Nos gusta la novedad, pero también encontrarnos con los sabores de siempre. Esos que perduran en la memoria. Esos a los que volver porque nada cambia. ¿No es de lo más bonito de la vida? Recordar aquello que probaste y que año tras año, todo siga igual, como si el tiempo no hubiera pasado.
Por eso hoy nos vamos a un lugar de esos en los que la tradición y la honestidad siguen viva y que, a punto de cumplir nada más que 60 años, sigue siendo un imprescindible. No hablamos de otro que del restaurante El Parpalló, un lugar de peregrinaje a los pies del Mondúver. Y es allí, en el interior de Gandía, concretamente en La Drova, donde generación tras generación, siguen escribiendo una historia que perdura hasta hoy.
Pero vayámonos unos años atrás, concretamente a los años 30. La Drova por aquel entonces, era diferente a como la conocemos ahora. En aquella época muchos gandienses pudientes la empezaron a frecuentar como lugar de veraneo. Qué mejor que huir del calor que en la montaña... Fue también en aquellos tiempos, concretamente en 1928, cuando llegaba a la localidad, una de las figuras prominentes de la historia de La Safor, el arqueólogo Luís Pericot, responsable de las excavaciones de la Cueva del Parpalló. Aunque descubierta por Joan Vilanova i Piera en 1872, no fue hasta casi 60 años después, cuando se pudo llevar a cabo esta impresionante labor.