La poca presencia de diputados en la dirección del PPCV apunta a renovación y cambios en Les Corts

VALÈNCIA. El nuevo organigrama del PPCV da lugar a multitud de interpretaciones sobre las intenciones del ya líder del partido, Carlos Mazón. A la lectura de los equilibrios provinciales, de familias y de guiños a históricos, se unen los cambios que podría introducir a corto y medio plazo en el grupo de Les Corts Valencianes. El que lleva tiempo sonando y más próximo se podía acometer es el relevo en la portavocía. Todo apunta a que en ella se situará a la presidenta popular en València, María José Catalá, quien desde este sábado es también la número dos (secretaria general) del PPCV. Tras la salida de Isabel Bonig, la sustituyó Eva Ortiz –una de las portavoces adjuntas–, en lo que se vio desde el principio como algo temporal. 

Con ello, Catalá pasaría a ocupar tres puestos de suma relevancia en la formación. Un hecho que sus rivales internos ya critican desde hace semanas porque consideran que su única labor habría de ser la de recuperar la alcaldía de la ciudad. Sabedora de ello, la propia Catalá quiso lanzar un mensaje en este sentido durante el congreso regional del partido. "Yo te dije (en alusión a Mazón) que sólo tenía un objetivo, ambición y meta, que es la ciudad de València. Sigo diciendo que es mi única prioridad. Quiero conseguir la ciudad para vosotros", aseguró. 

Los nombramientos que ella misma ha efectuado en la dirección del PPCV han tenido asimismo su interpretación. Las concejalas María José Ferrer San Segundo y Paula Llobet, personas de su máxima confianza, pasan a tener dos puestos de responsabilidad orgánica. Al contrario que Carlos Mundina y Julia Climent, también muy cercanos, lo que se entiende como una decisión para que se centren exclusivamente en el Ayuntamiento. 

Los vaticinios en Les Corts

Al margen de lo que ocurra con Catalá, los cambios pueden darse también en la dirección del grupo parlamentario, tal vez ya en septiembre cuando se reinicie el periodo de sesiones. Hacía dónde van a ir queda en el aire, aunque poca gente duda de que aumentará el protagonismo de José Antonio Rovira, el parlamentario más próximo a Mazón. La coordinación con el grupo es algo que habrá de abordar más pronto que tarde al resultar fundamental, puesto que el Parlamento autonómico es el lugar de fiscalización al Ejecutivo autonómico y de presentación de iniciativas. Además, no se trata únicamente de confrontar argumentos con el Consell, sino de competir con el resto de partidos de la oposición por liderarla. 

La configuración del organigrama también deja sus vaticinios, estos ya a medio plazo. Y el más importante es la profunda renovación que podrán sufrir las listas de las próximas elecciones autonómicas, previstas en principio para 2023 aunque el propio PPCV ya se prepare para un nuevo adelanto. 

Únicamente los parlamentarios Elena Bastidas y Juan Carlos Caballero, junto a Catalá, figuran en la dirección. La primera como vicesecretaria de Política Social y el segundo como vocal del Comité Ejecutivo. Tres de 19. Ni rastro de rescate del equipo de Bonig en Les Corts y de los diputados más visibles como José Juan Zaplana, Rubén Ibáñez o, por supuesto, Eva Ortiz. 

Aunque todos son miembros natos, la lectura de que muchos podrían no repetir ya circula a nivel interno. Algo que, además, afecta a aquellos fichajes de independientes por los que apostó Bonig en su momento, como es el caso de Felipe Carrasco. Sin embargo, en política cada día es un mundo, por lo que entre la reagrupación en torno a Mazón y el tiempo que queda hasta entonces todavía no se pueden extraer conclusiones definitivas. 

Aparte de en Les Corts, los cambios en diversas estructuras del partido pueden llegar igualmente los próximos meses. Por ejemplo, en los distritos de València o en la dirección provincial. El nombramiento de Elena Bastidas en la ejecutiva regional resulta llamativo puesto que actualmente es número dos en la provincia, de manera que es posible que no pueda compaginar ambos cargos.

A ello se unen otras salidas recientes como la del que fuera número 3, José Vicente Anaya, quien renunció a su cargo orgánico al presentarse contra Mazón para la presidencia regional del PPCV, batalla en la que obtuvo escasos apoyos. O la del diputado provincial Carlos Gil. Situaciones que es posible que lleven a Vicente Mompó a abordar algún tipo de remodelación ya pasado el congreso autonómico.