VALÈNCIA. Anda el asunto revuelto. Entre las mascarillas que no se sabía quién las tenía, las estafas solidarias que empiezan a aparecer y los 650.000 test rápidos que han sido devueltos a China, esta crisis del coronavirus adquiere tintes berlanguianos por momentos.
El paso de los días de confinamiento nos ha llevado, casi sin darnos cuenta, a un estado de normalidad alterada. Desde casa seguimos devorando contenidos informativos: móvil, ordenador y televisión; pero ahora de una forma más analítica. Es más, nos hemos percatado de que la realidad informativa ya empieza a asentarse con sus fichas en el tablero.
Ahora no hay barras de bar, pero tenemos un móvil en la mano y todo el tiempo del mundo para arreglar esta crisis; ya sea desde un hilo de Twitter, con un comentario en un grupo Facebook o un mensaje en cadena por WhatsApp. Bien motu proprio o motivados por chamanes de la red a través de sus vídeos. Y ojo, que nadie está libre de pecado, pero he aquí la importancia de saber consultar informaciones veraces y distinguir el grano de la paja.
Si algo nos ha traído internet es la democratización del contenido y el acceso inmediato al mismo. Accedemos y nos encontramos con millones de informaciones a nuestro alcance, pero conviene ser consciente que el valor de las informaciones oficiales o las periodísticas, no es el mismo al que se le puede dar a un chascarrillo de un anónimo en un foro o a las conjeturas de un señor que ha encendido su webcam para hablarle al mundo.
Esta semana hemos vivido un claro ejemplo de ruido informativo respecto a las reivindicaciones de los médicos y sanitarios. La situación en los hospitales está al límite: errores, denuncias, soluciones… he aquí el papel de la prensa para informar y contrastar. Si hay noticia (buena o mala) es incuestionable que se dará por parte de los medios de comunicación, tal como se ha hecho con la problemática de las mascarillas, los test fallidos o el colapso operativo de las residencias de mayores.
Así pues, pongámonos en situación: si a esta coctelera de problemas ya denunciados dentro de un estado de alarma, públicos y notorios, lo aderezamos con la irresponsabilidad de darle protagonismo a figuras polémicas como es el caso del médico de urgencias y youtuber ‘Spiriman’ (que sus momentos de gloria se ha llevado estos días en las redes y en televisión), pues tenemos un ejemplo de manual de lo que supone generar ruido informativo respecto a un tema.
Por cierto, empezamos a vislumbrar los cuchillos afilados en las oposiciones de todos los estamentos políticos. Sibilinos, indirectos… pero golpes, al fin y al cabo. Aquí la guerra no corre por cuenta de los capos, pues han prometido decoro mientras dure la crisis -salvo Díaz Ayuso en Madrid-. Pero nadie puede negar que las bases reaccionarias antigobierno han tenido una semana repleta de tropiezos a los que sacarles punta. Tocaba comparecencia en el congreso y casualidad, que asuntos tan chapuceros como han sido las mascarillas sin destino o el patinazo de los miles de test rápidos adquiridos a un proveedor chino no homologado, han recuperado el debate político en las redes. ¿la consigna? Muy fácil: memés, trolls a pleno rendimiento y cadenas de whatsapp para dar y vender.
La muestra la encontramos en esta colección de hashtags a los que no les ha faltado adeptos en Twitter (#GobiernodeInutiles #GobiernoDimision #PedroSanchezDimision …) y que han estado y continúan ganando un espacio relevante durante la semana. Ahora, el bando oficialista tampoco ha tardado en reaccionar y disparar a discreción con múltiples videos de respuesta que han surgido como contraataque.
Pero si algo clama la gente estos días, es saber qué será de su futuro laboral más inmediato. La sangría de empresas que se han acogido a aplicar un ERTE es tan basta que la incertidumbre ha calado con fuerza en los hogares. Aquí los trabajadores han comenzado a librar su batalla mediante el #ProhibidoDespedir como claim para dar valor a la medida anunciada por el Consejo de Ministros de bloquear la posibilidad de despidos en las empresas alegando como causa el coronavirus.
Valga destacar la reacción de los servicios de empleo autonómicos, que aparte de redoblar esfuerzos para canalizar las gestiones de la ciudadanía mediante la vía online, han reforzado el valor de sus redes sociales como punto de consulta y orientación. Vídeos, manuales didácticos, FAQ’s… la respuesta coordinada y didáctica a través de las plataformas sociales contribuirá a una gestión correcta de procedimientos burocráticos en momentos de incertidumbre.
Ya por último, destacar que es tal el golpe social que está generando el coronavirus y este forzosa periodo de cuarentena, que desgraciadamente la responsabilidad de la gente se ha convertido en una oportunidad para los desaprensivos y timadores. La Policía Nacional y Guardia Civil, a través de sus redes sociales han informado esta semana de la existencia de diferentes aplicaciones maliciosas destinadas a estafar a la ciudadanía utilizando el coronavirus como excusa. De la desgracia colectiva siempre hay espabilados dispuestos a sacar provecho. #STOPCoronabulos y #Coronabulos ganaron su espacio en las diferentes redes sociales con el propósito de informar y concienciar a la población de la existencia de estas praxis engañosas. La lucha contra los #ciberdelincuentes sigue en marcha.