pobreza y experiencias adversas como el maltrato o el acoso. Por ello, la investigación acerca del impacto de experiencias tempranas adversas sobre el cerebro y el comportamiento, así como su tratamiento, son de vital importancia”.