VALÈNCIA (EFE). Los restaurantes de la pedanía del Palmar de València, referentes gastronómicos en arroces, han empezado a plantearse solicitar expedientes de regulación de empleo ante la situación que han provocado las inundaciones y reconocen que, ante la magnitud del desastre, todavía no han reaccionado.
De la treintena de establecimientos de restauración que hay en El Palmar, en pleno parque natural de la Albufera, que emplean a unas 300 personas, algunos permanecen cerrados y otros abiertos para dar servicio a los vecinos de la zona y solo un par sufrió la entrada de agua en los locales, "un palmo o palmo y medio", según explica EFE el presidente de la Asociación de Hostelería de El Palmar, Emilio Gálvez.
Con la población volcada en ayudar a recoger y limpiar los efectos de la Dana y asistir a los afectados, Gálvez considera que la gente no está ahora para salir a comer ante "un problema tan gordo" como tiene Valencia, y desde el temporal solo unos pocos turistas se han acercado a la Albufera en autobús.
"Estamos todos en una nube, nos ha venido grande, no esperábamos esta situación", señala el hostelero.
Algunos de los restaurantes han comenzado el proceso de solicitud de un ERTE, pero después de once días "aun no hemos reaccionado", y Gálvez afirma que se van a seguir produciendo solicitudes para regular el empleo pues noviembre, de por sí, es un mes "tranquilo" para el negocio.
"Estamos muy preocupados, como en pandemia, no sabemos qué va a pasar. La gente está paralizada procurando ayudar en las primeras necesidades, como debe ser", ha manifestado, para reiterar que todavía están "en shock" y se pregunta cómo las personas a las que sorprendió la Dana en las carreteras pudo salir de los vehículos.