Reino Unido inquieta a los mercados

MADRID. De sobra es por todos conocido el recurrente tema de la salida del Reino Unido de la Eurozona -el famoso Brexit-, el asunto ya coleó durante 2015, pero toma mayor fuerza cuando se aproxima la fecha del referéndum. El próximo 23 de junio decidirán sobre su permanencia -en las condiciones actuales- dentro de la zona euro. Conocidas ya las particularidades de los acuerdos existentes entre Reino Unido (UK) y la Unión Europea (UE), no parecen ser del agrado de los británicos.

Las probabilidades de que este acuerdo vaya adelante son, por el momento, bastante pequeñas debido principalmente a lo complicado de las negociaciones y a la dilatación temporal que podría tener el proceso, ya que hasta como mínimo dos años no se haría efectivo. Si el proceso se extendiera más, las negociaciones serían extensas, pues en el ámbito de comercio exterior UK no tendría que negociar sólo con la UE sino que todos aquellos acuerdos que posee la Unión Europea con países fuera de la zona quedarían invalidados con respecto a Reino Unido.

Todo ello a no ser que se utilizarán los ya existentes como borradores, que sirvieran de puente para una negociación más ágil. Los derechos de los ciudadanos de UK que viven en la zona euro también tendrían que revisarse y viceversa. Estos son sólo algunos de los principales problemas con los que se encontraría Reino Unido. Como podemos ver el tema es peliagudo y no será una cuestión que se resuelva hasta la fecha del referéndum si finalmente gana el no,  pero que podría extenderse años si finalmente triunfase el sí.

Como hemos comentado parece por el momento complicado un posicionamiento mayoritario hacia la salida de la UE. Pero es tremendamente sensacionalista hacer campaña en favor de la misma donde son muchas las voces políticas que sustentan el apoyo a favor de la salida. La protección y amparo del ciudadano local es una estrategia fácil, que sumada  también al ahorro que se conseguiría en las arcas públicas con los nuevos acuerdos provocaría de aquí hasta la fecha marcada un posible vuelco en las previsiones actuales.

Teniendo en cuenta que Reino Unido representa el 15% aproximadamente del PIB de la UE, la posible salida desencadenaría algún tipo de movimiento por parte de los bancos centrales. De hecho, en la próxima reunión del BCE de marzo no nos sorprendería que Mario Draghi hiciera algún tipo de guiño previsor a la posible incertidumbre política que se puede desencadenar de cara al verano.

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Jorge López es analista de XTB