Imagen de archivo de un proceso de restauración del IVCR+i. Foto: GVA.VALÈNCIA. El Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i), dependiente de la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, ha iniciado la restauración de varios documentos manuscritos del siglo XVI procedentes del Archivo Histórico Municipal de Gandia, de gran interés para el conocimiento de la historia de la ciudad ducal.
Las obras sobre las que se está interviniendo son un ‘Llibre racional’ (1516-1528), un libro de ‘Manual del Consell’ (de 1520-1523 y de 1532-1533), así como ‘Cartes i Ordres’ de 1523-1589 y 1590-1598 de muy diversa índole.
Todos estos textos presentan un alto grado de descomposición del papel, lo que hacía peligrar la supervivencia de esta importante documentación y con ello perder parte de la historia de esta localidad.
Su restauración permitirá no sólo la conservación de esta documentación, sino también que pueda volver a ser consultada y estudiada por las generaciones futuras.
En concreto, el ‘Llibre racional’ es un documento en el que se registraban las cóngruas o rentas mínimas que correspondían a cada oficio eclesiástico o civil. Su encuadernación de tipo cartera, en pergamino, tenía una decoración en aspa en los refuerzos en piel del lomo y en la solapa, quedando pocos vestigios de ello, al igual que la correa de cuero con hebilla del cierre.
Este volumen conservado en el Archivo Histórico de Gandia estuvo afectado por humedades que dañaron el documento, provocando el encogimiento de la encuadernación, que había perdido su función, así como deformaciones y degradación de la celulosa y las tintas, lo que hacía necesaria la intervención.
Por otra parte, el ‘Manual del Consell’ recoge los acuerdos del antiguo Consejo de la ciudad. Están escritos en tinta ferrogálica sobre papel artesanal y la encuadernación es de pergamino.
El cuerpo del documento presenta alteraciones químicas y bioquímicas tanto del papel como de las tintas por oxidación e hidrólisis ácida, que provocan fragmentos, roturas y en algunos casos hasta la propia descomposición del papel, lo que motivaba una intervención de la obra para su perdurabilidad.
Por lo que respecta a las ‘Cartes i Ordres’ están escritas con letra humanística a tinta sobre papel artesanal, y fueron recopiladas por el archivero Joaquín Llinares en 1793 en un único volumen, con encuadernación semiflexible de pergamino con cintas de cierre.
Estos documentos presentan alteraciones por oxidación del componente ferroso de las tintas, que en algunos casos ha llegado a perforar y provocar pérdidas en la caja de escritura.
Además, el hecho de ser un compendio de diferentes misivas y cada una tener un tamaño y formato distinto ha provocado durante su uso y manipulación roturas, pliegues y pérdidas de soporte. Por su parte, la encuadernación está retraída por la tensión y cristalización de la cola animal que fuerza toda la estructura.
