MADRID (EP). El Grupo Red Eléctrica (REE), a través de su filial Red Eléctrica de España, invertirá 3.221 millones de euros hasta 2022 para hacer posible la transición energética en todo el territorio español, lo que supone el 53% de la inversión total de 6.000 millones de euros prevista por la compañía en su nuevo plan estratégico. Esta cifra se destinará principalmente al desarrollo de la red de transporte de alta tensión, con 2.880 millones de euros. De ellos, unos 1.538 millones de euros, el 47% de las inversiones, se centrarán en la integración de las renovables; 908 millones se destinarán a reforzar la fiabilidad de las redes de transporte y la seguridad de suministro; 434 millones de euros a ampliar las herramientas tecnológicas y digitales.
Además, el grupo presidido por Jordi Sevilla recoge en este esfuerzo inversor hasta 2022 un importe de 215 millones para impulsar los proyectos de almacenamiento y otros 54 millones a sistemas de control de energía. Asimismo, en lo que respecta al desarrollo y fortalecimiento de la red de transporte, la 'hoja de ruta' para 2019 en adelante cuenta con muchos proyectos, de los cuales gran parte ya se encuentran en fase de ejecución y son decisivos para alcanzar los objetivos de la Unión Europea en materia de política energética y medioambiental.
Entre ellos, destacan la interconexión por Francia por el Golfo de Vizcaya, con la que se prevé alcanzar un porcentaje de interconexión con el país galo del 10%, o proyectos por todo el territorio para integrar nueva generación renovable que contribuirá a alcanzar el objetivo del 32% de energía libre de carbono para 2030.
En rueda de prensa, la directora general de Transporte de Red Eléctrica, Eva Pagán, destacó la importancia del proyecto de la interconexión por el Golfo de Vizcaya, cuya inversión asciende a 1.750 millones de euros y con la que se aumentará la capacidad de intercambio con el sistema eléctrico europeo hasta los 5.000 megavatios (MW), permitiendo una mayor integración de energías renovables y mayor eficiencia de los sistemas interconectados.
La directiva subrayó que en el proyecto se están "dando pasos firmes y de acuerdo al cronograma", con lo que se estima que en 2020 se cuente con las autorizaciones y, con un periodo de construcción de tres años o tres años y medio, esté operativo en 2025.
Dentro de los proyectos para la integración de renovables previstos para este año, que ascienden a unas 16 subestaciones por todo el territorio nacional, Pagán señaló que la marcha de sus obras "es muy buena" y se confía en que estén concluidas "incluso un poco antes" de lo previsto.
Por otra parte, el operador del sistema prevé que el cable Menorca-Mallorca esté en servicio en 2020, con una estimación de que a partir de este mes de octubre se inicie el tendido. "Es uno de los servicios prioritarios", dijo Pagán.
En 2018, el grupo invirtió un total de 378,2 millones de euros en el desarrollo de la red de transporte de alta tensión, en proyectos como el plan eólico de Canarias, el Eje Arenal-Cala Blava-Llucmajor (Mallorca), la línea San Miguel de Salinas-Torrevieja (Alicante), el eje Cañuelo-Pinar (Cádiz), la subestación La Farga 400/220 kV, el eje Arbillera (Zamora) o la entrada y salida de la subestación de Moncayo (Soria).
El año pasado, la generación eléctrica peninsular sin emisiones de CO2 alcanzó una cuota del 62,5%, frente al 57% registrado en 2017, lo que supone un incremento de 5,5 puntos porcentuales. Este avance de la generación limpia se tradujo en un 15% menos de emisiones, pasándose de 63,8 millones de toneladas en 2017 a 54,2 millones de toneladas en 2018.